Sorpresa causó ayer la decisión del Presidente
Gabriel Boric, de enviar al Senado el nombre de
Ángel Valencia, como carta a fiscal nacional. Se trata de su tercer intento, luego de las fallidas nominaciones de
José Morales y de
Marta Herrera.
Y si bien se había especulado de que el Mandatario se inclinaría por otros candidatos, su determinación fue interpretada como un "gesto" para recomponer la relación con el Senado y con la Corte Suprema, y las cuales se han visto tensionadas en los últimos días por los indultos otorgados por el Jefe de Estado a doce condenados en el marco del estallido social y al ex frentista Jorge Mateluna.
En primer lugar, Boric habría escuchado el llamado hechos por algunos senadores respecto a que La Monda optara por un postulante de "consenso" que tuviera posibilidades de lograr los 33 votos requeridos en el Senado, siendo éste el caso.
Mientras que respecto al máximo tribunal, cabe recordar que Valencia fue junto a Morales, quién más votos obtuvo de parte de los magistrados al conformarse la primera quina, con un total de 17 preferencias.
En ese contexto, se cree que la opción tomada por el Presidente podría servir para recomponer los ánimos con ambos poderes del Estado e incluso en el Congreso frenar las acusaciones constitucionales que tienen en carpeta la oposición, a la ministra de Justicia, Marcela Ríos y en su contra.
Al respecto, la ministra del Interior, Carolina Tohá, dijo este jueves que la nominación de Valencia no estuvo marcada por presiones del Senado: "Esto no tiene que ver con otros cálculos que eso mismo, el mejor nombre disponible dentro de la quina y que tenga la posibilidad de obtener estos amplios quórums que se requieren".
Reparos en el gabinete
Un dato importante es que la declaración emitida en el mes de diciembre por el Colegio de Abogados, el cual defendió la "total libertad" de los juristas para representar todo tipo de causas en el ejercicio de su profesión, en medio de la nominación de un nuevo fiscal nacional.
El llamado hacía referencia implícita a la situación del candidato Valencia, quien ha defendido a imputados en causas de delitos sexuales. Tema que, según distintas, versiones habría generado reparos en el gabinete, particularmente en la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, habría expresado la "preocupación" de organizaciones feministas por una posible nominación del abogado. Algo que su par de Justicia reconoció en su momento ante la comisión de Constitución del Senado.
En concreto, el nombre de Valencia causa reticencia en algunos sectores de Apruebo Dignidad por haber defendido al ex juez Luis Barría en una causa por abuso sexual contra una funcionaria del Poder Judicial.
Sin embargo, tanto Orellana como Ríos han tenido que descartar que existiera un veto contra cualquier candidato al cargo. "Esperamos trabajar, sea quien sea la persona que encabece esa institución, porque lo que nos preocupa es el funcionamiento", dijo en su momento Orellana.
Esto llevó a Ríos a señalar en CNN Chile que "el Gobierno no ha hecho ningún veto, la ministra de la Mujer no ha planteado ningún veto respecto de ningún candidato", acotando que "lo que yo dije es que las organizaciones de mujeres tienen todo el derecho a manifestar su opinión y lo que ha planteado la ministra es la preocupación por la falta de eficacia en la Fiscalía por la persecución penal hacia los delitos contra las mujeres".
Según consignó hoy El Mercurio, el Presidente abordó ayer por la tarde la nominación de Valencia con la ministra Orellana, a quien la habría explicado los motivos para elegirlo y la "necesidad" del Gobierno de recomponer la relación con los otros poderes del Estado.
"Creemos que el país necesita que la tercera sea la vencida. Es importante para los chilenos y las chilenas. No es un gallito político, es un órgano esencial para la administración de la justicia, esperamos contar con el apoyo del Senado", dijo el miércoles la ministra Ríos, tras conocerse la nominación de Valencia.