Las últimas semanas de la campaña por el Plebiscito llegaron con refuerzos desde la misma Convención Constitucional: a los despliegues por cada opción se sumaron distintos ex constituyentes, que ya estaban haciendo actividades por su cuenta, pero ahora también con un grado mayor de coordinación.
En el caso del Apruebo, uno de los rostros del comando de los Movimientos Sociales es Manuela Royo, abogada y ex convencional de la Región de La Araucanía; y a ApruebaxChile se incorporaron a actividades estos días Patricia Politzer, Gaspar Domínguez, Bárbara Sepúlveda, Marcos Barraza, Tatiana Urrutia e Ignacio Achurra.
Por su parte, la Franja Ciudadana por el Rechazo tiene como voceros a Bernardo Fontaine y Bárbara Rebolledo. Y desde Renovación Nacional anunciaron que sus ex representantes en el órgano constituyente saldrán a terreno a desplegarse. Entre ellos están Manuel José Ossandón Lira, Ruggero Cozzi, Paulina Veloso, Álvaro Jofré y Patricia Labra.
En tanto, sin mayor participación en la primera línea de los comandos pero muy activos también en la campaña están Beatriz Sánchez, Elisa Loncon, Jaime Bassa, María Elisa Quinteros, César Valenzuela, Marcela Cubillos, Constanza Hube, Eduardo Cretton y Constanza Hube y Carol Bown, entre otros.
¿Conviene a las campañas?
La escena se parece poco a lo que se había anticipado por parte de los analistas políticos y académicos hace un par de semanas, que decían que lo más conveniente para ambas campañas era dejar de lado a esas figuras. Esto porque varias encuestas mostraron un mal desempeño de los ex constituyentes e incluso algunas señalaron esto como una de las razones por las que la gente votaría Rechazo en septiembre.
"Parece que hay tal nivel de déficit de rostros que están recurriendo a convencionales, lo que implica un riesgo tremendo, porque estos rostros refrescan la Convención a una parte de la población que la evalúa negativamente", dice Axel Callís, director de Tú Influyes, a Emol.
No obstante, Callís remarca que cerca de 2/3 de los ex constituyentes son desconocidos y que "los que perjudican a las campañas son los que sí son conocidos y han tenido un protagonismo excesivo en el último año y se les asocia con las performances o posturas más discordantes. A este tipo de convencionales, los comandos los deberían esconder".
En algo de eso coincide Javiera Arce, politóloga e integrante de la Red de Politólogas, que asegura que "la figura de los convencionales en general está muy desgastada. No suma tanto que estén dando tantas vueltas por TV, sino que es tiempo de invitar a otras personas: expertos constitucionales, politólogos, que tomen espacio explicando las capacidades que tiene este texto constitucional de evolucionar, cómo se debería reformar y cómo debería ser aplicado".
A pesar de la evaluación que quedó del trabajo de algunos convencionales, el director ejecutivo de Activa Research,
Ramón Cavieres, remarca que "hay convencionales de los que la gente tiene buena impresión por su desempeño político, seriedad, trabajo. Esos sí podrían ser un aporte, sobre todo en lo que es explicar mejor los distintos artículos de la Constitución".
En ese marco, la clave para el Apruebo, según los expertos, es mostrar a personas "moderadas". "Dentro del Apruebo no creo que sea una buena idea incorporar a los constituyentes, creo que hay mejores personas para hacerlo, son necesarias personas moderadas, dar garantías, complementar lo que se ha hecho con otra cosa; y dentro del Rechazo, mantener más o menos igual lo que se ha hecho hasta ahora", afirma Kenneth Bunker, director de Tres Quintos.
"Creo que las personas más tranquilas deberían tomar ciertos liderazgos, como Gaspar Domínguez, Tammy Pustilnick. Quizás la gente del Col. Socialista podría sumar harto: Ricardo Montero, Pedro Muñoz, personas que han contribuido a bajar un poco la intensidad. El mismo Agustín Squella, pero él entendió todo lo que tenían que hacer: bajó su cuenta de Twitter, desaparece después de que sale su libro, y deja que el proceso avance", agrega Arce.
Por qué no salir de la escena
Como Squella, otros convencionales han también bajado la frecuencia de apariciones públicas y solo se los ve ocasionalmente en alguna actividad en distritos o en debates por Zoom, pero no es la tónica para todos, como se planteó antes del cierre de la Convención.
Para Bunker, este escenario tiene una explicación: "es por el mismo problema que pasó y que nos llevó a donde estamos hoy, que potencialmente se podría rechazar la nueva Constitución. Es que nadie manda. No es algo estructurado ni jerárquico, no hay alguien que esté tomando la decisión. ¿Quién va a ir a Elisa Loncon y decirle, Elisa, por favor, tómese unas vacaciones de 2 meses y nos vemos después del Plebiscito?", dice el cientista político.
En el caso del Rechazo, Cavieres apunta a que, así como se están usando representantes de los movimientos sociales como voceros, se acude a estas figuras porque no se quiere "derechizar" la opción. "Sabemos que políticos de centroderecha o extrema derecha no tienen la mejor evaluación. Entonces el sector del Rechazo quiere ser más transversal, no usar caras políticas, porque de alguna manera la elección se iría a una posición netamente política entre la izquierda y la derecha".
Según Arce, incluso tendría que ver con un tema de "psicología" y no tanto de ciencia política. "Es el hecho de ser reconocidos como tales, pasar a la historia, el ego. Cómo quieren trascender en esto y pasar como los dueños de la historia, de quienes la escribieron (...) es una forma de irrumpir, de ser reconocidos, lo que les impide salir un poco de la palestra. Y es complejo porque les puede costar el plebsicito", asegura.
