Un grupo de vecinos de Vitacura ha vuelto a alzar la voz ante un debate que se arrastra hace ya varios años en el sector de Monseñor Escrivá de Balaguer, y que, según denuncian, ha sido reflotado por el propio municipio: el cambio de uso de suelo en la zona, lo que permitiría que el sector pase de uso residencial a comercial.
El tema ya se había zanjado en un
plebiscito en 2009, donde se impuso la opción de mantener el uso residencial y la altura máxima de 8,5 metros para las construcciones. No obstante, el problema ha vuelto a inquietar a los propietarios de la zona, quienes rechazan el cambio legal que promueven las empresas inmobiliarias.
En 2019 el debate retornó, cuando en la comisión de urbanismo del concejo municipal se presentaron cartas provenientes de los vecinos residentes en la primera línea de viviendas de Escrivá de Balaguer, en las que solicitaron "un cambio de uso de suelo (...), que permita formalmente mantener la posibilidad de uso habitacional y la instalación de oficinas particulares y actividades comerciales limitadas", y pese a que el consejo de ese entonces decidió iniciar el procedimiento, en junio de ese año el municipio decidió abandonar el proceso, tras la fuerte división que el tema generó entre los vecinos.
Ahora, un nuevo capítulo de intereses contrapuestos ha llevado a que el municipio realice un proceso de mediación, a través de Casa de la Paz, desde donde han emergido tres alternativas: mantener el carácter residencial del barrio, densificar la zona o permitir el comercio. Sin embargo, según relatan representantes de 40 familias residentes en la zona, no se llegó a un acuerdo en la fecha estimada (enero) y el trabajo se retomó en marzo.
Fue entonces que, las inmobiliarias que promueven el cambio -y que representarían el 36% de los propietarios-, habrían arremetido con una propuesta "exacerbando la densificación y el uso comercial" para la zona en cuestión, según acusan vecinos.
"¿La municipalidad será mero espectador frente a la destrucción de la vida de barrio desarrollada por décadas en el sector? Existen variadas soluciones normativas y funcionales para que los vecinos de Escrivá de Balaguer y los de las calles directamente afectadas permanezcan en el barrio, en vez de hacerle juego al negocio inmobiliario", sostienen vecinos de la zona en una carta enviada a El Mercurio.
En respuesta, y a través de la misma vía, este domingo la alcaldesa Camila Merino, afirmó que desde octubre de 2022 están trabajando en un proceso, con participación ciudadana, "conducente a la renovación completa de la Av. Escrivá de Balaguer, entre los puentes Centenario y Lo Curro".
De acuerdo a la jefa comunal, recientemente el municipio recibió las conclusiones de la primera etapa del trabajo de los vecinos, que se han organizado en mesas de trabajo. "El proceso ha permitido alcanzar diversos consensos, siendo el principal la firme convicción de cuidar la vida de barrio de este tradicional sector de Vitacura", sostiene en la carta, donde también reconoce que otros temas "no han podido ser resueltos" todavía.
El compromiso del municipio, señala, es dar una respuesta en el mes de junio al trabajo de dichas mesas, aunque aclaró que el proceso sigue en curso. "Confiamos que en los meses venideros este proceso seguirá avanzando en consensos que nos permitan tener una nueva avenida Escrivá de Balaguer, de alto estándar urbanístico, que ponga en valor la vida de barrio", cerró Merino.