"Mi más profunda condena, indignación y estupor", fueron las palabras que ocupó el Presidente Gabriel Boric este martes para referirse al ataque producido en contra de un hospital en Gaza y que dejó más de 500 muertos, principalmente niños y mujeres.
"Quiero decir, como Presidente de Chile, que los atentados inaceptable y brutales perpetrados por Hamás no justifican bajo ningún punto de vista la barbarie que el Estado de Israel está llevando adelante en Gaza", sostuvo el Mandatario durante un punto de prensa en China.
"Chile condena sin matices tanto los atentados y secuestros perpetrados por
Hamás y también la indiscriminada respuesta y los bombardeos que Israel ha realizado, afectando principalmente a población civil, desarmada, indefensa, en Gaza. También el corte de energía y suministros básicos, que se le ha impuesto al pueblo palestino de Gaza", agregó.
En esa línea, Boric indicó que se encuentran estudiando antecedentes para prestar ayuda humanitaria "en los términos de nuestro alcance y posibilidades y también estudiar cómo podemos colaborar más como país para encontrar la paz. Hacemos desde nuestro espacio un llamado un cese al fuego y por sobre todo, del asesinato indiscriminado de civiles que se realiza hoy".
Por su parte, el canciller Alberto Van Klaveren subrayó que "la legítima defensa no puede extenderse hacia blancos de carácter civil. El uso de la fuerza por parte de un país que ha sido atacado tiene que ser proporcional. Es un principio básico del derecho internacional humanitario y lo que estamos observando es que ese principio no se está cumpliendo".
"Chile en eso siempre ha tenido la misma política: Una condena a cualquier violación del derecho internacional humanitario. Y hacemos un llamado al Estado de Israel a que respete el derecho internacional humanitario. Así como condenamos la acción terrorista de Hamás, nosotros también condenamos el uso indiscriminado de la fuerza que afecta a la población civil", añadió el secretario de Estado.
Previamente, el Gobierno emitió un comunicado donde repudió el ataque al Hospital Bautista Al-Ahli Arab en Gaza, hecho que ha dejado más de 500 muertos.
"El ataque a un centro hospitalario constituye una grave violación al Derecho Internacional y el Derecho Internacional Humanitario, los cuales deben ser respetados sin excepción. Su incumplimiento constituye un atentado contra la dignidad de las personas, poniendo además en riesgo la paz y la seguridad mundial. Este hecho puede constituir un crimen de guerra que debe ser investigado por las autoridades nacionales e internacionales competentes", dijo el Ejecutivo.
