"No es algo que haya sido planeado, pero es algo que tomo con mucho honor y mucha responsabilidad", ha repetido en distintas oportunidades en los últimos meses el candidato presidencial de la oposición, Gabriel Boric, dando cuenta de que el desafío de asumir una carrera a La Moneda le llegó, al menos, anticipadamente.
De hecho, un año antes de ser proclamado, él mismo descartó estar disponible para postular al cargo. Sin embargo, ante la ausencia de figuras en su coalición, el Frente Amplio, su círculo más cercano y sus partidos lo convencieron en base a una exitosa carrera política y un capital político acumulado en casi una década de actividad pública.
Y pese a que en algún momento reconoció no tener la experiencia necesaria para ser el abanderado de la izquierda,
desde su niñez manifestó interés en convertirse en líder. Incluso desde que cursaba primero básico en su natal Punta Arenas, ocasión en la que escribió una carta a sus compañeros para que lo escogieran como presidente de curso.
Su vínculo con la política creció bajo el alero de su padre, reconocido dirigente de la DC en Magallanes. Sin embargo, sus intereses lo acercaron más a la tradición histórica del socialismo. Durante su época escolar en los ‘90, en el colegio The British School, participó en la refundación de la Federación de Estudiantes Secundarios de la zona.
Gabriel Boric en una imagen de su último año escolar en 2003.
Dirigente estudiantil y paso al Congreso
Posteriormente, Boric, quien con 35 años podría convertirse en uno de los jefes de Estado más jóvenes en la historia de Chile después de José Miguel Carrera (26) y Ramón Freire (35), se trasladó a Santiago para estudiar derecho en la Universidad de Chile, periodo en el cual continuó su interés por los asuntos públicos.
Superando una compleja adaptación que vivió al llegar a la capital, se sumó al colectivo Izquierda Autónoma, participando activamente en la política universitaria. Fue consejero en su facultad y posteriormente presidente del Centro de Estudiantes en 2009, liderando una protesta en contra del entonces decano Roberto Nahum.
El actual abanderado en su época de líder del centro de estudiantes de derecho.
Al año siguiente, fue electo senador universitario entre 2010 y 2011. A fines de ese año, marcado por las protestas en contra del Gobierno para empujar cambios al sistema educacional, ganó la presidencia de la Federación de Estudiantes (FECH), superando a uno de los rostros de las movilizaciones, Camila Vallejo (PC).
En esa época, conoció a su par de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), Giorgio Jackson, quien más tarde se transformaría en su principal socio político. Mientras lideraban la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), ambos comenzaron a fraguar lo que después sería el Frente Amplio (FA).
Boric venció a Camila Vallejo (PC) en la elección de la FECH en 2011.
Ya en 2013, los dos dirigentes decidieron dar el próximo paso: Llevar la voz de la lucha estudiantil y los movimientos sociales al Congreso Nacional. Mientras Jackson postuló en la Región Metropolitana, Boric lo hizo en su Magallanes como independiente, logrando la primera mayoría y rompiendo el binominal en los comicios de ese año.
En su primer mes en funciones, el hoy abanderado opositor presentó junto a su socio un proyecto de ley que buscaba reducir las dietas parlamentarias, el cual no contó con el respaldo de los bloques de derecha y centroizquierda. En poco tiempo, ambos comenzaron a liderar las encuestas como los políticos mejor evaluados del país.
Boric y Jackson en su segundo día de trabajo en la Cámara de Diputados.
Durante su primer periodo, Boric lideró la creación del Movimiento Autonomista, acelerando el diálogo con otras fuerzas de izquierda para concretar la formación del FA, que en 2017 dio el salto con la sorpresiva votación presidencial de Beatriz Sánchez y la obtención de 21 escaños en el Congreso, incluyendo su reelección.
En su segunda etapa en el Parlamento, Boric no dudó en abrirse al diálogo y acoger el llamado a los acuerdos realizado por el Presidente Sebastián Piñera, sumándose a la comisión de infancia en medio de severas críticas de su propio sector. Pese a ello, el magallánico no se restó y firmó el informe final con las propuestas en la materia.
El diputado saliendo de La Moneda tras participar en acuerdo convocado por Piñera.
Polémicas y figura nacional
Ese hito ayudó a posicionarlo dentro de los cinco políticos con más futuro según el CEP. Sin embargo, en los meses siguientes, protagonizó algunas polémicas que mermaron su respaldo, como posar con una polera que contenía una imagen de Jaime Guzmán con un balazo en la cabeza y reunirse con el asesino del ex senador UDI en Paris.
En el intervalo, el diputado solicitó una licencia médica para tratarse por el trastorno obsesivo compulsivo que padece desde su niñez. Tras ser dado de alta, volvió a jugar un rol importante al interior de su coalición, empujando la creación de su partido, Convergencia Social, proceso con el que recorrió varias regiones para legalizarlo.
El legislador en la época en que pidió licencia por TOC.
El liderazgo de Boric relució aún más tras el inicio del estallido social en octubre de 2019, por distintos motivos. Por una parte, levantó una serie de reproches por respaldar la "desobediencia civil" y exigir a gritos a los militares que custodiaban Plaza Italia que abandonaran el lugar.
Pero por otra, fue una de las figuras clave para lograr la firma del Acuerdo por la Paz y la nueva Constitución del 15 de noviembre y que abrió el proceso constituyente. Su decisión de firmar el documento le generó una serie de críticas tanto en su partido como en el FA, el cual se quebró con la salida del PH, PEV e Igualdad, entre otros.
El parlamentario fue reprochado por sectores de izquierda tras firmar el acuerdo.
Postulación a La Moneda
Tras la crisis social, formó parte de la búsqueda de un candidato presidencial para el FA. Sin embargo, ante la decisión de Beatriz Sánchez de no repostular a La Moneda, las miradas de sus compañeros se centraron en él, ya que era uno de los pocos en tener la edad mínima para ser Presidente de la República según la Constitución.
El 17 de marzo de este año, Boric dejó atrás los rumores sobre una posible postulación al Senado y lanzó su precandidatura para competir contra el presidenciable del PC y líder de las encuestas, Daniel Jadue. Pero para llegar a la papeleta, necesitaba conseguir cerca de 30 mil firmas para legalizar a nivel nacional a su partido.
El líder frenteamplista lanzó su carrera a La Moneda desde Punta Arenas.
Contra todo pronóstico, el ahora líder del FA consiguió los apoyos necesarios y luego despuntó en los debates contra Jadue. En la primaria legal del 18 de julio, consiguió el pase a la primera vuelta presidencial como candidato de Apruebo Dignidad, superando por amplio margen al comunista y obteniendo más de un millón de votos.
De ahí en adelante, el parlamentario pasó a liderar la carrera, llegando hasta un 30% en algunos sondeos. Sin embargo, con el correr de la campaña, fue descendiendo hasta alcanzar una meseta de 20%, tras enfrentar críticas por su manejo de las cifras económicas, las dudas sobre su programa y la gobernabilidad que ofrece su sector.
El candidato del FA logró ganar la primaria y luego pasar a segunda vuelta.
Con todo, se mantuvo la mayor parte de la campaña en el primer lugar, siendo pasado por su contendor del Frente Social Cristiano, José Antonio Kast. Y tal como indicaban las encuestas, dicho resultado se mantuvo el pasado 21 de noviembre, en donde Kast se impuso por estrecho margen, con un 27,91% versus un 25,83% de Boric.
No obstante, pese al estrecho resultado y una vez que aseguró su paso a la segunda vuelta, el diputado consiguió rápidamente el respaldo de toda la oposición, incluyendo a la DC y otras figuras de centro. Dichos gestos le valieron recuperar el liderazgo de la carrera presidencial, alcanzando entre el 48% y el 54% de apoyo en distintos sondeos.