Marcada por la crisis que se vive en la zona norte y un endurecimiento de su tono frente a la migración irregular, ha estado durante estos días la gira del Presidente Gabriel Boric por la Región de Antofagasta. Es que el Mandatario se ha mostrado tajante en rechazar este tipo de situaciones e incluso ha pasado a la acción.
Tres han sido los momentos en que Boric ha dado señales claras en esta línea, ayer por ejemplo, mientras daba cuenta de un plan para erradicar los denominados "rucos" en la zona urbana de la ciudad, manifestó tajante: "A quienes estén en situación irregular o se regularizan o se van y a quienes hayan cometido delitos derechamente se tienen que ir", añadiendo que "acá no hay nadie que vaya a estar por encima de la ley".
De hecho, sobre este último punto el jefe de Estado también ha actuado, así le respondió por Twitter a una repartidora de delivery que reconocía no tener documentos y que reclamaba por la fiscalización de Carabineros.
Junto con respaldar la labor de las policías de "fiscalizar que la ley se cumpla", el Presidente expresó que "eso aplica para todos sin privilegios de ningún tipo. En Chile quien no cumple la ley debe responder ante la justicia, le guste o no".
Un día antes además, instruyó la expulsión de un grupo de extranjeros que agredió a seis carabineros en Puerto Montt, apoyándose en la ley de migraciones, recalcando que "este tipo de acciones no las vamos a tolerar".
Con ello, el Gobierno envió un proyecto al Congreso para hacer más expedita la expulsión de migrantes condenados por ley de drogas. Sumado, a otra iniciativa que agrega alternativas para la notificación de procesos administrativos de expulsión, con el fin de hacerlos más expeditos.
El impacto de las señales
De este modo, las declaraciones del Mandatario han sido calificadas como un endurecimiento de su tono sobre este tema, pues cabe recordar que durante la campaña presidencial del 2021, proponía la creación de un programa nacional para la "primera acogida" de las personas migrantes, refugiadas y retornadas que entregue acceso a información en la primera etapa de su asentamiento.
"Se crearán en el marco de este programa protocolos orientados a garantizar el acceso universal a los derechos y servicios sociales, independiente de la situación administrativa", se señalaba. Asimismo, se apostaba por un programa para personas refugiadas, el establecimiento de un "programa papeles al día". Aunque más adelante descartó un "perdonazo" en materia de migración.
El director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, comentó a Emol que "el problema con la agenda de orden público y seguridad lleva al Presidente a endurecer su discurso y el de su gobierno, porque entiende que ahí hay un flanco muy débil que está afectando la percepción sobre su gobierno, lo muestran las encuestas (...) Entonces, el Gobierno busca dar un giro justamente del punto de vista comunicacional, lo que se instala es esta idea de que quienes no están regualizados o no cumplen la normativa, están por sobre la ley, fue lo que dijo. Lo que busca es sintonizar con un clima de opinión pública que es contrario a esta situación de inmigración desbordada".
"Los Presidentes, los líderes tienen que de alguna manera moverse tácticamente, cambiar de posiciones cuando el contexto va en un sentido distinto, por eso que se dice que se debe sintonizar con las demandas. El Presidente está adaptando su discurso, instalando un nuevo relato, porque las condiciones del entorno, del contexto, evidentemente lo están llevando en esa dirección, está tratando de actuar en función de lo que la realidad le están señalando", sostuvo Moreno.
Ante los dichos del Mandatario ayer, el representante de la Defensoría de Migrantes en Chile, Rodolfo Noriega, reaccionó con molestia: "El discurso del Presidente particularmente en este tema parece ser que vuelve a la misma lógica de criminalizar la migración, subjetivizar el problema de la seguridad social en el grupo más vulnerable que son los migrantes. Lamentablemente es la misma lógica que el gobierno anterior y los precedentes".
"Acá hay un sesgamiento racial, si eres migrante y eres irregular, entonces eres delincuente, y eso no es verdad y lo sabe el señor Presidente (...) Señor Presidente, ¿usted quiere que los migrantes estén regulares, genere un mecanismo extraordinario de regularización migratoria, atrévase a darlo", precisó Noriega.
Sin embargo, el ex subdirector de Migraciones Carlos Guazzini, dijo hoy en Radio Pauta que "no veo la dureza en la declaración por lo siguiente, porque lo que se hace establecer una especie de opción para los ingresos irregulares, vamos a hacer un catastro, vamos a regularizar y sino se regulariza se va".
"La verdad es que la legislación es bastante clara en cuanto que el ingreso clandestino por si solo constituye una causal de expulsión, por tanto, generar esa señal de que quien ingrese clandestinamente a Chile, vamos a establecer procesos generales de regularización y solo en el evento de que usted sea suficientemente negligente y no se regularice ahí lo vamos a expulsar. Desde perspectiva no me parece tan duro el ultimátum", expresó Guazzini.
Por su parte, la presidenta de la Federación Regionalista Verde Social, Flavia Torrealba, expresó en Emol TV que "a mí me parecieron frases súper adecuadas, el gran desafío político es retomar agenda de seguridad y migración, por lo tanto, me parece que es buena señal, muy tranquilizadora. Chile es un país que tiene un Estado de derecho claro, normas claras, son bienvenidos los inmigrantes, pero naturalmente esto no pude ser un desorden ni una locura como está de algunos años hasta ahora".
Sobre un endurecimiento del tono, Torrealba recordó que "yo fui parte de la campaña y no veo un giro tan importante. Había énfasis en el derecho a migrar, pero tal vez eso se confunde o da la sensación de que hay un giro, pero recuerdo esta posición, todos estaban de acuerdo, Presidente incluido, en que la migración es un fenómeno mundial y que genera presión en todos los países (... ) pero jamás escuché al Presidente, ni a ninguno de los personeros de Gobierno hablar que tenía que entrar todo el mundo de manera irregular o que avalaran esa situación de desorden y descontrol".
Por ello, la dirigenta acotó que quizá esos énfasis a cargo del orden público y migración, "hace dar esta sensación de giro, pero a mí e parece coherente con lo que vi en la campaña y lo que conocía de la postura del Gobierno".
El presidente de la UDI, Javier Macaya, consideró que "no basta con declarar que uno tiene una posición contraria a la inmigración ilegal, sino lo que hay que hacer es actuar. Aquí no sirven las declaraciones, lo que hay que hacer es actuar, tomar definiciones, expulsar a los inmigrantes ilegales del país y apoyar las iniciativas legislativas que busquen controlar este fenómeno".
"Lo atribuyo a que los chilenos los tiene cansados, el Presidente mira las encuestas y se da cuenta de que inmigración ilegal y el delito es la principal preocupación de los chilenos, quizás desde esa perspectiva entiende y ha empatizado con una preocupación tan relevante y requiere de un cambio de actitud", concluyó Macaya, añadiendo que es "Un cambio de tono, pero lo que se requiere acá es acción".