Por todo ello, es que el cáncer es considerado un problema de Salud Pública, por lo que se han definido leyes y estrategias como el GES (Garantías Explícitas en Salud) contenidas en la ley 19.966 -promulgada el 25 de agosto de 2004 y publicada el 03 de septiembre de ese año-, para intentar garantizar el acceso a ciertas prestaciones para un número de problemas de salud determinado para personas afiliadas a Fonasa y a isapres.
Las Garantías exigibles son: acceso (derecho por Ley de la prestación de Salud), oportunidad (tiempos máximos de espera para el otorgamiento de las prestaciones), protección financiera (la persona beneficiaria cancelará un porcentaje de la afiliación) y calidad (otorgamiento de las prestaciones por un prestador acreditado o certificado). Cuando el plan comenzó en julio de 2006 cubría 56 problemas, más tarde aumentó a 69. En julio de 2013 se aumentó a 80 y en octubre de 2019, a 85.
En cuanto al cáncer, son 17 los que actualmente cubre el GES, entre ellos: cervicouterino, de mama en personas de 15 años y más, gástrico, de próstata, leucemia en personas de 15 años y más, de ovario epitelial, de pulmón y de tiroides. Sin embargo, no se garantiza el tratamiento completo para todas estas patologías, sino que cada una tiene una lista de prestaciones, atenciones de ciertos exámenes y de ciertos tratamientos, entre otros.
La forma en que se activa la posible prestación tiene parte con el diagnóstico médico, si se sospecha de una patología Auge, "inmediatamente debe informar al paciente de aquello y activar el protocolo para asegurarle ciertas prestaciones, como exámenes o tratamientos que deben cumplirse dentro de un plazo", explica el médico y magíster en gestión, Guillermo Guevara.
Costos asociados
El precio del plan Auge o GES va a depender de la afiliación de la persona. Una persona afiliada a Fonasa no debe pagar por el precio del plan Auge o GES, no así, una persona afiliada a una Isapre, debe pagar por cada beneficiario un monto mensual en pesos o Unidades de Fomento, U.F. determinado por su Isapre.
Ahora bien, en la instancia en que las personas requieran una prestación Auge, en el caso de los afiliados a Fonasa "éstas tienen un monto establecido, y habitualmente, éste suele estar completo, salvo una prestación completa que deban pagar algo más", agrega. En otros casos, se paga un porcentaje de la prestación dependiendo del tramo al que pertenezcan, si es C, pagan un 10%; si es D, un 20%.
En algunos casos, las personas que cuentan con un buen plan de Isapre, incluso les resulta más conveniente renunciar al Auge, "porque la cobertura que le da su isapre de manera concreta para esa patología específica, puede ser mejor".
En el caso específico de cáncer y las prestaciones que pueda brindar el Auge, "en la práctica se entrega un muy buen servicio, lamentablemente no incluye todos los tipos de cáncer, pero en general la selección de las patologías obedecen al criterio de que un diagnóstico y tratamiento oportuno presenta una mayor cantidad de beneficios en salud", explica el médico.
Ahora bien, existen leyes complementarias que se hacen cargo de aquellos tratamientos o medicamentos de alto costo, como la Ley Ricarte Soto, que incluye ciertas terapias y fármacos oncológicos. "En este caso también se puede optar a cobertura estatal, con la diferencia es que requiere pasar por un comité técnico -en el caso del cáncer, sería de oncólogos- quienes decides finalmente qué paciente está en la situación contemplada en esta ley".
Listas de espera
Según datos del informe de Garantías de Oportunidades GES retrasadas y lista de espera No GES al primer trimestre de 2021, de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, hay 5.303 pacientes oncológicos que han visto retrasadas sus atenciones, al 31 de marzo. El cáncer de mama lidera con 1.073 pacientes en espera, seguido del cáncer colorectal en pacientes de 15 años y más, con 1.069.
El oncólogo
José Peña, del Hospital Sótero del Río, explica que cada hospital del país funciona de manera diferente, considerando que no todos los hospitales cuentan con mecanismos para satisfacer las prestaciones, lo que deriva en algunos casos en el aumento de los tiempos para acceder a las mismas.
Asimismo, recalca que durante la pandemia hubo una importante baja en los diagnósticos de los cáncer GES, tanto en el sector público como privado, "porque las personas dejaron de consultar por el temor de las personas de salir de la casa y porque se cerraron muchas atenciones ambulatorias, lo que derivó en que el año pasado prácticamente se redujeran las listas de espera. Sin embargo, ahora estamos viendo más casos de cáncer y más avanzado".
Consultado por el tiempo promedio en que un paciente oncológico podría esperar por atención, el especialista explica que eso "depende de cada lugar, debido a la heterogeneidad de los recintos, pero en general son mayores de los normal", eso combinado con un punto clave: "muchas personas no conocen sus derechos, por lo tanto no saben donde reclamar, o que tienen acceso a un segundo prestador, que el hospital si no tiene hora los tiene que derivar", recalca.