Si bien el uso de criptomonedas ha traído diversos beneficios en cuanto a la velocidad de las transacciones y por ofrecer mayor seguridad, también se ha traducido en el surgimiento de nuevos delitos.
Tema que ha sido discutido a nivel internacional: esta semana, la Unión Europea propuso prohibir las transacciones anónimas en criptomonedas como parte de un plan para combatir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo.
Mientras que en mayo China prohibió a sus instituciones financieras y empresas realizar operaciones con criptomonedaspor infringir "gravemente la seguridad de la propiedad de las personas" y por pertubar "el orden económico y financiero normal".
Y Chile no está ajeno a este fenómeno. La Policía de Investigaciones (PDI) ha evidenciado un aumento en el uso de estos medios digitales de intercambio para cometer delitos, especialmente con los relacionados a las estafas, el narcotráico y el lavado de activos.
Según detallan desde la policía civil, estas nuevas formas de intercambio impiden el rastreo, ya que se trata de transacciones privadas con total anonimato.
Estafas comunes
El jefe de la Brigada Investigadora del Cibercrimen, subprefecto Luis Orellana, explica que hay tres tipos de estafas con uso de criptomonedas que se han vuelto más comunes.
La primera son las "falsas inversiones". "Ofrecen falsas promesas y grandes ganancias. Estos sujetos tienen sitios de inversiones que parecen muy reales, donde llaman a invertir en este tipo de instrumento o moneda digital, mostrando muchas veces ganancias muy rápidas, pero falsas. Entonces las personas invierten en este tipo de moneda y cuando ellos quieren retirar estas ganancias, la inversión, simplemente dejan de contestar y ahí se dan cuenta de que fueron estafados".
También existe la suplantación de identidad para llamar a invertir. "Bajo esta misma modalidad, se hacen pasar por gente famosa u ocupan rostro de gente famosa para estafar gente. Se han hecho pasar por Francisco Saavedra, Iván Zamorano, de los empresarios Andrónico Luksic, Farkas, y ahí ocupan noticias falsas para darle mayor atractivo a las personas, y cuando las logran captar, se contactan con ellos y les piden que inviertan, les piden las tarjetas de crédito, ofrecen más inversiones, hasta que la persona estafada se da cuenta de que es una empresa falsa", señala Orellana.
Por último, una estafa que "es más sofisticada son las cajas de cambio falsas. Los delincuentes crean una página falsa y hacen que las personas depositen dinero para cambiar o comprar monedas, y al momento de hacer la transferencia, pierden el dinero".
Otros delitos
Sin embargo, esos no son los únicos delitos que se están cometiendo mediante estas monedas digitales. El subprefecto Orellana indica que existen múltiples formas de explotarlas, como transacciones de drogas con criptomonedas o extorsiones a través del ransomware (robo de datos).
"En casi todos los ataques que se hacen con ransonmware las personas solicitan el pago para poder desencriptar la información a través de criptomonedas y entregan una dirección de la billetera digital para que se transfiera el dinero a ese lugar", sostiene.
Asimismo, el lavado de dinero proveniente del narcotráfico y los delitos violentos ha crecido fuertemente con la llegada de las monedas digitales, de acuerdo a lo que indica el subcomisario Víctor Contreras Pacheco, de la Brigada de Lavado de Activos de la PDI.
"La plataforma digital en la cual pueden obtener el criptoactivo no requiere necesariamente que yo me individualice o me registre con mis datos reales. Incluso hay plataformas que permiten crear cuentas con total anonimato, y de igual manera mantener fondos de criptactivos. Y esto permite tener una cuenta pseudo bancaria que obviamente es propicia para efectos de utilizar el dinero, mover el dinero e incluso mover el dinero", dice.
De hecho, agrega Contraras, "en Europa hay policías que han creado derechamente unidades policiales solamente para investigaciones relacionadas con criptomnedas. Y eso es porque la plataforma digital se mueve y se traza de una manera totalmente diferente al banco, y obviamente al no existir una ley específica que venga a determinar el funcionamiento, crea un ambiente de hostilidad y crea un ambiente propicio para la comisión de delitos".