Tras las protestas ocurridas ayer en Plaza Baquedano, a favor de "los presos de la revuelta" y que terminaron con incidentes en el Barrio Lastarria, el presidente de la asociación gremial de Emprendedores y Empresarios del Barrio Lastarria,
Alfonso Molina, aseguró que "ni en los peores días del estallido social esto se produjo de esta forma".
"Lo sucedido ayer nos dejó bastante desolados, porque después de tanto tiempo, de haber padecido un estallido social y después una pandemia, donde muchos de los locatarios se plantearon la posibilidad de cerrar y al final decidieron mantenerse y seguir endeudándose y seguir comprometidos con su actividad y con el barrio, viene una turba muy violenta el día de ayer que fue nunca antes vista", dijo a Emol.
La diferencia, según explicó Molina, fue porque esta vez "se atacó al ciudadano, se atacó a la gente que estaban en las mesas, o sea, ellos venían con una idea muy fija de destruirlo todo y quemarlo. Ellos venían con el cántico 'viva Campillai', ese era su lema digamos, su grito de guerra, se tiene que decir grito de guerra, porque venían preparados para destruirlo todo, o sea arrasaron con tres restoranes y, de alguna forma, perjudicaron a otro más y los que fueron destruidos, fueron destruidos en su totalidad, o sea, tirando los platos de la gente al suelo, las mesas empujándolas, había crisis de pánico de varias personas, llorando en la cuneta, porque no entendían esta agresión".
En ese sentido, aseveró que "hay responsabilidades de las personas que emiten y que solicitan y que hacen un llamado a esta violencia, y yo creo que eso es muy preocupante en una sociedad donde los ánimos están cambiados, donde todavía hay un empoderamiento social importante y que creo que está mal conducido".
"Una persona que sea un líder social, que venga de donde venga, el color político que tenga, no puede hacer un llamamiento a la destrucción y a incendiar todo lo que se le plante por delante, eso es muy preocupante", agregó. Por lo mismo, dijo que no sabe qué medidas se tomarán, si la Fiscalía o algún gremio se va a querellar, pero "nosotros estamos pensando y evaluando eso conjuntamente con otros gremios de la zona cero, porque se están vulnerando los derechos de muchos ciudadanos".
"Más que lo material que eso se recupera de alguna forma, duele, pero se recupera, aquí hay un daño sistemático y psicológico de las personas que trabajan aquí", dijo Molina a este medio y añadió que "aquí las personas tienen crisis de pánico, hay gente que está con los nervios de punta, hay gente que está muy vulnerable a lo que va sucediendo, o sea, aquí un camión pasa muy rápido o un ruido toca la bocina, la gente salta, porque realmente aquí todos los viernes sucede algo.
En relación a lo último destacó que sabían "que había algunas manifestaciones en Plaza Baquedano, pero como otros viernes que ha sucedido, que hace mucho tiempo no lo veíamos, donde habían pequeños grupos de manifestantes que muchos de ellos vienen que son pacíficos y que nosotros coincidimos en que tiene que haber cambio social y mucha gente debe tener la misma opinión, pero eso no tiene nada que ver con lo que sucedió ayer".
Por eso, dijo que "nos vino tan de sorpresa, porque de repente vino desde la calle Merced por Lastarria, apareció una turba de unas 70 personas muy organizadas y de forma muy violenta a arrasarlo con todo".
En ese sentido, señaló que "eso no puede suceder en un país que quiere una nueva Constitución en orden social distinto, donde se prevalezcan los derechos de todos, sobre los derechos individuales y de algunas minorías que quieren el caos, la destrucción y solamente generar miedo y odio y eso no lo podemos aceptar como sociedad".
Y, mencionó que "hay restoranes que, yo lo considero insólito en una democracia, en un Estado de Derecho, de que aquí se venga a plantear de no abrir los viernes para evitar que su personal sea agredido y la clientela sea violentada".
Mesa de trabajo
En cuanto a las autoridades, el presidente del gremio dijo que "se preocuparon de esta situación, nos llamó el ministerio del Interior, nos llamaron los jefes de gabinete, vino la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler".
En relación a la jefa comunal, sostuvo que "vino a preocuparse de la situación que se había acontecido el día de ayer y nos propuso generar una mesa de trabajo de aquí al día martes, para poder sentarnos con el Ministerio del Interior, que debe ser quien lidere esta mesa, Carabineros y obviamente nosotros como organización social, la junta de vecinos y la alcaldesa personalmente, para desarrollar nuevas estrategias para evitar que estos hechos sucedan nuevamente".
Por otro lado, Molina aseguró que "tampoco hubo una provocación de Carabineros".
Incluso, señaló a este medio que "sí hay que decir y criticar el actuar de Carabineros", porque a pesar de que estaban a una distancia "razonable de ellos para no generar más provocación o una situación más álgida, ellos tampoco intervinieron cuando vieron que estaban atacando a la gente que estaba en las mesas, ellos fueron muy pasivos".
En ese sentido, dijo que "yo creo que aquí hay cierta responsabilidad en Carabineros de no haber protegido a la gente y a la ciudadanía que estaba siendo vulnerada en sus derechos y arriesgando la integridad física de muchas personas".
Por último, en cuanto a las pérdidas, enfatizó en que aún "es muy temprano" para saber: "por ejemplo, recién hoy día los locales más afectados no abrieron, están evaluando los daños y lógicamente lo más preocupante para ellos es cómo está el personal y la gente que colabora con ellos".
