Después de 50 años de cometido el crimen contra Víctor Jara, la Corte Suprema dictó este lunes sentencia definitiva contra siete miembros del Ejército en retiro por su responsabilidad en los delitos de secuestro y homicidio calificado en contra del cantautor y Littré Quiroga Carvajal, hechos ocurridos en septiembre de 1973.
En ese marco, el ministro de Justicia, Luis Cordero, manifestó que el fallo de la máxima corte es reparador para los familiares de las víctimas: "Son procesos que han durado muchísimo tiempo, pero en algún sentido, las sentencias judiciales tienen también un rol reparador en la medida, no solo cuando se condenan los culpables, sino que también cuando se encuentra la historia de las víctimas".
"La Corte Suprema, además de referirse a la cuestión procesal de los recursos ante la Corte Suprema,
tiene la delicadeza también de explicar en qué consisten los casos y explicar los hechos, saber los hechos y explicar las razones en las cuales se realizaron esos enjuiciamientos y se condenaron los responsables, también tiene mucho de reparación para las víctimas", destacó el secretario de Estado.
Cordero resaltó que, además del proceso que enjuiciaba a los responsables del asesinato de Víctor Jara, la Corte Suprema emitió otras cinco sentencias en materia de derechos humanos: "Hay otra que está vinculada a uno de los episodios de Palacio de la Moneda, que se llama Palacio de la Moneda 1, está el caso Fuenteovejuna, donde murió la madre de la ex ministra Benado, para ella mis saludos, una sentencia que era muy esperada por ella y por los familiares en general de quienes están en retiro".
La Segunda Sala del máximo tribunal condenó en fallo unánime a Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Haase Mazzei, Ernesto Bethke Wulf, Juan Jara Quintana y Hernán Chacón Soto a penas de 15 años y un día de presidio, en calidad de autores de los homicidios; y a 10 años y un día de presidio, como autores de los secuestros calificados.
En tanto, el otrora oficial Rolando Melo Silva deberá cumplir 5 años y un día y 3 años y un día de presidio, como encubridor de los homicidios y los secuestros, respectivamente.