Cuando faltan cinco días para el inicio de las celebraciones de Año Nuevo, el testeo de fuegos artificiales previsto para el Mar en Valparaíso y Viña del Mar se está llevado a cabo en Copiapó, en un sector que se mantuvo en reserva por parte de las autoridades.
"En este momento ya entró la solicitud al IDIC (Instituto de Investigaciones y Control del Ejército de Chile), que es nuestro asesor técnico, y ellos son los que hacen las pruebas de laboratorio y otras que necesitan para poder darle el vamos a los fuegos artificiales. En este momento la empresa, en el caso de la Quinta Región, Pirotecnia, ya tomó contacto con el IDIC y hoy (ayer) en la mañana envió a sus especialista a Melipilla, que es el lugar donde están almacenados los fuegos artificiales", aseguró el director general de la Dirección General de Movilización Nacional (Dgmn), general de brigada Patricio Carrillo, según consignó El Mercurio de Valparaíso.
De acuerdo a lo explicado por la autoridad, los testeos que se realizan a los artefactos pirotécnicos consisten en pruebas de tipo físico y ocular, con el fin de certificar que el rotulado sea el correcto. A su vez, se verifica que la vigencia sea la adecuada, además de rectificar si existen elementos vencidos por rótulo, considerando el cambio de la normativa que comenzó a regir durante el pasado viernes en la tarde.
"Salió en el Diario Oficial que se modifica el artículo 304 del reglamento complementario, que antiguamente precisaba que los fuegos artificiales tenían vigencia de dos años desde el momento que entraban al país y ahora es de acuerdo a lo que dice el rotulado del fabricante", sostuvo Carrillo, al medio anteriormente citado.
De esta forma, de los elementos vigentes se extrae una muestra, lo cual conlleva un delicado trabajo con el fin de determinar si existen elementos que puedan producir algún daño, ya sean heridos o muertos.
Del mismo modo se revisa y testea que los elementos pirotécnicos no exuden ningún tipo de líquido, su forma de almacenamiento, que sea según lo consignado por el proveedor, además de verificar la consistencia de los químicos y una prueba en terreno para ver cómo explosionan.
En cuanto a la revisión de su correcto funcionamiento, las pruebas técnicas buscan que la descripción entregada por el fabricante coincida con el funcionamiento efectivo del material pirotécnico. Vale decir, si se indica que el fuego artificial una vez lanzado recorre 200 metros hasta explosionar, en la prueba, se deben cumplir los 200 metros.
Tras esto, las autoridades realizan un informe que habilita al proveedor para que pueda iniciar el trámite que busca autorizar el uso de fuegos artificiales.
De esta forma, según lo explicado por Carrillo, los testeos pueden determinar el descarte de un lote completo, lo que eventualmente, podría generar que no se posea la cantidad presupuestada inicialmente para el show pirotécnico, o también generar retrasos con los preparativos, considerando que en durante años anteriores, por estos días, ya se encontraban las balsas de fuegos artificiales listas y dispuestas.
"Todo lo que es manipulación de fuegos artificiales no puede ser realizado hasta que IDIC no haya autorizado el uso de ese material. Esto quiere decir que no se pueden mover desde Melipilla hasta Viña del Mar hasta que no los autoricen. ¿Qué necesitamos como Dgmn, una vez que hayamos autorizado? A lo menos un día para revisar, que el sábado, a las 9 de la mañana, las balsas o morteros desde donde se lanzan fuegos artificiales, estén ya instalados sin manipularse más, tal como van a estar en la noche para dar el vamos y autorizar el usar el uso. No sé cuánto demore la empresa en instalarlos", sostuvo el director nacional de la Dgmn.
Cambios en la normativa
Consultado por el medio anteriormente señalado, el general de brigada Patricio Carrillo, señaló que serían irrestrictos con la fiscalización que se debe llevar a cabo.
"Hay que estar pendientes de las empresas que estén cumpliendo con la ley, porque en este caso la empresa sabía desde diciembre del año pasado que sus elementos estaban vencidos, no es que ahora nos dimos cuenta y detectamos eso… Al 31 tenían que ser destruidos algunos elementos y ellos, con todo eso, postularon a una licitación. Por otro lado, vamos a seguir dando cumplimiento a la legislación, no vamos a autorizar eventos que están fuera de la ley. Estamos en una constante revisión de los elementos en el año, no solo en Año Nuevo, hay recitales que también necesitan pirotecnia, y las empresas saben cuándo están bloqueadas y cuándo no. Hay que estar atentos a lo que las empresas tienen en sus bodegas", detalló a El Mercurio de Valparaíso.
Consultado sobre si la empresa licitada para proveer de estos artefactos para el evento, Pirotecnia SPA, buscó torcer la ley en cuanto a la fecha de vencimiento, Carrillo enfatizó en la postura que intentaron imponer desde la sociedad.
"Quisieron siempre hacer valer lo que decía el rotulado del fabricante, que algunos elementos aún están vigentes, pero muchos de ellos están vencidos en el rotulado, incluso. Ellos tienen que atenerse a la legislación vigente y si decía dos años, lamentablemente en Chile era así. A esa empresa se le dio la oportunidad de importar elementos y trabajar con estos en Chile, no trabajar con los vencidos; y a la vez con los vencidos se le dio la oportunidad de exportarlos a otro país que para la legislación de ellos estuviesen aptos, pero la empresa no tomó ninguno de los dos caminos", finalizó Carrillo.