El general director de la institución uniformada.
Carabineros
El general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, participó esta jornada del velorio del sargento de la institución Francisco Benavides, quien murió en medio de una emboscada en Collipulli, en la que desconocidos usaron al menos cuatro armas.
El uniformado de 42 años, junto a un equipo policial, volvía de un operativo por corte de rutas en un vehículo blindado, cuando fueron atacados por desconocidos en cuya búsqueda se trabaja intensamente.
Fuera de la iglesia de la
Inmaculada Concepción de Quillón, el general fue consultado por si coincide con lo que "dice la comunidad" en la macrozona sur, en orden a que los funcionarios policiales tienen "las manos atadas" para actuar ante los hechos de violencia.
"Si los carabineros tuvieran las manos atadas no andarían patrullando y cumpliendo su misión como lo hacen todos los días, cumplimos una cantidad de importante de medidas de protección en diferentes sectores de la regiones del Biobío y La Araucanía", respondió.
Sin embargo, añadió que en el combate a la violencia rural, "claramente estamos en desventaja, porque estas personas actúan en la ilegalidad, en la clandestinidad, utilizando el factor sorpresa y
eso es lo que a nosotros nos deja en una dificultad de poder actuar".
"Necesitamos un respaldo jurídico mayor, que haya un ordenamiento jurídico con normas que permitan que, cuando actúan carabineros, después de que usen sus armas, no pasen a un control de detención, sea imputado por el delito de homicidio", manifestó.
A juicio del general Yañez, "eso es lo que tenemos que regular, eso es lo que hay que de alguna forma hacer para que los carabineros puedan actuar con un poco más de condiciones de seguridad, que no ocurra lo que ha sucedido en otras oportunidades que al hacer uso de sus armas pasan inmediatamente como imputados y detenidos".
