Ambos profesionales también se aplicaron la vacuna canina a sí mismos.
AFP (Imagen referencial)
SANTIAGO.- Una insólita situación ocurrió durante el año pasado en la ciudad de Calama, donde dos médicos veterinarios habrían inoculado a decenas de personas con la vacuna "óctuple", que se utiliza contra diversas enfermedades que afectan a los perros, entre ellas el coronavirus canino.
Uno de los profesionales, identificado como C.P.C., dueño de una veterinaria de la ciudad, incluso elaboró un informe, denominado "Inmunización cruzada con vacuna coronavirus canina como tratamiento preventivo en seres humanos...", en que afirmaba que en Argentina existían experiencias exitosas contra el covid-19 mediante la aplicación de vacunas para canes en seres humanos, informa "El Mercurio" de Antofagasta.
Según se señala en un expediente que abrió la seremi de Salud –tras recibir una serie de denuncias–, el propio veterinario se suministró el fármaco y además "indica que proporcionó vacunas a personas interesadas en inmunización cruzada, pero que no aplicó vacunas".
Ante la imposibilidad de comprobar si el profesional inyectó las dosis, la autoridad sanitaria lo sancionó con el pago de 180 UTM por incumplimiento grave de las normas sanitarias al ejercicio ilegal de la profesión de médico cirujano, al formular pronóstico de manera indirecta. No obstante, el hombre apeló a la sanción, por lo que la aplicación de la multa se encuentra en tramitación.
"Lo más delicado es que el profesional mintió, al difundir en su momento, en el seudo estudio que efectuó, el antecedente de que supuestamente había sido aplicada exitosamente en un grupo de control humano", indicó al seremi.
También fueron inoculados niños
El otro caso es de la médico veterinaria M.F.M., quien durante una fiscalización a la clínica veterinaria reconoció que se autoadministró la vacuna "óctuple" con el fin de generar anticuerpos contra el covid-19.
En el sumario abierto por la seremi de Salud se recogen numerosos testimonios de personas que fueron inoculadas con esa vacuna. "La señora M.F.M. me comentó lo que ella estaba haciendo, que se había vacunado con la vacuna de coronavirus canino para hacer unas pruebas, en ese entonces yo estaba muy asustada y decidí que ella me colocara la vacuna por voluntad propia. Ella vacunó a mi esposo y a mis dos hijos de 10 y 7 años durante el mes de mayo. Nos colocaron dosis cada 15 días", señala uno de los testimonios.
La profesional fue sancionada con 200 UTM, la más alta multa a personas en toda la pandemia, por haber inoculado vacunas de uso veterinario en seres humanos, sin la correspondiente autorización. La veterinaria no presentó descargos, pero tampoco pagó la multa, por lo que el cobro quedó en manos del Consejo de Defensa del Estado.
Los antecedentes de ambos casos fueron además derivados a la Fiscalía local de Calama para indagar acciones de tipo penal.