Aún no se ha determinado el origen del fuego.
AFP
Más de cuatro meses han pasado desde que la mañana del domingo 30 de enero las alarmas se encendieron con el incendio que se declaraba en el
Hospital Clínico San Borja Arriarán. La preocupación fue mayor considerando la pandemia y el temor de tener un recinto asistencial menos para recibir a este tipo de pacientes, pero tranquilidad dio la rápida acción de
los funcionarios que lograron evacuar a más de 300 pacientes que permanecían internados antes de que el fuego llegara hacia donde ellos estaban.
Ahora el centro asistencial trabaja para volver a funcionar con normalidad,
lo primero fue en marzo habilitar la Torre de hospitalizados, disponiendo de 60 camas UCI para quienes necesitaban atención por covid-19. Desde su reapertura, este espacio ha recibido más de 515 pacientes hospitalizados en sus distintos sectores, provenientes en su mayoría de otros hospitales del Servicio de Salud Metropolitano Central. De ellos, más 310 han sido ingresados por complicaciones asociadas a coronavirus.
Actualmente, cuenta con un total de 70 camas UCI, 68 intermedias, 80 medias y 12 pediátricas.
Y así paso a paso buscan recuperar la añosa infraestructura que incluye dos edificios con más de un siglo de antigüedad. Son las áreas más afectadas por el fuego, que concentraban las zonas administrativas, de equipos y las atenciones ambulatorias y de especialidad en el Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT), todo a lo largo de seis pisos (Subterráneo, Zócalo y pisos del 1 al 3) con distintos niveles de daño.
Conservación, restauración y reparación
Para poder volver a tener disponibles estos espacios en donde se atendía a pacientes de
Santiago, Estación Central, Pedro Aguirre Cerda, Maipú y Cerrillos, se trabaja en tres líneas que avanzarán en forma paralela.
La de
conservación incluye el despeje y retiro de elementos de los pisos afectados y la instalación de una techumbre provisoria (más rápida y económica), para evitar filtraciones a los otros pisos y a través de áreas como las cajas de escala o ascensores, mientras avanzas las otras etapas de los trabajos. Se espera ejecución entre septiembre y diciembre de este año. Su presupuesto es de
$1.210 millones.
La de restauración considera la reposición de dos edificios patrimoniales ubicados al interior del HCSBA con más de un siglo de antigüedad: el Pabellón Errázuriz y el Pabellón Petronila Salamanca. Principalmente para el traslado de áreas administrativas (incluida la Dirección) que hasta antes del incendio se encontraban ubicadas en la zona afectada, permitiendo además liberar nuevo espacio para áreas clínicas. Este trabajo se espera que tarde cerca de 36 meses teniendo como meta finalizarlo en el segundo semestre de 2024. El presupuesto disponible es de $5 mil millones.
Mientras que hay otro aspecto de reparación mayor del CDT y la Placa. Siguiendo la directriz ministerial, contempla la recuperación de todas sus áreas (más de 30 mil mt2), para reponer la misma oferta de atenciones previa a la emergencia, por lo que no varían las unidades clínicas. En cambio sí considera reubicaciones y mejoras para ajustarse a los estándares actuales, por ejemplo, el metraje requerido en ciertos box de atención. Para avanzar el hospital debe entregar un Estudio Preinversional Hospitalario (EPH) simplificado, que se trabaja actualmente. Esto contempla un plazo de término también proyectado hacia el 2024 y un presupuesto $48 mil millones.
Situación actual
En paralelo y según informaron desde el recinto a Emol, mientras se concretan estos trabajos de largo plazo, el hospital y sus equipos siguen operando para dar continuidad a la atención de los pacientes. Tras el incendio parte del personal fue redistribuido en otros hospitales de la capital, como el Hospital Metropolitano, Exequiel González Cortés, Félix Bulnes, José Joaquín Aguirre. Sin embargo, con el avance de los arreglos la mayoría ha regresado ya a cumplir labores al HCSBA.
Actualmente, el personal está trabajando en el Hospital Modular ubicado al interior del recinto, infraestructura que desde marzo permitió retomar las atenciones ambulatorias de especialista, respondiendo a los requerimientos más inmediatos de la comunidad y a eso se sumó el trabajo de la Torre junto con atenciones en dispositivos de emergencia instalados dentro de las dependencias, en el Consultorio N°1 y el Centro Comunitario Carol Urzúa de Santiago, además de otros hospitales, con el fin de mantener la entrega de atenciones de salud requeridas por los usuarios.
"Este es un hospital de alta complejidad, centro de referencia para diversas especialidades. Por ello es tan necesario que avancemos no sólo en su recuperación, sino en un gran proyecto que permita además subir el estándar de lo que teníamos antes"
Director del Hospital
Además, se han potenciado la Hospitalización Domiciliaria, que ha logrado aumentar en más de 100 camas en domicilio, lo que permite evacuar pacientes y dar flujo a los pacientes hospitalizados, lo que ayuda en la disponibilidad de camas ante la contingencia y Telemedicina, con más de 8.000 teleconsultas realizadas a la fecha, lo que permite mantener la atención de especialistas y disminuir las listas de espera del establecimiento.
"Este es un hospital de alta complejidad, centro de referencia para diversas especialidades. Por ello es tan necesario que avancemos no sólo en su recuperación, sino en un gran proyecto que permita además subir el estándar de lo que teníamos antes", comentó el director (S) del Hospital, Raúl Quintanilla.
El médico enfatizó que "estamos trabajando en un plan, en conjunto y con la aprobación del Minsal y el SSMC, con un horizonte de aproximadamente tres años, que nos permitirá para el año 2024 contar con un nuevo Centro de Diagnóstico y Tratamiento, que acogerá las mismas atenciones pero, además, lo hará en mejores condiciones".