¿Cómo marcará eso el proceso constituyente? Algunos plantean que deben mejorar la comunicación del quehacer que realizan, abocarse a la redacción de normas y dejar atrás la política declarativa. Otros creen que llegó el momento de que se moderen las posturas más extremas y un grupo, principalmente Frente Amplio y PC, apuesta por la defensa de la tarea y autonomía de la Convención.
PC: Un buen y necesario trabajo
¿Las elecciones del domingo fueron un mensaje a la Convención? Para el convencional comunista Marcos Barraza la respuesta es no. En el conglomerado con reacios a hablar de una autocrítica y Barraza sostiene que "esas son interpretaciones indebidas hacia la Convención, porque lo que buscan es instalar ideas. Creo que la Convención está realizando un buen y necesario trabajo de discusión de las normas constitucionales y prontamente se va a comenzar a ver resultados, en el sentido de que se van a empezar a difundir cuáles son las propuestas de normas que van a abordar las principales urgencias y preocupaciones del pueblo de Chile", añade.
Barraza, integrante de la comisión sobre Sistema político, es enfático en señalar que los resultados electorales no influirán en las definiciones que pueda tomar la Convención sobre tipo de gobierno o de Congreso que propondrá. "Es evidente que Chile requiere de un Congreso que tenga más atribuciones, además de atenuar las atribuciones del Presidente", dice.
Vamos por Chile aspira a una moderación de la centroizquierda
"Esto es una señal que la ciudadanía entregó, viendo que la Convención es básicamente una proyección de lo que sería un gobierno del Frente Amplio y del Partido Comunista y es así como finalmente terminaron votando más bien en términos equilibrados por el Senado y por la Cámara de Diputados", es el análisis de la convencional UDI miembro del colectivo Unidos por Chile Constanza Hube.
Añade que "ojalá esto haga reflexionar a esta izquierda afiebrada que cree, en el fondo, que la Convención Constitucional es una especie de suprapoder y donde evidentemente no se escucha a todas las posiciones".
Desde Independientes-RN-Evópoli, en tanto, Hernán Larraín sostiene que las elecciones mostraron que "la gente quiere estabilidad y no incertidumbre, y lo mismo ocurre con la Convención". Por eso, asegura, "se deben proponer cambios, pero en un marco de estabilidad. Si la propuesta al país es excesivamente refundacional genera muchas incertidumbres y el riesgo del rechazo en el plebiscito de salida es alto", y añade que la centroizquierda debiese "moderar sus exposiciones y abrirse a acuerdos amplios. Aquí hay que ser más minimalistas que maximalistas".
Arturo Zúñiga (UDI, del grupo Un Chile Unido) tiene menores expectativas, pues afirma que si existe una moderación "va a ser una actuación. Sabemos lo que piensan, sus principios acerca de utilizar la violencia como método de acción política, y cualquier actuación se va a terminar el lunes siguiente al día de la elección".
Las visiones en la ex-Concertación
El Colectivo Socialista se reunirá la próxima semana para evaluar las elecciones. Igualmente, desde ya, el convencional Maximiliano Hurtado dice que "la contingencia electoral le hace mal a la Convención".
La evaluación de su compañero de colectivo Ricardo Montero es que la Convención "tiene que comunicar bien cuál es el trabajo que está realizando, cuál es el fin que se persigue y cumplir bien el mandato popular que tiene. (...) No es ajena a la realidad del día del país y a la contingencia política, eso es evidente, pero tampoco se puede ver condicionada por esa realidad".
Más allá va el ex-PPD y miembro del Colectivo del Apruebo Felipe Harboe, para quien los resultados electorales son "obviamente, una señal de moderación. Es evidente que se requiere un texto lo suficientemente moderado, que genere cambios, que no mantenga lo que existe, pero que sea moderado".
Además, los resultados ratifican que "la gran mayoría de los ciudadanos quiere cambios y que esos cambios se realicen en paz y tranquilidad. Por lo tanto, los maximalismos corren un serio riesgo de causar el rechazo de un texto que propongamos a la ciudadanía".
Por su parte, Agustín Squella, también miembro del Colectivo del Apruebo, asegura que "los que en la Convención han hecho ostentación de posiciones inmoderadas son dos minorías que hay dentro de ella, una hacia la derecha y otra hacia la izquierda, y que, como toda minoría, tratan de mostrarse y hablar con estridencia. Lo delicado es que la mayoría alejada de esas minorías sigue sin mostrarse lo suficiente y por momentos hasta parece que no existiera".
Frente Amplio pide "cuidar la Convención" más que antes
Ya hay lecciones aprendidas, según el convencional Ignacio Achurra. El también coordinador de la comisión de Conocimientos afirma que "creo que la Convención ha ido aprendiendo y entre las cosas que ha aprendido, está que la estridencia, la polémica, no favorece al proceso (...). Yo creo que lo que hay es una toma de conciencia (...) de que el proceso se podría ver amenazado si es que se concretara la elección de José Antonio Kast, y creo que eso hace que nos sintamos todos convocados a cuidar aún más este proceso".
Añade que "la mejor manera de cuidarlo es concentrarnos en lo que hemos sido mandatados, que es escribir una propuesta de texto constitucional para presentárselo al país. Mientras menos polémicas hacia el exterior, mientras menos estridencia tenga el proceso constituyente, es mucho mejor, y creo que esa efectivamente es una mirada que es bastante compartida".
Distinta es la lectura de Fernando Atria, para quien los resultados de las elecciones demostraron que el discurso de la derecha "de tergiversación y ridiculización de la Convención" tuvo eficacia. Por eso, y en esto coincide con Achurra, llama "a cuidar más la Convención", y reconoce que tras las elecciones quedó frustrada la idea de "un Congreso que tuviera más simpatía con el proceso constituyente".
Al respecto, Yarela Gómez expresa que, "tal como le solicitamos al Congreso en ejercicio, esperamos que quienes fueron electos se pongan del lado de la profundización democrática, aprobando el plebiscito dirimente y, por cierto, permitiendo que el convencional Rojas haga efectiva su renuncia".
En tanto, Amaya Alvez afirma que "la Convención representa una voluntad mayoritaria afín a cambios profundos en materias políticas, económicas, ambientales y sociales".
PP.OO. evalúan su rol
Los 17 convencionales de los pueblos originarios han conversado sobre las posibles lecturas de las votaciones. Rosa Catrileo (mapuche) cuenta que dentro de los análisis preliminares "está que el resultado de las elecciones algo nos tiene que decir (...) Estamos en un período de autocrítica, de evaluación de lo que ha sido nuestro rol, sobre todo por la información de cómo estamos llevando la Convención".
Catrileo, coordinadora de la comisión sobre Sistema político, piensa que el proceso constituyente no estará influido por quien sea el próximo Presidente del país. "La Convención no está funcionando en base a la coyuntura, nosotros estamos pensando en normas para distintos escenarios políticos y que tenga una proyección de mucho tiempo".
Para la constituyente rapanuí, Tiare Aguilera, lo relevante tras las elecciones es que "nuestro mandato es apremiante. Los plazos son muy acotados" y agrega que "la Convención debe actuar con independencia del Presidente electo". Por esta razón, dice, el comunicado de la mesa directiva, a la que pertenece, fue claro en señalar "el compromiso asumido por ambos candidatos en apoyar la Convención como proceso democrático".
Isabel Godoy (colla) cree que el escenario (de la Convención) está complejo si el futuro Presidente es José Antonio Kast: "Ellos hablan de una sola nación, nosotros de un Estado plurinacional".
Pasar de las declaraciones a las propuestas
"Aún son solo conclusiones generales, pero creemos que es fundamental hacer una autocrítica profunda", dice Guillermo Namor (INN). Para él, la labor de la Constituyente es sobre el futuro del país, pero "de todas formas la elección nos otorga una radiografía del clima político actual y la Convención no está ajena a lo que ocurre en Chile. Ello nos llama a reconsiderar variables culturales que exceden el plano netamente jurídico".
Agrega que "cambiar de foco, y pasar de una fase de política declaratoria a una política propositiva y normativa (...) es fundamental que nos aboquemos a los debates de fondo".
Manuela Royo (Movimientos Sociales Constituyentes) admite que la conformación del Congreso a partir de marzo de 2022 abre un escenario difícil para que avancen reformas que incidan en la Convención, "pero tenemos que confiar en el bien común y pensar que los espacios de participación son para todo Chile como los plebiscitos dirimentes".
¿Influyen los resultados electorales en las definiciones que pueda tomar la Convención? Royo cree que no: "No pueden ser funcionales a los gobiernos de turno, sino que tienen que obedecer a un proyecto político, democratizador".