La masiva vuelta a la
presencialidad que se ha registrado en marzo, tanto laboral como escolar, ha provocado un aumento en la congestión vehicular de las calles en diversas regiones del país.
El mayor uso del automóvil -que en 2021 aumentó sus ventas- y un retorno que no se registraba desde antes de la pandemia, son de las principales causas que generan esta problemática.
Una de las regiones más afectadas con los tacos es la de Coquimbo, que, según las autoridades locales, registra aglomeraciones vehiculares sobre todo en los alrededores de los colegios. Es más, acorde con El Sur, en el 2019 el Biotrén transportaba de forma diaria a 25 mil personas, cifra que se incrementó a 35 mil en marzo, producto de la congestión.
Al respecto, el gerente general de EFE (Empresa de Ferrocarriles del Estado) Concepción, Nelson Hernández, detalló que, durante esta semana, sobre todo el día lunes, se registró un incremento importante de la afluencia de público en aproximadamente un 15% respecto al lunes anterior, aumentando de 32 mil a casi 35 mil pasajeros durante la jornada.
Otro ejemplo, es el de Osorno, en la Región de Los lagos, ya que se han reportado grandes atochamientos que obligan a los trabajadores y escolares a salir más temprano. Según consignó El Austral, la gran presencia de vehículos en hora punta genera tacos desde las 7 de la mañana en distintos puntos de la ciudad, cuya congestión complica la frecuencia de la locomoción colectiva, por lo que para muchos se hace mucho más difícil poder tomar una micro o colectivo.
"Veinte para las siete ya se están armando los tacos.
Demoramos más de una hora en llegar al trabajo y eso que andamos en auto, porque la locomoción es muy mala, incluso cuando me voy en las mañana veo algunos paraderos llenos de colegiales y las micros no les paran", relata Pablo Arriagada, quien trabaja como guardia de seguridad en un condominio del sector oriente de Osorno.
Crecimiento del parque automotriz
Según datos de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), en 2021 se vendió un total de 415.581 vehículos livianos, lo que representa un 60,6% de crecimiento en relación con el mismo periodo del año anterior. En esa línea, acorde con las cifras del Automóvil Club de Chile, "por cada auto nuevo, hay tres de segunda mano que se tranzan", por lo que "se tuvo que haber intercambiado prácticamente un millón de autos de segunda mano" sólo en 2021.
Alberto Escobar, gerente de Movilidad del Automóvil Club de Chile, explica a Emol que "la mayoría del parque automotriz se encuentra en la Región Metropolitana, acá se concentra el 50%". Sin embargo, expone que, "a nivel de las regiones, está ocurriendo exactamente lo mismo porque es un fenómeno nacional".
50%del parque automotriz se concentra en la RM.
Si bien el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) aún trabaja en las cifras correspondientes al 2021, ya en 2020 se entregaron más de 5,5 millones de permisos de circulación.
Y, las regiones donde se entregaron más permisos de circulación fueron la Metropolitana, con 2.145.498 vehículos (38,4% del total); Valparaíso, con 592.553 unidades (10,6%), y Biobío, con 460.834 (8,2%). En contraste, las regiones con menos vehículos fueron Aysén, con 41.813 (0,7%) y Magallanes, con 72.099 (1,3%).
"De hecho por los retiros del 10%, hubo un 20% de gente que se sumó a este mundo, con esa plata se compró un auto", explica Escobar al respecto. "A eso se suma que, en algunas partes, ha aumentado la migración de la gente de la Región Metropolitana que decidió migrar a provincia", agrega.
En consecuencia de aquello, el experto en movilidad establece que, en Chile, "cada año la velocidad promedio disminuye en 5 kilómetros por hora en las horas punta. Entonces las ciudades en promedio, cada año, se vuelven 15 minutos más lentas". Situación que se agravaría en regiones producto de las condiciones de la infraestructura vial.
"Hay una infraestructura de menor calidad"
Desde el Automóvil Club recalcan que "el crecimiento de la infraestructura vial va por lejos muy retrasado si se compara con el crecimiento de autos", lo cual afecta a todo Chile e incluso al mundo, no obstante, en las regiones aquella complicación es aún más notoria, pues el transporte público y las calles presentan una inequidad en comparación a Santiago.
"En ninguna parte del mundo, la infraestructura vial va a la par del crecimiento automotriz, siempre está sobrepasado. En el caso de provincias, no hay ningún comportamiento distinto al nuestro: los niños tienen que ir al colegios, las personas a trabajar. Las calles no han crecido y hay una infraestructura de menor calidad y sí, no era esperado un crecimiento tan grande del parque automotriz", acota Escobar.
Al ser consultado sobre cómo se pueden combatir los tacos en regiones, el experto aclara que "la congestión no se va a solucionar nunca,
la congestión siempre va a aumentar y nunca disminuir, por el crecimiento de la población, por el crecimiento de los automóviles, por el ordenamiento de la ciudad".
Pese a ello, establece que un avance sería "privilegiar el transporte público en provincias, porque hay una desigualdad muy significativa entre la calidad del servicio de transporte del área metropolitana, versus al transporte público del resto del país. Hay un inequidad que tiene que ser trabajada, desde renovar el parque, mejorar el sistema de circulación, incentivar pistas exclusivas para los buses igual como se hace en Santiago".
Migración hacia regiones
Tal como lo mencionó Alberto Escobar, el fenómeno migratorio de la capital hacia las regiones y provincias también es un factor que ha influido en las aglomeraciones, tanto de automóviles como de peatones. Situación que se agudizó con la pandemia y con el estallido social.
José Manuel Cárdenas, profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad de Talca explica que "existen algunos datos que nos indicarían que esta tendencia a migrar desde la ciudad a las regiones se ha pronunciado durante o con posterioridad a la pandemia y la rebelión social, probablemente debido a los problemas económicos que pueden haberse ocasionado producto de la primera y del cuestionamiento sobre los modos de vivir que instaló la segunda".
En este sentido, el académico afirma que "las vulnerabilidades presentes en la vida de las personas en una ciudad como Santiago se exacerban También en un hecho que la vida en las regiones es menos cara en una serie de rubros y el ritmo de vida menos estresante, toda vez que existe un imaginario sobre el mundo natural y una fuga al mismo muy presente en algunos grupos de jóvenes".
"Las regiones son vistas hoy como una oportunidad para cambiar de vida, para emprender una actividad nueva, etc. También es cierto que la pandemia golpea más fuertemente a las ciudades y que la búsqueda de espacios 'menos contaminados' pueda cumplir un rol importante en el imaginario de las personas. De allí que muchas personas puedan estar optando por estos desplazamientos internos", concluye.