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"Geometría variable" se avizora en la Convención: Cómo se ordenaron las fuerzas políticas en el arranque

En la elección de la presidenta del organismo se identificaron de inmediato los polos. Chile Vamos e Independientes No Neutrales estáticos en sus posiciones y dos bloques de izquierda que llegaron a acuerdos trabajosos: el PS aliado con al FA y el PC con la Lista del Pueblo.

06 de Julio de 2021 | 08:00 | Por Consuelo Ferrer, Emol
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El Mercurio
En los meses previos se advirtió muchas veces: la Convención Constitucional no sería el Congreso Nacional ni funcionaría con lógicas similares. En sus primeras horas de funcionamiento, la premisa quedó a la vista. "Lo que habíamos visto hasta ahora en Chile era una lógica más bien bibloquista, de los bloques de izquierda y derecha. Así habíamos entendido la política, y los acuerdos que se producían siempre tenían lugar en ese contexto", comienza a explicar el decano de la Facultad de Gobierno de la U. Central, Marco Moreno.

"Ahora vamos a ver un cambio, y ya lo estamos viendo, porque esos grandes bloques no van a estar", continúa. "Lo que estamos comenzando a ver es que este proceso no va a ser fácil, que va a requerir de mucha transacción política y que va a haber mucha interacción entre distintos actores. Vamos a ver una combinación de decisiones colectivas con individuales, que van a llevar muchas veces a que las agendas se crucen. A veces van a lograrse acuerdos y a veces no", dice.

Toda esa teoría se puso en práctica el domingo cuando los 155 convencionales constituyentes votaron por la mesa directiva. En la primera votación por la presidencia, Elisa Loncon se impuso como la mayoría más significativa con 58 votos de diferentes orígenes: 18 de los 21 votos del Frente Amplio fueron para ella, obtuvo todos los 15 de la lista del PS, seis de la Lista del Pueblo, el de una independiente con cupo PC, tres de la Lista del Apruebo y seis de independientes sin coalición.

No fue sorpresivo que Loncon concentrara votos, debido a que su candidatura fue la única oficializada con anticipación por el pueblo Mapuche y a ella se sumó el Frente Amplio. Lo que sorprendió fueron los votos que no recogió: le faltaron ocho de los escaños de pueblos originarios y no obtuvo ninguno de los seis militantes comunistas, un partido que entró a la Convención en alianza con el Frente Amplio. Tampoco recibió el apoyo de 21 constituyentes de la Lista del Pueblo.

Además de Loncon, las siguientes mayorías fueron para Harry Jürgensen, que obtuvo 36 de los 37 votos de Chile Vamos —Bernardo de la Maza votó por Agustín Squella— y la convencional Colla Isabel Godoy recolectó 35: todos los del PC, 19 de la Lista del Pueblo, siete de integrantes de pueblos originarios, dos del Frente Amplio y uno independiente.

"Esta tensión se va a empezar a visualizar con claridad", dice Moreno. "Y este enfrentamiento, que también tiene que ver con nuevas formas de liderazgos y con que no hay jerarquías ni órdenes de partido, generan estos desalineamientos en todos los grupos, incluso en el más compacto", advierte. La nueva lógica, explica Moreno, obligará a nuevas formas de hacer política.

Micropactos en medio de otra disputa


"¿A qué va a obligar este escenario? A un ejercicio de geometría variable, que es un concepto que se utiliza mucho en la política española porque allá la dificultad de obtener mayorías absolutas está dada porque hay muchas autonomías y gran diversidad política. Eso obliga a buscar entendimientos o pactos para poder tener legislaturas a nivel de las regiones. Ese fenómeno acá se va a instalar", asegura.

Desde antes de las elecciones, Moreno fue una de las voces que afirmó que la tesis del tercio quedaría obsoleta porque ninguno de ellos sería "monolítico". Una idea similar defendía el doctor en Ciencia Política, Kenneth Bunker, quien apostó a que los dos tercios para aprobar normas se conformarían con diferentes votos dependiendo del tema que se someta a discusión. "La izquierda es la que va a poner los temas sobre la mesa y van a ir a buscar al legislador número 104, que es de los dos tercios, en la frontera con la derecha", decía en marzo.

"Esto va a ser más parecido a una lógica de parlamentarismo puro, donde van a tener que buscar a veces pequeños acuerdos o armar coaliciones ad hoc (...) Es tanta la heterogeneidad y es tan fragmentada la Convención, que la única manera de poder entenderse va a ser esa"

Marco Moreno
Terminada la primera votación el domingo, faltaban 29 sufragios para lograr la mayoría simple que le permitiera quedarse a Loncon con la presidencia. Luego de un receso con intensas negociaciones, los resultados fueron inmediatos: recolectó los tres votos que le faltaban en el FA, 19 más en la Lista del Pueblo, los seis del PC, cinco nuevos en la Lista del Apruebo y un independiente más. También recibió otros tres entre los pueblos originarios. El cómputo fue de 96 votos, lo que le permitió quedarse con la presidencia.

"Esto va a ser más parecido a una lógica de parlamentarismo puro, donde van a tener que buscar a veces pequeños acuerdos o armar coaliciones ad hoc: van a tener que acercarse a otros con los que, a lo mejor, ideológicamente no podrían hacerlo. Es tanta la heterogeneidad y es tan fragmentada la Convención, que la única manera de poder entenderse va a ser esa: microacuerdos, pequeñas alianzas como las que vimos ayer", dice Moreno.

En la pugna, además, se avizora una tensión entre el polo del FA-PS y el del PC-Lista del Pueblo. "Ahí hay un eje que puede terminar distinguiendo estos dos mundos", opinó en EmolTV el investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad, Daniel Mansuy. "Uno ve hoy día a parte del Frente Amplio mucho más cómodo con el PS que con la lógica del PC, y la paradoja es que en dos semanas hay una primaria donde el FA va con el PC", comenta.

Para Moreno, lo que hay es "una disputa por la hegemonía de la izquierda". También identifica un cierto resentimiento por parte del PC por la decisión unilateral del FA de apoyar públicamente la candidatura de Loncon sin consultarlo antes con ellos, sus compañeros de pacto. "El PC tiene siete escaños y el FA veintiuno. El FA está imponiendo su mayoría circunstancial, y eso el PC lo resintió", afirma.

La matemática en la otra vereda


Pero Loncon y Godoy no fueron las únicas candidatas que recibieron apoyos el domingo. En otros puntos del espectro político, Jürgensen terminó la primera votación con los 36 votos de Chile Vamos y Patricia Politzer recolectó 20: los 11 de los Independientes No Neutrales, uno de la Lista del Pueblo, uno de la DC, tres del PPD, dos de independientes de la Lista del Apruebo y dos de independientes sin coalición.

La diferencia, en este caso, fue que los apoyos se movieron poco. En el caso de Jürgensen, en la segunda vuelta perdió tres votos que se fueron a Politzer. La periodista, a su vez, bajó sus apoyos totales a 18: si bien mantuvo los 11 de su coalición y sumó cuatro de Chile Vamos —De la Maza cambió su voto de Squella a ella—, solamente retuvo un voto del PPD —el de Harboe—, y dos independientes, Rodrigo Logan y María Trinidad Castillo.

"Es verdad que (Vamos por Chile) no tiene el tercio, pero también es cierto que las distintas listas de izquierda o independientes tampoco van a tener mucha facilidad para articularse, porque hay muchas sensibilidades distintas"

Daniel Mansuy
Se registraron, además, tres votos en blanco —uno en la Lista del Pueblo y dos en los pueblos originarios, incluyendo a la mapuche Natividad Llanquileo— y las demás candidaturas que habían recibido un apoyo marginal en la primera votación —Cristina Dorador, Agustín Squella, Daniel Bravo y la propia Llanquileo— no recibieron ningún voto en la segunda.

A juicio de Moreno, que lo hizo Vamos por Chile el domingo fue un "error". "Atrincherarse en una identidad no le sirve de nada, porque los 36 votos los pueden seguir teniendo ellos mismos pero sin ningún efecto. Van a tener que empezar a alinearse, ya sea con los Independientes No Neutrales o con los ex integrantes de la Nueva Mayoría, para buscar entendimiento. Quizás liderazgos como Cristián Monckeberg o Hernán Larraín Matte puedan ayudar en ese proceso de buscar puentes. De lo contrario, la votación de la derecha va a ser una sin destino", advierte.

"Yo eché de menos un sentido táctico más astuto, de decir 'no tenemos los votos ni los vamos a tener', por lo tanto apoyar a alguien que fuera más cercano a sus ideas o con quien pudiera trabajar, de algún modo, y generar algún hecho político", añadió Mansuy. "Si esa va a ser la actitud de la derecha en la Convención, simplemente marcar su punto testimonial de manera unitaria constantemente, está condenada a ir a pegarse contra un muro".

Según entiende, la estrategia del bloque de derecha el domingo fue la de dar "una señal de unidad". "Supongo que también es importante. Es verdad que no tiene el tercio, pero también es cierto que las distintas listas de izquierda o independientes tampoco van a tener mucha facilidad para articularse, porque hay muchas sensibilidades distintas", dijo. Eso se notó, por ejemplo, en la votación de la vicepresidencia, que debió realizarse tres veces para que Jaime Bassa saliera triunfador. "Si tienes un bloque de 36 votos, es verdad que puedes pesar, pero se requiere mucha más habilidad de la que tuvo la derecha el domingo", cierra.
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