, después del robo de 23 computadores y una caja fuerte directamente desde las oficinas del ministerio de Desarrollo Social, una de las dos carteras -junto a Vivienda- complicadas por el "Caso Convenios".
Fue precisamente el
ministro Giorgio Jackson el primero en salir a entregar declaraciones por lo ocurrido, cuando hace poco menos de una hora se había hecho pública la información por parte de Carabineros. Allí se instaló una tesis: Jackson no sólo expresó a nombre del Gobierno una "total indignación" por lo ocurrido, sino que también tildó como "sospechoso que ocurran hechos de esta naturaleza, que no parecieran no ser sólo constitutivos del delito de robo,
sino que también relativos a una señal política".
Luego, fue el turno de la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, quien poco antes de mediodía, y cuando aún el ambiente estaba plagado de dudas respecto al cómo y por qué del robo, también apuntó a un vínculo político con lo ocurrido.
"Esto no parece un robo común, esto es muy extraño, se tiene que investigar (...) y a todas luces, y lo ha señalado la actual vicepresidenta y antes en su calidad de ministra del Interior (Carolina Tohá), ha habido una persecución política brutal al ministro Giorgio Jackson, y eso no se sostiene ni debería sostenerse en una democracia", dijo Vallejo.
Más tarde, a eso de las 14.00 horas, el ministro Jackson volvió a referirse al tema. Ya para entonces se habían incautado teléfonos celulares y continuaban otras diligencias para dar con el destino de los aparatos robados. En el mundo político, la oposición -y algunos miembros del oficialismo, como el senador Fidel Espinoza (PS)- ya habían levando las alertas, y retomaron las presiones y llamados a que el secretario de Estado sea removido de su cargo.
"Ocupar este delito terrible, grave, que nosotros estamos tratando de perseguir para que se encuentren a todos los responsables, ojalá no sea ocupado para provecho político, hoy día lo que queremos es esclarecer los hechos", dijo, agregando que "me imagino que todos y todas lo que queremos es esclarecer los hechos para dar con los verdaderos responsables de estos delitos que se han cometido y que afectan a la fe pública", cerró Jackson.
"Operaciones en marcha" y "líder de la banda"
Los llamados del ministro para frenar la suspicacia y críticas desde el sector político no han logrado tener eco en la oposición, pero también ha encontrado "fuego amigo" en el PS.
"Lo dijimos. Si no se apuran en incautar desde Fiscalía ocurrirá esto. Son una red de sinvergüenzas, que ya perdieron el pudor. Renuncia Jackson. Eres el líder de la banda y te lo digo sin tapujos y sin miedos a tus amenazas a que me calle que me has hecho llegar", tuiteó el senador socialista Fidel Espinoza a pocos minutos de que se conociera la noticia del robo.
En tanto, la UDI hizo pública una carta donde le solicitó al Presidente Gabriel Boric que remueva de sus funciones al ministro en el "
más breve plazo posible" y "abstrayéndose de la amistad que mantiene con él". En el mismo tenor fue la ofensiva de
Republicanos, quienes exigieron al Mandatario "la suspensión inmediata de su gira internacional y que solicite, a la brevedad posible, la renuncia indeclinable de los ministros Giorgio Jackson y Carlos Montes a sus cargos".
Pero también hubo defensa. Desde Apruebo Dignidad alzó la voz el senador Daniel Núñez (PC), quien calificó como "preocupante el nivel de operaciones en marcha para dañar al ministro Jackson", y exhortó a la justicia a "investigar minuciosamente quienes están detrás del robo, ya que la osadía nos habla de autores que no se dedican a reducir computadores".
En tanto, la compañera de tienda del ministro, la diputada Maite Orsini (RD) respaldó la tesis del aprovechamiento político y llamó a la oposición a espera "los procesos formales" antes de "hacer juicio político".
"Es una persecución política que no debiese tener cabida en nuestra democracia, así que un llamado a respetar las instituciones, a esperar que el proceso avance, que se encuentre a los responsables antes de hacer juicios anticipados y estar pidiendo salidas de ministros que no tienen responsabilidad en los hechos o que a lo menos no se ha probado dicha responsabilidad, y que pareciera ser más una persecución", remarcó Orsini.
Además, arremetió contra el el senador Espinoza y contra el PS, a quienes llamó a "hacerse responsable" de los dichos de sus militantes. Asimismo, advirtió que el "maltrato" del parlamentario "no sólo hacia el ministro (Jackson), sino que hacia todos nosotros y cada uno de los militantes del Frente Amplio, tiene que cesar".
¿Se apresuró la tesis de la "persecución política"?
Pese a que en la tarde ya se habían logrado recuperar los 23 computadores en la comuna de Renca -aunque sin pistas de la caja fuerte- aún quedan dudas sobre las razones que llevaron a sustraer los equipos, y en especial, por qué el Ejecutivo levantó rápidamente la tesis de que lo ocurrido tiene alguna relación con una "persecución política".
"No sé si son correctas las críticas que buscan encasillar al ministro (Jackson) como causante de esto o como involucrado, pero la única alternativa a eso tiene que ver con inoperancia, con ineptitud. Si no fue intencional, es por lo bajo ineptitud de un ministerio que no se logra hacer cargo".
Kenneth Bunker, académico USS
En conversación con
Emol,
Kenneth Bunker, académico de la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián, calificó como una "mala señal" que el Gobierno esté preocupado del "relato político cuando están ocurriendo estos casos de forma tan frecuente". El analista apunta a "varios eventos, por lo bajo, irregulares, sospechosos, raros en ese sentido, que están afectando distintos organismos, instituciones que rodean el Caso Convenios".
En esa línea, precisa que la reacción que ha tenido el Gobierno en el caso "también es parte de lo que han hecho desde el comienzo. Son reactivos, son lentos, poco eficientes en la forma que tienen de responder; no se hacen cargo del problema de fondo, tratan todo como si fuera un problema comunicacional y escapan el tema de a fondo, es decir, que aquí hay un robo de computadores en la dependencia de un ministerio. En definitiva, me parece que es tratar de desviar la atención de lo que es realmente importante".
"No sé si son correctas las críticas que buscan encasillar al ministro (Jackson) como causante de esto o como involucrado, pero la única alternativa a eso tiene que ver con inoperancia, con ineptitud. Si no fue intencional, es por lo bajo ineptitud de un ministerio que no se logra hacer cargo. Entonces, creo que el Gobierno se debiese preocupar más por hacer sus tareas, gobernar, y la seguridad de sus propios ministerios que andar preocupado de cuál va a ser el relato político de los demás", cerró Bunker.
A juicio de Tomás Duval, analista político de la Universidad Autónoma, "el problema político es que el ministro Jackson es el peor evaluado del gabinete según ultima Cadem -31% aprueba y 63% lo rechaza- y además está el centro de polémica por el caso fundaciones. Su debilidad hace que cualquier versión pueda perder grados de verosimilitud y la oposición está hace un tiempo pidiéndole su salida del gabinete. Ese es problema político, pero faltan antecedentes respectó a la naturaleza, motivaciones y modos de operar de las personas que están siendo investigadas", cerró.
Las tres hipótesis posibles
El analista político de la Universidad de Talca, Mauricio Morales planteó que considerando los factores que se han expuesto hasta ahora y los mensajes del Gobierno que apuntan a conocer la dinámica de los hechos pero también las motivaciones detrás, hay tres hipótesis en juego.
"La primera hipótesis es que el ministro Jackson ha sido víctima de una operación política, probablemente en la interna del Ministerio de Desarrollo Social, realizando este robo de computadores y de material comprometedor con el fin de acelerar su salida del gabinete", comentó.
La segunda hipótesis, continuó Morales, es que "este escándalo haya sido autogestionado por el propio Ministerio de Desarrollo Social, con el ministro Jackson a la cabeza, con el fin de hacer desaparecer evidencia comprometedora en el contexto de la investigación del caso Convenios",
"Y la tercera, vinculada a la anterior, es que la información sea de tal relevancia, delicadeza y gravedad que pueda dañar a otras personas del Partido de Revolución Democrática o incluso al Presidente de la República, por lo que se tuvo que llegar al extremo de eliminar evidencia. No estoy afirmando nada, pero salía más barato absorber todo este escándalo, que dar a conocer la evidencia que esos computadores o que esa caja fuerte contenían", reflexionó.