El vicepresidente de la Convención, Jaime Bassa.
Aton
La Convención Constitucional concluyó el viernes su visita a la Región del Biobío, en el marco de la primera salida a terreno fuera de la Metropolitana. Justo durante esta semana ocurrió un atentado incendiario en Curanilahue, comuna donde estaba sesionando una de las comisiones. Precisamente la planificación del viaje estuvo cruzada por los debates sobre qué comunas visitar a propósito de las condiciones de seguridad en los traslados, dado que la Provincia de Arauco es una de las zonas más aquejadas por la violencia.
En ese marco, el vicepresidente del órgano constituyente, Jaime Bassa, abordó los hechos que se viven al sur del río Biobío y aseguró que "hay un tema permanente con cierta forma de violencia respecto de la cual se ha tratado de obtener provecho político".
"Hay ahí una forma de politización de la vida y la muerte, del conflicto que atraviesa al pueblo mapuche y al Estado de Chile, que no sé si ha sido llevado adelante de la mejor manera. La Convención se ha visto atrapada por aquello y muchas veces
da la impresión que hay más ánimo de obtener provecho político del conflicto que estamos viviendo que de solucionarlo", afirmó en una entrevista con el Diario El Sur.
"Una muestra de ello es esta constante interpelación a la Convención a que se pronuncie condenando la violencia, en circunstancias que hemos condenado la violencia cada vez que hemos podido, en nuestro reglamento de ética, en nuestras declaraciones, yo personalmente, la presidenta personalmente", precisó Bassa.
Según Bassa, a pesar de eso habría un sector del país, con presencia en la Convención, que "o no quiere escuchar esas condenas porque no les conviene o lo que sea, o no las puede escuchar, porque no reconoce el lugar de enunciación desde el cual nosotros hablamos".
En el mismo viaje, un grupo de nueve constituyentes de derecha visitaron Cañete para reunirse con víctimas de violencia rural, en medio de las actividades oficiales programadas.
El vicepresidente le bajó el perfil a aquello y afirmó que no le veía nada negativo, además de que "me parece muy bien que haya sectores de la CC que desplieguen esa capacidad de escucha activa y comprometida con todos los sectores de la sociedad civil que sufren abusos".
La visita al Biobío
Los constituyentes sesionaron en Concepción, recibieron audiencias en distintas comunas -entre ellas Laja, Tomé y Talcahuano- e hicieron cabildos. De toda esa experiencia, Bassa, destaca que era necesario "conocer de primera mano cómo se vive el centralismo y también generar ese efecto simbólico que tiene el traslado de una entidad compleja como esta".
También se hizo cargo de las críticas a la cantidad de recursos utilizados en el viaje -que estaban calculados en torno a $350 millones, según El Mercurio- y respondió que "se olvidan que esto nunca antes lo había hecho nadie. Vale la pena preguntarse por qué hay tanto interés en desprestigiar lo que se está haciendo desde la perspectiva del gasto, cuando ese gasto es necesario para remunerar todo el trabajo detrás".
Asimismo, aclaró que había existido una comunicación muy fluida con el rector de la Universidad de Concepción, luego de la polémica por la posibilidad de sesionar en esa casa de estudios. Sobre eso, dijo que "hubo una serie de malentendidos" en torno a la salida, y que la polémica se instaló de manera "artificial".