A las 7:55 horas de este martes, la Sala de la Cámara de Diputados aprobó por 78 votos a favor, 67 rechazos y 3 abstenciones la acusación constitucional contra el Presidente Sebastián Piñera por su presunto rol en la venta de la minera Dominga, en un proceso inédito que se extendió por casi 22 horas.
El protagonista de la jornada fue el diputado del PS, Jaime Naranjo, quien asumió la misión de exponer los argumentos del líbelo por más de 14 horas, con el objetivo de dar tiempo para que se levantara la cuarentena preventiva que pesaba sobre el diputado de RD, Giorgio Jackson, cuyo voto fue clave para visar el texto.
De esa forma, el parlamentario socialista
se dedicó a leer un documento de 1.300 páginas, en el cual dio cuenta exhaustivamente de los argumentos que elaboró la oposición para poner fin de manera anticipada al mandato del Presidente Piñera.
En ese contexto, se produjeron una serie de episodios que acompañaron la extensa alocución de Naranjo, incluyendo discusiones en el hemiciclo de la Cámara Baja por el quórum para sesionar, preocupación por el estado de salud del legislador y expectación por el regreso de Jackson desde Santiago a Valparaíso.
El "naranjazo"
Ya lo había anunciado en la previa, cuando aseguró que llevaría a cabo la estrategia de la "ley Lázaro", hablar "hasta que los diputados puedan caminar". Con esa premisa, el diputado Naranjo comenzó su intervención pasada las 10 de la mañana de este lunes, la cual marcó un récord en el historial del Parlamento nacional.
En total, fueron 14 horas y 56 minutos, los cuales sobrellevó solo con dos pausas y alimentándose solo con frutos secos, agua y jugo. El legislador fue quemando tiempo con la lectura íntegra de la acusación constitucional, capítulo por capítulo, y luego recurriendo a otros textos, como la sentencia del tribunal ambiental sobre Dominga.
El chequeo al expositor
Con el correr de las horas fue aumentando la preocupación por el estado de salud de Naranjo. Con 70 años de edad, el legislador
aguantó el cansancio hidratándose constantemente, además de ser asistido permanentemente por distintos colegas de la oposición, siendo Carmen Hertz (PC) la que permaneció más tiempo junto a él.
No obstante, para evitar complicaciones, su compañero del PS, el doctor Juan Luis Castro, se calzó la bata blanca para chequear las condiciones de su compañero, constatando su buen estado físico tras cinco horas de discurso. En la antesala, el expositor había destacado que su perfil deportista le ayudaría a cumplir la meta.
Tensión con la mesa
Durante la lectura, Naranjo y otros diputados se enfrentaron con el presidente de la Cámara, Diego Paulsen (RN), por distintos motivos, ya sea por el ruido en el hemiciclo, que desconcentraba al expositor, o por la reticencia de la autoridad para suspender la sesión y así otorgar un descanso al socialista.
Una alternativa para lograrlo era que no estuvieran los 57 diputados requeridos para continuar la sesión por 15 minutos. En un momento, pasado el mediodía, los opositores contaron 52 parlamentarios presentes, por lo que exigieron a Paulsen que se hiciera una pausa. Sin embargo, la mesa no recogió los reclamos.
Una hora y media después, insistieron en el punto e incluso se escuchó a Naranjo decir a quienes lo rodeaban:
"salgan, salgan ustedes para que no hayan 57", lo cual fue reprochado por el titular de la corporación. "Diputado Naranjo, le pido que no incite que no haya diputados en la Sala (…) ya es suficiente con el show que tenemos", dijo.
La persecución a Jackson
El gran motivo para el extenso discurso de Naranjo era ganar tiempo para que el diputado Giorgio Jackson (RD) pudiera llegar a la Cámara a votar y así conseguir la aprobación del libelo contra Piñera. Por ello, todos los ojos estaban puestos en Recoleta, donde el parlamentario estaba cumpliendo su cuarentena preventiva.
Cuando se acercaba la medianoche, los medios de comunicación apostados en el exterior de su domicilio iniciaron una verdadera cuenta regresiva para el viaje del frenteamplista desde Santiago a Valparaíso, el cual acompañaron de forma temeraria por la Ruta 68 filmando kilometro a kilometro el avance del legislador.
Diez minutos después de salir de su casa, Jackson realizó un live en Instagram en el que dio cuenta de la persecución de los canales de televisión. Mientras, en redes sociales, varios usuarios compararon la situación con la tragedia que vivió Diana de Gales en 1997, quien murió en un accidente tras ser perseguida por paparazzis.
Otro hecho que marcó la jornada fue la inquietud por la ausencia del diputado de la DC, Jorge Sabag, quien al momento de iniciarse la sesión permanecía en la Región de Ñuble con dudas de trasladarse a Valparaíso por padecer supuestos síntomas de covid-19. Al igual que en el caso de Jackson, su voto era vital para aprobar la acusación.
Ante esa situación, el jefe de bancada, Gabriel Ascencio, y su par Gabriel Silber se contactaron con el parlamentario para conocer su estado de salud y convencerlo de acudir al Congreso, apuntando que si no llegaba, los demócrata cristianos serían los responsables del fracaso del líbelo.
En un punto de prensa, Ascensio y Silber reconocieron que su camarada se sometió a un test PCR por precaución, pero recalcando que no padecía síntomas del virus. En ese contexto, a eso de las 22:30 horas, Sabag llegó hasta la sede del Poder Legislativo, donde un equipo de la Seremi de Salud lo esperaba para someterlo a control.
Sin embargo, el legislador ingresó al edificio por un acceso alternativo, eludiendo a los funcionarios, quienes solo lograron encontrarse con Ascencio, quien ingresó por el acceso principal del Parlamento en el vehículo de Sabag, despistando de esa forma a la autoridad sanitaria.
