"Está todo por verse", resume la cientista política y académica de la U. de Valparaíso, Javiera Arce, a menos de una semana de la primaria presidencial de Chile Vamos y Apruebo Dignidad. Se refiere, específicamente, a la segunda. "El escenario es más incierto. Hace un mes y medio, Jadue la tenía más fácil, pero ahora no sabemos mucho qué va a pasar", comenta.
Una opción: que se den los resultados que las encuestas han venido vaticinando desde hace meses, cuando Daniel Jadue (PC) empezó a emerger como un natural liderazgo presidencial desde la alcaldía de Recoleta. Esa posición se ratificó con su reelección en mayo pasado, donde obtuvo el 64% de los votos en la comuna.
Otra opción: que las encuestas se equivoquen. "Ya viste cómo han fallado. No fueron capaces de determinar las preferencias de independientes ni que iba a ganar Claudio Orrego la elección de gobernadores regionales. Pocos días antes de la segunda vuelta, Pulso Ciudadano decía que Oliva ganaba por casi diez puntos", comenta.
Y es que luego de un mes de campaña, existe una noción general de que la cancha dentro del pacto de izquierda se ha ido igualando, que el candidato del Frente Amplio, Gabriel Boric (CS), podría estar acortando la distancia con el abanderado del Partido Comunista.
"Lo que parecía una victoria fácil de Jadue podría enredarse por el acierto de Boric de ir a buscar votos en la ex Nueva Mayoría", comentó el analista Carlos Correa Bau en La Tercera. "El diputado por Magallanes muestra que no vino a esta primaria a ser un sparring, sino a pelearla. Pese a lo que dicen las encuestas, no es descartable el puntarenazo", agregó.
Una estrategia "diferente"
Las opciones de Boric parecen haber aumentado y el avance se debe a varios factores. El principal, coinciden todos los expertos consultados por Emol, se relacionan con la decisión del candidato del FA de llevar adelante una campaña poco común en términos políticos.
"Él tomó una apuesta arriesgada y distinta", comenta el investigador del Centro de Análisis Político de la U. de Talca, Mario Herrera. "Generalmente lo que se hace en primarias es buscar la diferenciación a través de la polarización, y Boric hizo todo lo contrario: fue a buscar la diferenciación a través de la moderación, de apuntar a ese elector de la ex Nueva Mayoría y de la ex Concertación que no tiene un candidato, porque no hay en esta primaria, y que eventualmente podría votar por él", dice.
Con él coincide plenamente Javiera Arce. "Él supo leer esta contienda. En general las primarias tratan de hablarle a los convencidos, para que la gente vaya a votar, pero la campaña de Boric ha sido súper diferente: mucho más convocante, más expansiva, y sobre todo hacia el centro, porque sabían que no podían crecer a la izquierda", explica.
"Boric, por haber suscrito el acuerdo del 15 de noviembre, quedó quemado con los sectores más 'ultra', pero no así con los de centro. Incluso se ganó un espacio de respeto en la derecha, donde lo percibieron como una persona más republicana. Y su campaña ha sido muy coherente, invitando a soñar algo distinto pero bien aterrizado, sin forzar tanto, dentro de los cánones de lo posible", añade.
Según Arce, Boric representa para muchos una "garantía de gobernabilidad" que puede estar por encima de la que ofrece, por ejemplo, un candidato de la antigua Concertación. "Él es capaz de llegar a sectores donde los otros no llegan, y además hay una cuestión generacional interesante, que tiene que ver con la juventud", dice.
Los "errores" de Jadue
Más allá de su estrategia política, el buen momento de Boric también se ve influido por lo que ha sido descrito como una serie de "errores no forzados" de su contrincante, a quien se le ha criticado "tozudez" frente a temas científicos —como su defensa al medicamento Avifavir— o la confusión que despertaron declaraciones suyas y de su asesor económico sobre el futuro de la pymes, las cuales abordó y explicó en el debate del domingo.
"Jadue ha estado un poco errático", comenta Arce, y reconoce también que le ha tocado más duro en los debates televisivos. "Ayer los periodistas estaban buscando errores en él, que es la función de la prensa, pero creo que hubo un exceso que terminó transformándose en un monopolio de peleas que el mismo Boric reconoció", dice. "En vez de haber pasado por alto algunas preguntas, lo que hace Jadue es meterse en un pantano del cual le cuesta salir".
Por su parte, Correa Bau destaca que la estrategia política de ampliar su convocatoria que ha ayudado a Boric fue criticada precisamente por Jadue, luego de que el candidato del FA se juntara a tomar once en Concepción con Paula Narváez (PS). "Ya han mostrado dónde van a ir a buscar los votos", dijo el alcalde de Recoleta. Boric respondió: "No se puede gobernar solo con quienes piensan exactamente igual que tú".
El debate, que comenzó entre ambos con una dinámica de "guante blanco" y poco enfrentamiento, con el paso de los días se ha ido tensionando. Este lunes, Jadue lanzó una dura acusación contra su contrincante: "Permitió, con su voto en la aprobación de la ley antibarricadas, que hoy tengamos muchos presos políticos en nuestro país. Gracias a él, a su conglomerado, tenemos presos políticos", dijo.
A esto se le sumó un problema externo: las manifestaciones multitudinarias que comenzaron a registrarse en Cuba y que repercutieron en una declaración de apoyo al régimen por parte de su partido. Aunque Jadue señaló el domingo que condenaría violaciones a los Derechos Humanos en el país "si se acreditan", el tema quedó instalado. "Jadue tiene una mochila demasiado pesada, porque tiene detrás a su partido", dice Arce.
La incógnita de la participación
Pero los analistas saben que nada estará dicho hasta el domingo, principalmente por una característica del sistema electoral chileno que impregna de incertidumbre extra todas las elecciones: el voto voluntario, lo que vuelve impredecible la tendencia al desconocer cuántos y quiénes se movilizarán hasta las urnas para emitir su sufragio.
En la antesala, se pueden hacer algunas inferencias. "Generalmente los que votan en primarias son adherentes, militantes o simpatizantes de las coaliciones, personas que tienen mayor conocimiento de la política o mayor interés en ella. El votante es el que tiene definida una preferencia política muy marcada, y eso favorece más a Jadue", dice Herrera desde Talca.
Por otra parte, los resultados de la elección constituyente podrían ser un buen augurio. El pacto sacó en total 28 convencionales: siete de ellos fueron militantes del PC o personas con cupo cedido por el partido, pero los escaños de Revolución Democrática y Convergencia Social llegaron a 15. En las municipales, el FA también tuvo un buen rendimiento: obtuvo 13 comunas, mientras el PC sacó seis.
Según el comando de Jadue, su candidatura fue levantada por organizaciones sociales y territoriales y su figura tiene gran arraigo popular. En cambio, se ha mencionado, Boric sería más una opción de sectores de elite. En un país donde las votaciones muestran sesgo de clase —la participación suele ser más alta en comunas más ricas y más baja en las más pobres—, esta tesis, dicen los expertos, está todavía por comprobarse.
"Yo tendría cuidado con asociar temas de clase al voto", dice Arce. "Ojalá sea cierto que el PC vuelva a tener territorio, yo los veo organizados y dispuestos y esto podría reafirmarlo, pero todavía es una interrogante y hasta que no lo veamos, no vamos a saber", dice. "Para Boric es verdad que tiene el apoyo de los sectores elitistas, porque el Frente Amplio lo tiene, y algunos podrían acusarles de que no tienen territorio, pero el tema del atajo informativo es clave al momento de movilizarse para votar", añade.
Para Herrera, falta ver qué va a pasar con los territorios donde el FA ya ha ganado. "Son comunas de clase media donde el FA hizo un trabajo territorial muy fuerte para las últimas elecciones, como Maipú, Estación Central y algunas de Santiago Poniente, ¿van a tener la capacidad de movilizarlos? En cambio, en comunas de la zona sur votan tradicionalmente por el PS, el PC o por candidatos más marcadamente de izquierda, ¿eso se logrará transformar en un apoyo popular?", dice.
"Lo que diría tradicionalmente la teoría sobre campañas políticas es que lo que hacen es entusiasmar al votante que ya tenía medianamente decidido votar por el candidato: confirman el voto, pero no lo cruzan. Va a ser interesante ver qué va a pasar con el votante que no tiene necesariamente simpatía por estas dos coaliciones, ¿van a lograr entusiasmarlos para ir a votar?", agrega. Son ellos, desliza Herrera, los que pueden inclinar la balanza.
