ex ministro de Hacienda de Sebastián Piñera, llegó ayer a las dependencias del Ministerio de Educación para reunirse con el actual titular de esa cartera,
La junta la instruyó el propio Presidente, Gabriel Boric, para abordar los estragos que dejó la pandemia en la educación: Alza de ausentismo, de deserción y de la brecha de aprendizaje.
"Fue sorpresivo en realidad porque la verdad es que yo he estado en este debate porque me interesa, lo hago a título personal desde Horizontal que es el centro de estudio que cofundé y presido. Hemos estado muy activos, con estudios, con evidencia, llamando a la acción, con propuestas. Y eso ha ido levantando otras voces, y el tema se ha ido instalando afortunadamente, y ahí el Presidente señala que le había pedido al ministro que me contactara para que podamos hablar", comentó Briones.
- ¿Cómo se concretó finalmente la reunión?
"Estuve en contacto con el ministro el fin de semana, quedamos de coordinar una reunión esta semana presencial, y eso ocurrió ayer. Fue una reunión muy agradable, franca, larga, estuvimos una hora reunidos".
- ¿En qué constó la reunión?
"Intercambiando puntos de vista, le llevé los estudios, propuesta, y siempre con el ánimo de avanzar y que este tema se ponga en el centro de la prioridad nacional. Ese es todo el punto que yo básicamente he planteado".
- ¿Cuál es su premisa al respecto de la situación educacional actual?
"Esto es un verdadero terremoto educacional y si no nos hacemos cargo a la altura del desafío nos vamos a arrepentir por muchos años. Yo veo que no nos estanos haciendo cargo a la altura del desafío. Hay ciertas iniciativas que el ministerio tiene, pero a mi juicio es deficiente. No hay un plan aglutinador, de mediano plazo con indicadores claros. Esto tiene que ser un desafío país y involucrar obviamente al mundo político para un gran acuerdo nacional, pero también a la academia, a la sociedad civil, a los educadores y tiene que ser un desafío país porque es un desafío muy grande, muy relevante".
- ¿Cuáles fueron los planteamientos que se dieron en la reunión?
"Todo esto supone un plan de acción. Supone que esto sea una prioridad nacional. Para que sea una prioridad nacional, es decir este es el tema más importante que tenemos por delante, requiere un llamado a un gran acuerdo nacional que yo creo que tiene que hacer el Presidente, junto con su ministro de Educación que tiene que convocar a las fuerzas políticas, a los alcaldes, a los educadores, al mundo académico, porque esto es un tema súper grande, súper relevante, y súper difícil. Requiere ese acuerdo nacional, recursos a la altura. Hoy día no hay recursos a la altura y eso es lo que yo como ex ministro he insistido".
- Usted ha insistido en utilizar el 2% constitucional de emergencia para este tema, ¿Cuáles son sus argumentos?
"Cuando hay un tragedia, un terremoto, una emergencia nunca nos preguntamos si vamos a poner el dinero para hacernos cargo, y en este caso es una emergencia, en este caso debiéramos apostar a fondos extraordinarios una sola vez, pero sustantivos que permitan financiar un plan concreto y ambicioso cuyo único objetivo sea cerrar estas brechas de aprendizaje, dar acompañamiento socio emocional a los estudiantes que lo necesitan más que nunca, y dar apoyo a los profesores y hacer iniciativa que son caras e intervenciones complejas de integración a los alumnos que han desertado. Esto es difícil, es lento y es caro, pero mientras más nos demoremos vamos a estar engrosando el problema".
- ¿Por qué habría que usarlo en educación y no en otras urgencias como seguridad o costo de la vida?
"Esto siempre es un asunto de prioridades, porque los recursos son finitos. La gente cree que son infinitos y que se puede abordar todo, pero eso no es así. Eso nos obliga a todos a priorizar y cuando uno es Gobierno y cuando es ministro de Hacienda eso implica decidir que se lleva tal y tales montos de plata, es priorizar en definitiva. En esa discusión la pregunta de fondo, ¿es esta una prioridad nacional o no, ¿o es una cosa importante más? Porque está lleno de cosas importantes. Esa es la pregunta y creo que es una pregunta honesta que a lo mejor vamos a responder como país 'sabí que en realidad la educación no le interesa a nadie'. Perfecto, pero hagámonos cargo después. Timbrémoslo, marquémoslo y preguntémonos en cinco, 10 años más cuando empecemos a ver los resultados y el descalabro que esto va a generar si tuvimos razón. A mí me parece que esto tiene que ser una prioridad porque es una catástrofe. Yo me pregunto ¿Si hay un terremoto, alguien diría que tenemos que empezar a preguntarnos si vamos a poner ayuda, apoyo, reconstrucción, recurso para ayudar a los que sufrieron el terremoto? Yo creo que no. A mí eso me da un poco la mirada de por qué este tema es prioridad nacional".
"Así como se está planteando un acuerdo nacional por la delincuencia, que por dios que es importante, es un tema gravísimo hoy día en chile, por esa misma vía uno podría esperar un acuerdo nacional en la educación, por el terremoto educacional. Se ha hecho en el pasado, el propio presidente Boric participó durante el Gobierno del Presidente Piñera en el acuerdo nacional por la infancia. Fue el único de su coalición y le costó caro de hecho por esta lógica de trinchera de que no hay que ayudar al otro".
- ¿Qué mas nos podría contar que conversaron?
"Hablamos también, y esto se lo planteé yo, que en este tipo de temas nos quedamos pegados echándonos la culpa, de por qué la cuestión esta así, de que el cierre de las escuelas, y está bien, vendrán debates de responsabilidades, pero si el debate es de quién es la culpa no. Nos movemos. Acá de lo que se trata es de decir que veamos después de quien es la culpa, ahora reconozcamos que tenemos un mega problema, yo creo que ese es el punto de partida. Ese es el llamado, a dejarse de pelear y de echarse la culpa".
- ¿Tuvo eco en el ministro lo que le planteó? ¿Tuvieron algún punto de encuentro?
"Yo creo que tuvo una buena recepción. Obviamente yo no soy la persona con la que el tiene que comprometerse. Yo creo que recibió este insumo, estas ideas de buena fe, son propositivas. No es una critica al Gobierno. Yo creo que hay que despolitizar este tema, esto no es de izquierda ni derecha, acá hay que poner a los niños al centro y hacer lo imposible por reducir estas brechas que va a rebotarnos en la cara y en unos años vamos a arrepentirnos durante mucho tiempo. Porque eso es, independiente de la visión que uno tenga de como tiene que ser la educación, yo creo que eso no es lo que esta en discusión. Aquí lo que esta en discusión es una agenda de emergencia que tenga una claridad de objetivo de cerrar brechas de aprendizajes".
"Todo esto supone un plan serio y hartos recursos. Y esto no es como que se tienen los recursos y partimos mañana. Si no hay plan no podemos partir y el plan se demora. Requiere contratar a personas, especialistas, diseñar piloto. Yo vi buena reflexión del ministro, pero el liderazgo en esta materia es del ministro, del Gobierno, y del Presidente de la República en particular de poder llamar a este gran acuerdo y estoy seguro de que nadie se restaría".
- ¿Qué tipo de plan propone?
"Lo que le compete al ministerio, y también lo hablamos, es un plan a la altura, y yo no veo plan a la altura y se lo plantee derechamente la ministro, porque este plan supone de partida tener instrumentos de medición especiales para tener una línea de base de donde estamos parados, cual es el daño que tenemos hoy, de donde partimos, como se distribuye este daño en las distintas regiones y los distintos tipos de escuela. Acá hay mucha heterogeneidad. Si no somos capaces de medir la temperatura, difícilmente podemos aplicar el tratamiento adecuado. La primera etapa es tener instrumentos de medición especiales para definir indicadores y siguiendo eso un monitoreo en el tiempo del cumplimiento de esos indicadores. Esa medida se puede hacer con la academia, pero no esta hecha. Si se empieza a diseñar este instrumento hoy día, mas el tiempo que lo aplique estamos hablando de varios meses más entonces todo esto supone moverse y para eso hay que poner esto en el centro".
- El miércoles el ministro dio lineamientos de un plan, ¿Le mostró en lo que están trabajando?
"Me lo comentó. El ministro y su equipo me mostro su iniciativa en las que han estado trabajando, en el famoso plan Seamos Comunidad y son todas iniciativas que están bien orientadas, van en la dirección correcta, señalan una preocupación, pero me parece a mi que no están estructuradas al alero de un paragua orgánico, al alero de una señal clara de que esto es una prioridad país. Y son iniciativas que no cuentan hoy día con los recursos suficientes, eso también lo hablamos. Yo fui bien honesto porque conozco bien el presupuesto y el ministro, como todo ministro, sabe que las lucas no dependen de él. Estamos claros que con 25 millones de dólares que fue el programa Seamos Comunidad del año 2022, más lo que nosotros hemos investigado... Porque cuando tú te preguntas cual es el presupuesto de Seamos Comunidad, en la discusión presupuestaria, no lo vas a encontrar porque no hay ninguna línea presupuestaria que se llame seamos comunidad. Hay que empezar a bucearla por distintas líneas, distintas partidas, armas un rompecabezas. Y nosotros hicimos el rompecabezas y llegamos a que estamos hablando de unos 30 millones de dólares, que es la nada para el problema que tenemos".
- ¿Qué implicancias podría tener en un futuro estos rezagos en el aprendizaje?
"Hay que decir tenemos un drama y si no nos hacemos cargo como país nos va a costar carísimo en términos de desigualdad, en términos de frustración, en términos de libertad y los proyectos de vida de millones de chicos, y también en términos económicos. Este es un cálculo que yo hice. Un año de educación perdida que es lo que tiene Chile hoy día, si no se recupera, significa para las cohortes afectadas un 8% menos ingresos permanente durante su vida laboral. A nivel país implica un menor crecimiento tendencia del 0,15% del producto. De todos estos menores PIB futuro, estamos hablando de más de una vez del PIB actual, más de 300 mil millones. Eso justifica que a esto uno le meta pala, si lo viéramos del punto de vista meramente económico, pero hay además una dimensión ética. Acá está en juego la libertad y las oportunidades de millones de chicos. Como no vamos a desentender de eso. Parece increíble que esto no sea la primerísima prioridad".