"Yo no sé cómo diablos estamos todavía discutiendo los dos tercios", dijo este lunes el convencional independiente, Agustín Squella, lamentando el debate abierto en el Pleno de la Convención Constitucional sobre el quórum de aprobación de normas para la nueva Carta Fundamental, asegurando que, si no se respeta, el órgano corre peligro.
"Ese quórum hay que respetarlo, nos guste o no", dijo a Radio Cooperativa, junto con recalcar que, de ponerse en cuestión, "se acaba la Convención". Sus dichos generaron inmediata respuesta entre sus pares: Mientras unos lo criticaron, asegurando que busca elaborar una nueva Constitución bajo "tutelaje", otros respaldaron su postura.
En el primer grupo, está el convencional del PC,
Marcos Barraza, quien planteó que "él básicamente es un ejemplo de quien vive con nostalgia la democracia de los acuerdos. No se siente cómodo cuando hay soberanía popular, más bien quiere una democracia restrictiva, quiere tutelaje y por lo mismo, no escatima en argumentos catastrofistas".
"Yo creo que la Constitución está lejos de poder sucumbir o acabarse producto de una deliberación que es soberana dentro de la Convención Constituyente. Yo lo invitaría a que creyera más en la democracia", sostuvo el representante del Distrito 13, quien ya había expresado su apoyo al fin de los dos tercios en la sesión del Pleno del jueves pasado.
En tanto, el convencional de Pueblo Constituyente (ex Lista del Pueblo), Manuel Woldarsky, señaló a Emol que los dichos de Squella son "propios de una persona que no está disponible para transformaciones reales. Pero no me extraña, porque el modelo que buscamos humanizar ha beneficiado a personas como don Agustín".
El convencional independiente, Mauricio Daza, dijo a este medio que "no creo que la convención pierda su legitimidad si se rechaza la regla de dos tercios, ya que finalmente ella va a ser dada a partir de lo que decida la ciudadanía en el plebiscito de salida".
"En lo personal creo en esta regla, no porque sea inamovible al haber sido definida previamente, sino porque me parece que es adecuada para definir el contenido de la nueva Carta Fundamental. Necesitamos una Constitución cuyas normas sean estables, para lo cual deben expresar un consenso amplio", enfatizó.
Una postura similar apuntó el constituyente Christian Viera (IND). "La cuña es exagerada, pero en el diagnóstico y, lo he dicho siempre y también en el Pleno, es una regla que es independiente de si nos gusta o no. ¿Se puede cambiar? Sí. ¿Puede bajar? También, pero en ambas hipótesis, la modificación se debe hacer por el órgano que la creo".
En la Vamos Chile respaldaron los comentarios de Squella. Al respecto, el convencional de RN, Ruggero Cozzi, expresó a Emol que "el quórum de dos tercios permanecerá intacto, independiente de lo que se vote en el reglamento, ya que se trata de una regla constitucional".
"En realidad, acá hay un problema político. El Frente Amplio debe ser capaz de contener al Partido Comunista. Gabriel Boric participó del acuerdo del 15 de noviembre. Si el PC se rebela, tendremos un problema de gobernabilidad en la Convención Constitucional", advirtió.
Mientras, el representante de Evópoli,
Hernán Larraín Matte, manifestó que "la legitimidad de la Constituyente se juega en el respeto de las reglas que el 80% de los chilenos apoyó. Importante la claridad de Agustin Squella".
En la misma línea, la constituyente independiente Loreto Vidal, aseguró en El Mostrador que "soy de aquellas que acepta las reglas que me ponen antes de correr la carrera (…) da una suerte de estabilidad y credibilidad respecto a lo que hacemos, para mí el tema de los 2/3, no es un tema que no me deje dormir".
"Creo que tenemos que hacer un ejercicio distinto. En este minuto tal cual está la Convención, y tal cual está representado el país, el tema de los 2/3 es bastante más mediático, desde mi mirada. Tampoco es algo que podamos cambiar arbitrariamente porque las reglas están establecidas así", enfatizó.
No obstante, recalcó que "tenemos que ser capaces de ceder un poco para lograr construir un mejor país, y en ese sentido los dos tercios son relevantes (…) debemos poner energías en lo que realmente podemos hacer mejor para el país, que es ponernos a dialogar y deliberar".
