Los extranjeros eran recogidos en un vehículo en la frontera con Bolivia y trasladados hasta Pozo Almonte, donde recibían documentos falsos.
El Mercurio (Imagen referencial)
La Fiscalía, en conjunto con la Brigada Investigadora de Trata de Personas de la PDI, logró desarticular a una banda, integrada por cuatro personas, que se dedicaba a cobrar a inmigrantes para ingresarlos al país por pasos no habilitados.
La agrupación era liderada por una profesora venezolana, identificada con las iniciales M.C.G., que trabajaba en un liceo de Alto Hospicio y era quien coordinaba el ingreso de los extranjeros. Para eso tenía contacto con personas de fuera del país –en Colombia y Perú–, que le avisaban del arribo de inmigrantes a la frontera con Chile.
Con esa información, contactaba a L.C.M., quien se encargaba de ir hasta la frontera con Bolivia, recoger en un vehículo a los inmigrantes y trasladarlos hasta Pozo Almonte, donde eran dejados en un hotel ubicado en calle Libertad, donde otros dos imputados –G.F.B. y A.U.E.– les daban alojamiento. Eso a la espera de que la líder les entregara la documentación que necesitaban para trasladarse por el territorio nacional, como el certificado de egreso de residencia sanitaria, el cual era falso, informa "La Estrella de Iquique".
Según la Fiscalía, por todo este servicio los imputados cobraban $130 mil por persona. El fiscal del caso, Hardy Torres, indicó que en los cuatro meses que duró la investigación preliminar, se pudo establecer que la imputada recibió más de 21 millones de pesos.
De acuerdo a los antecedentes, en un grupo de personas que fueron ingresadas ilegalmente al país el pasado 17 de marzo habría estado el ciudadano Domingo Vivas González, quien falleció producto de un infarto en la comuna de Colchane y fue dejado abandonado en el lugar por los "coyotes".
La Fiscalía formalizó a los cuatro detenidos por los delitos de asociación ilícita y tráfico de migrantes agravado; y a la líder, además, por falsificación de documentos públicos. Todos quedaron en prisión preventiva.