Una de las primeras actividades que realizó el Presidente Gabriel Boric en el marco de la 78 Asamblea General de Naciones Unidas fue la firma del Acuerdo sobre la Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad Marina más allá de las Jurisdicciones Nacionales (BBNJ, en inglés), mismo que este miércoles sumaba a más de 70 países suscritos, superando la barrera de los 60 Estados que se requerían para que el tratado entrara en vigor.
El Gobierno apuesta por asumir la secretaría general de la nueva plataforma y de situar su sede en el puerto de Valparaíso. Al margen de que Bélgica es otro país en campaña, el Ejecutivo guarda expectativas de que logrará adjudicarse el liderazgo, dado su compromiso con la agenda medioambiental.
En su alocución en el plenario de la asamblea general de la ONU, el Presidente Gabriel Boric sinceró la voluntad de encabezar la plataforma.
"Estamos promoviendo con fuerza acuerdos internacionales para la protección medioambiental y entre otros esfuerzos, el año pasado impulsamos la Coalición de las Américas por la Protección de los Océanos y este año firmamos el tratado de conservación y uso sostenible de biodiversidad marina, BBNJ. Hoy reitero ante esta asamblea nuestra voluntad y disposición para que Valparaíso, puerto histórico de América, perla del pacífico, sea sede de la secretaría de este tratado. Cuenten con nosotros para su desarrollo y para la contribución a un desarrollo más justo, sustentable y equitativo", sostuvo.
Sobre el proceso de elección de la secretaria técnica, la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, indicó que "es la Cancillería la que lleva esta conversación con el resto de los países".
"Este tratado primero tiene que firmarse, ratificarse y la decisión de en qué país reside la secretaría técnica para el tratado, se toma en la conferencia de las partes uno, una vez que se ratifica", añadió.
Ahora bien, la secretaria de Estado consideró que "tenemos buenas opciones, porque el caso de Chile, la protección de los océanos ha sido una política de Estado y es internacionalmente reconocido con el 43% de nuestra zona económica nacional en un estado de conservación. Chile es reconocido como un país de alta ambición en la protección de los océanos".
Desde el Congreso Nacional, donde se debe votar la ratificación del tratado una vez el Gobierno lo presente -requiriendo mayoría simple para su aprobación- evaluaron positivamente la iniciativa.
El senador Ricardo Lagos Weber (PPD) relevó que con esto "toda la comuna internacional se va a poner de acuerdo en cómo vamos a cuidar las áreas marinas protegidas, los recursos genéticos, como compartimos el conocimiento y la riqueza que eso tiene de manera equitativa".
"No creo que en el Senado tengamos dificultad. Hay que contar los votos y en la Cámara de Diputados para estos efectos, pero creo que en esto, no solo en Chile, sino que varios países van a apoyar porque esto es un punto de inflexión".
A su vez, el senador José Miguel Insulza (PS) explicó que "el acuerdo suscrito sobre la protección oceánica más allá de los territorios marítimos de cada país, es un acuerdo de aquello que se denomina un régimen internacional, un conjunto de reglas que los países voluntariamente asumen respecto de asuntos que no dicen relación con su soberanía propiamente tal, sino con territorios que van más allá de su soberanía".
"Un ejemplo de esto son los acuerdos de la convención del mar, que se refiere también a espacios importantes del mar más allá de la soberanía de cada país y el más clásico es el acuerdo antártico, que regula la relaciones entre países que quieren reclamar soberanía, pero al mismo tiempo van a trabajar juntos sin hacer valer esa soberanía para poder conservar el territorio antártico", añadió.
Y relevó que "esto es un progreso, una cosa fundamental para Chile que está en este tema de la conservación oceánica hace bastante tiempo y no es agresivo a la soberanía de nadie, que es lo principal también".
Desde la oposición, el senador Rojo Edwards (Rep) expresó que "valoro la creación de este primer instrumento de Derecho Internacional y espero que se comprometan todos los Estados, especialmente aquellas potencias con grandes capacidades técnicas, comerciales y científicas. Debemos recordar que las actividades de alta mar no cuentan hoy con protección relevante alguna".
En tanto, el senador Iván Moreira (UDI), afirmó que el tratado "es un proyecto ambicioso que recién comienza a dar sus primeros pasos. Solo el día de ayer el Tratado estuvo listo para que pudiera ser suscrito por los países que quisieran incorporarse y Chile fue uno de los primeros en hacerlo, demostrando la importancia de que el Estado de Chile, y no solo el Gobierno actual, le otorga a un Tratado que se ha negociado por casi 15 años".
"Es tanta la importancia, que nuestro Canciller ofreció a Valparaíso como sede del Tratado. Como es una nueva generación de tratados sobre conservación marina, hay que esperar cuál será la respuesta, no solo de los países latinoamericanos, sino que de potencias europeas y asiáticas (...) debemos estar atentos a la velocidad con que avanza para medir su impacto. Chile no debe apurarse, pero tampoco demorarse en su discusión y eventual aprobación por su importancia estratégica", agregó.
