Son al menos tres países de Europa los que han decidido
eliminar el uso de mascarillas de tela, como forma de enfrentar las variantes británica, brasileña y sudafricana de SARS-CoV-2 que ya se encuentra en varios países del mundo, incluyendo Chile en el caso de la hallada en el Reino Unido.
Alemania lo anunció el pasado 21 de enero en voz de la canciller de Alemania, Angela Merkel, quien decretó la prohibición de las cubre bocas de tela en espacios públicos. Desde ahora en adelante, es obligatorio en ese país el uso de mascarillas quirúrgicas,
las FFP2 o su equivalente KN95/N95.
Austria también ha hecho el anuncio, luego que el canciller, Sebastián Kurz, declarara haber tomado la decisión en vista de la variante más contagiosa descubierta en Reino Unido. De esta manera, a partir del lunes 25 de enero, será obligatorio el uso de las mascarillas FFP2 en tiendas, supermercados y transporte público.
Por su parte, en Francia el ministro de Sanidad, Olivier Véran, pidió a la población "no usar mascarillas caseras" ni aquellas de tela que filtren menos del 70% de partículas. Además, anunció que las prohibirán, y sólo se permitirán las FFP2, las quirúrgicas y aquellas de tela reutilizables que filtran más del 90% de partículas. En tanto, España se abre lentamente a la opción de sumarse a la tendencia, pese a que inicialmente consideraron que no era viable exigir a la población que adquiera una de estas mascarillas.
¿Sirven las mascarillas de tela?
"
Las mascarillas de tela fueron recomendadas en un principio de la pandemia, porque eran muy escasas las mascarillas, no eran usadas habitualmente, incluso hubo una especie de psicosis por conseguirlas, y se agotaron en todas partes", dice el doctor Ricardo Valenzuela, Urgenciólogo de Clínica Universidad de los Andes.
En ese sentido, recordó que incluso el Minsal publicó un tutorial para "fabricar mascarillas de oportunidad, con materiales que hubieran en las casas, pero siempre sabiendo que su utilidad, su impermeabilidad era muy reducida respecto de las quirúgicas o de las KN95, pero era mejor que no usar nada".
"Estas mascarillas de tela que venden en varios lugares, son una superposición de capas de tela, y por supuesto que no cumplen la función ni por lejos de las máscaras KN95", dice el doctor Gabriel Cavada, epidemiólogo de la Universidad de Chile.
¿Cómo funcionan las mascarillas FFP2 o KN95?
Las mascarillas KN95 "son las únicas certificadas, es decir, que pasaron por un proceso, donde se comprueba que no permiten pasar partículas de un diámetro determinado, y filtran las partículas de aerosoles que podrían contener el virus", explica el doctor Cavada.
95%es la capacidad de filtración de una KN95 frente a partículas pequeñas que pueden contener el SARS-CoV-2
Por su parte, el
presidente del Colegio Médico de Valparaíso,
doctor Ignacio de la Torre, explica que éstas tienen una capacidad mejor a la de las mascarillas quirúrgicas tradicionales -que se observaban frecuentemente en pabellones antes de la pandemia- "porque no sólo logran filtrar las partículas grandes, sino que filtran el 95% de las partículas pequeñas".
Y aquí destaca lo importante: "cuando están correctamente puestas, consiguen reducir el riesgo de que la persona contraiga el coronavirus, incluso estando en contacto con una persona que pueda tener esta enfermedad, por eso es la que se recomienda para los trabajadores de la salud, expuestos a pacientes de alto riesgo".
Además, dice De la Torre, no es recomendable el uso de las mascarillas KN95 -u de otro tipo- que incluyan válvula, "porque está presente para facilitar la respiración de quien la usa, pero esto permite la salida del aire espirado, y puede contener partículas virales y no proteger a los otros".
Todas se deben usar adecuadamente
Los expertos aclaran que independiente de la mascarilla, todas deben ser utilizadas adecuadamente y que no reemplaza las otras medidas de prevención, sino que las complementa. En el caso de las mascarillas FPP2 o KN95 no se deben mojar "
porque se rompe o destruye la capa polimérica, dejan de cumplir su función", subraya el doctor Cavada.
En el caso de las KN95, se pueden usar todo el día siempre y cuando no se moje, mientras que las de tela se deben cambiar tres veces al día, y al lavarlas, usar agua y jabón. Cavada explica que en algunos casos, es posible dejar las KN95 frente al sol directo para higienizarlas, "lo que va a tender a desinfectar la máscara a través de la radiación ultravioleta".
Carolina Calderón, enfermera jefe de la Unidad Médico Quirúgica de la Clínica Alemana enfatiza en que "aunque tenga una excelente mascarilla, si me estoy tocando la cara, no sirve de nada. Si voy a usar una mascarilla de tela, hay que lavarla constantemente. Además, hay que cubrir boca y nariz".
Por su parte, el doctor De la Torre, recuerda que han recordado el mensaje de riesgo a los panelistas de TV, "donde esta semana les hicimos ver que cuando están en un mismo estudio y no mantiene una distancia entre ellos de al menos 2 metros, deben usar no sólo protectores faciales, sino que deben usar una mascarilla, al menos, de tipo quirúrgica".
¿Es posible pensar en un escenario así para Chile?
Aunque en el mejor escenario, sería recomendable que las personas utilicen las mascarillas FPP2 o KN95, los expertos enfatizan en que las condiciones socioeconómicas también son determinantes.
Para el doctor Valenzuela "sin duda es posible pensar en una recomendación desde la autoridad sanitaria, para que Chile comience a avanzar hacia el uso de las mascarilas FFP2 o KN95".
"Europa se puede dar este lujo de poner al mercado estas mascarillas y prohibir las otras, porque cualquier sociedad desarrollada donde no tengas altos niveles de pobreza y haya disponibilidad, podría tomar fácilmente esta norma y aplicarla, pero no es la realidad chilena".
Doctor Gabriel Cavada, epidemiólogo U.Chile
Por su parte, el doctor Cavada señala que si bien éstas son mejores, "Europa se puede dar este lujo de poner al mercado estas mascarillas y prohibir las otras, porque cualquier sociedad desarrollada donde no tengas altos niveles de pobreza y haya disponibilidad, podría tomar fácilmente esta norma y aplicarla, pero no es la realidad chilena".
Por consiguiente, estamos ante una disyuntiva: "Siempre es mejor usar las mascarillas de tela que no usar nada. El problema es tener cuidado con decir que las de tela no sirven, porque puede que la gente las deje de usar a cambio de nada".
Para Calderón, también es un tema el factor socioeconómico: "sería muy recomendable que usemos la medida de Europa, pero el poder adquisitivo no es el mismo en todas las regiones o en todos los países. Sería una buena recomendación para todos, pero no todos las pueden adquirir por el costo económico que tienen".
Una recomendación de Cavada para quienes utilicen mascarillas de tela "es poner entre la nariz y la tela de la mascarilla, un pañuelo desechable, que no es caro, y la gracia es que se puede cambiar periódicamente este pañuelo, cuando se sienta húmedo". Esto es importante para considerar que alguien, "si tiene que inevitablemente estar en una aglomeración, sería una buena opción: liviano e higiénico", zanjó.