Ayer lunes se concretó el despliegue de las Fuerzas Armadas en el norte del país para colaborar con el control migratorio y de seguridad en la zona. Fue la propia
ministra de Interior, Carolina Tohá, junto al
titular de Defensa (s) Gabriel Gaspar, quienes llegaron a monitorear en terreno el despliegue para la ubicación de los uniformados, en las regiones de
Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta.
El objetivo, es que la presencia de las fuerzas militares
ejerza un efecto "disuasivo" en quienes buscan cruzar las fronteras de manera irregular. Tohá dijo en la instancia que "en el fondo, tenemos en el norte una falta de Estado, un Estado insuficiente para las necesidades de estas regiones y nos estamos poniendo al día". Sin embargo, advirtió que los resultados "no van a ser de la noche a la mañana".
La estrategia impulsada por el Gobierno, con vigencia de 90 días y renovable, contempla perímetros delimitados y detallados en el decreto publicado el pasado viernes en el Diario Oficial. En el documento -que había sido ingresado a Contraloría el 22 de febrero y que fue retirado al día siguiente por errores geográficos-, también se detallan las facultades con las que contarán los efectivos militares, quienes contarán con sus respectivos mandos según la zona.
En Arica y Parinacota, lo hará el general de Brigada Guillermo Altamirano Campos hasta el 6 de abril, mientras que desde el día siguiente hasta el fin de la vigencia del decreto, estará a cargo el general de Brigada, Rubén Castillo Herrera. En la Región de Tarapacá, el mando lo tendrá el General de Brigada, Ramón Oyarzún Gatica; y en la Región de Antofagasta, el general de Brigada, Jaime Izarnórtegui López.
Entre las facultades del personal militar, está poder hacer control de identidad en las zonas delimitadas a cualquier persona, además de los casos en que exista algún indicio de que que hubiera cometido un delito o contara con algún antecedente que permitiera inferir que la persona tiene una orden de detención pendiente.
Durante el procedimiento, y sin necesidad de un nuevo indicio, las FF.AA., podrán proceder al registro de vestimentas de la persona o el vehículo que esté conduciendo; y en caso de negativa a acreditar su identidad, la podrán conducir a la unidad policial más cercana. Según el decreto, el conjunto de estos procedimientos "no podrá exceder el plazo de ocho horas".
Asimismo, el personal militar podrá hacer detención en hipótesis de flagrancia; colaborar en el control del ingreso y egreso de extranjeros del territorio nacional; y colaborar en la fiscalización de la legalidad de la estadía de extranjeros en el país, a cualquier persona mayor de 18 años.
Detalle del despliegue y medidas complementarias
En cuanto al despliegue en específico en las tres regiones, el titular (s) de Defensa detalló que existe un contingente "cercano a los 600 hombres, en la cual todos han tenido una capacitación correspondiente conforme a las nuevas facultades".
Además, detalló que hay 28 vehículos en Tarapacá, que se suman a los que ya están desplegados en Arica y Parinacota y Antofagasta.
De todas formas, subrayó que todo está bajo análisis, "esto no está escrito en piedra, y si la experiencia nos indica, tendremos que hacer los ajustes correspondientes".
Desde la I División del Ejército de Antofagasta señalaron a El Mercurio de Antofagasta que las labores de inducción que se realizaron al personal de la Brigada Motorizada N°1 de Calama incluyó capacitaciones teóricas y prácticas en los módulos sobre "técnicas de intervención policial y Derechos Humanos" por parte de personal especialista de Carabineros.
Por su parte, Tohá también detalló que a las labores de control fronterizo se incorporan otras medidas complementarias. "Se ha traído nuevo personal de la PDI, se ha comprado nuevo equipamiento a Aduanas para que tenga scanner y puedan controlar los equipajes en la frontera. Se está reforzando con tecnología la observación de la frontera también, con unos sistemas que traen cámaras térmicas y que son móviles".
Por otra parte, la secretaria de Estado sostuvo que se mantendrán los refugios, puesto que "muchas veces nos vamos a encontrar con que los militares van a detectar personas que pasaron por pasos no habilitados y son familias que vienen en condiciones de mucha vulnerabilidad, a veces con niños, ¿y cuál es el objetivo ahí?, llevarlos a un refugio donde sean atendidos y acogidos. Los niños no se pueden nunca reconducir, entonces se les va a dar un documento de identidad y se les va a dirigir a un lugar donde puedan tomar contacto, las primeras informaciones, para que entren al país regularmente y sean acogidos humanitariamente".
De hecho, la ministra dijo que probablemente los refugios no sean necesarios solamente en este lado de la frontera, sino que también en Bolivia.