A ocho días del triunfo del Rechazo en el Plebiscito de salida, el ex convencional del Frente Amplio, Daniel Stingo, reapreció para reflexionar sobre los resultados culpando al Gobierno por una "desidia" frente a la campaña "de desprestigio y mentiras" del Rechazo, e incluso apuntó al contralor Jorge Bermúdez de haber estado "abanderizado" por la alternativa que finalmente se impuso.
La reflexión la realizó en su calidad de panelista en el programa La voz de los que sobran, donde leyó un texto en el cual también exculpó a la Convención Constitucional del resultado.
El abogado comenzó señalando que "las razones por las que se perdió el Plebiscito son variadas, aunque algunas tienen mucha más fuerza que otras. Cuando se está frente a un Plebiscito de aprobación de una nueva Constitución redactada por un grupo de personas elegida democráticamente por la ciudadanía, para redactar dicha Constitución, lo que se discute son las normas propuestas, o lo que se debería discutir son las normas propuestas", expresó.
En esa línea, planteó que "se deben revisar los artículos escritos, los principios propuestos, los derechos presentados. En definitiva, lo que se dispone en las normas expuestas a la consideración del pueblo. Se debe decidir si la propuesta normativa es mejor para el país o, por el contrario, no ayudan a mejorar la democracia, la calidad de vida de la gente, son excluyentes y no inclusivas, etc.".
"Claramente, las normas propuestas eran y son infinitamente mejores que la de la Constitución del '80. Si así no fuera, la derecha habría basado su campaña en una comparación entre ambas constituciones, cosa que no hizo. Además, no existió ningún programa de televisión, volante entregado en la calle, propaganda en general u escrito, que defendiera la Constitución del '80", dijo Stingo.
Responsabilizó al Gobierno
Stingo también acusó que "existió cero análisis de las normas propuestas; en cambio, se dedicaron a mentir, falsear disposiciones, inventar normas inexistentes. Difundieron mensajes absolutamente falsos, egañosos y artificiales. No hubo forma de contrarrestar esa campaña de mentiras. El dinero invertido y la desidia del Gobierno fueron determinantes".
En su alocución, el ex convencional planteó además que "frente a una inmensa campaña de desprestigio a la Convención Constitucional y a la mencionada campaña de mentiras y falsedades, el Gobierno no atinó a combatirlas con toda sus fuerzas. Frente a un contralor general de la República abanderizado por el sector del Rechazo, el Gobierno se paralizó, y lo que es peor, paralizó a sus propios funcionarios, dando incluso instrucciones de no hacer campaña y arrastrando a las municipalidades a lo mismo".
"Las razones que hemos escuchado a los ciudadanos de por qué votaron Rechazo, se combatían con información; información fidedigna. Aquella que el Gobierno no entregó (...) Se inhibieron frente a las críticas y ataques de la derecha; optaron por los próximos cuatro año y no por los 40 años venideros", acusó el ex convencional.
Además, apuntó a que el Gobierno privilegió "gobernar en su periodo, dejando de lado la opción de mostrar la iniciativa de cambio más grande en la historia de Chile, especialmente para las décadas que vienen y las generaciones que vendrán".
Stingo acusó que "el comité de ministros y el Presidente optaron, dejaron a la propuesta constitucional y a la Convención Constitucional a su suerte. Nada de campaña de información seria sobre la misma".
Y luego preguntó: "¿acaso no vieron como estaba actuando la derecha en las radios, en la prensa escrita, en la televisión y en las redes sociales?, ¿no vieron que comenzaron mintiendo, manipulado y tergiversando las normas desde el primer día que comenzó a actuar la Convención Constitucional? El grupo UDI-Republicanos, al no alcanzar en la elección de convencionales el tercio que les permitía bloquear los cambios y las propuestas de las grandes mayorías transformadoras, optaron desde el primer día en que pisaron el ex Congreso por boicotear el proceso y manipular el resultado".
A su parecer, desde marzo, junto a su instalación, el Ejecutivo "debió desde el primer día comenzar una campaña informativa, desplegando y entregando toda su energía a dicha campaña. ¿Era eso tomar postura por alguna alternativa?, claramente no. Era buscar transmitir el contenido de la propuesta, que era sobre lo que los ciudadanos debían decidir".
Luego, volvió a acusar a la "prensa empresarial" por divulgar "mentiras sin pudor alguno", y afirmó que ante ello el Gobierno "prefirió mirar para el lado y seguir financiándolos; prefirió entregar sus primicias a esos mismos medios, que además de mentir y atacar a la Convención Constitucional, atacaba al propio Gobierno. Creo que es un acto de honestidad política que el Gobierno asuma su responsabilidad frente a estos hechos".
Por último, planteó que "la diferencia entre el Apruebo y la votación en segunda vuelta alcanzada por Gabriel Boric, son aproximadamente 200 mil votos en favor del Apruebo. La votación del Rechazo fue la misma que logró Kast, más los votos de los que nunca habían votado y lo hicieron por primera vez. Y volvemos a lo mismo: ¿cómo se evitaba que ese grupo votara por el Rechazo fundando su voto en que les ibas a quitar las casas, porque sus hijos no heredarían sus bienes, serían juzgado por loncos en sus juicios y otras mentiras?".
"La respuesta es clara: informándolos acerca de las normas, los derechos que se establecían en la propuesta, comparando una Constitución con otra. ¿Quién debía hacer eso? Los convencionales no tenían los recursos para hacer una campaña de información. Le correspondía al Gobierno informar", remarcó. Asimismo, cuestionó que el hecho de que el Gobierno instara a un acuerdo que corrigiera las normas en caso de que ganara cualquier opción, abriera la opción del Rechazo, "total se podía arreglar".
Exculpó a la Convención
En tanto, respecto a las responsabilidades que le competen a los ex convencionales, remarcó que son "pocas, muy pocas". Esto, porque "la Convención Constitucional fue elegida por la ciudadanía, cada uno de los convencionales fue elegido por la ciudadanía. Se formó con personas del Chile más diverso, más informal. Los que nunca habían estado ni cerca del poder, fueron elegidos. Conciliar a tanta gente diversa y hacerse cargo de tantas necesidades distintas que existen en Chile, era maratónico. Sacamos el trabajo en tiempo y forma".
"¿Existieron algunas actitudes individuales reprobables de algunos constituyentes?, claro que sí. ¿Son determinantes para perder un Plebiscito de nueva Constitución?, claramente no. Y si así lo llegaran a ser, entonces algo funcionó mal", remarcó. "Atribuir culpas a la Convención Constitucional como un cuerpo, no es honesto, porque sería lo mismo que juzgar al Parlamento por actitudes de algunos de sus miembros", sostuvo, apuntando a las acciones del diputado Gonzalo De la Carrera.