La ofensiva del Gobierno sobre la agenda de seguridad, tanto retórica como material, ha levantado las suspicacias de la oposición sobre un presunta campaña del Ejecutivo en miras del plebiscito constitucional del 17 de diciembre.
El debate lo abrió el otrora ministro de la Segegob del Gobierno de Sebastián Piñera, Jaime Bellolio, quien ha salido a responder la arremetida del Presidente Boric contra la oposición en el marco de la presentación del proyecto de ley que crea el Servicio Nacional de Acceso a la Justicia y la Defensoría de las Víctimas.
En dicha instancia, el Mandatario criticó a las exautoridades de oposición por no concurrir a las dos últimas citaciones en La Moneda. También criticó las cifras de expulsiones del Gobierno anterior y acusó que, quienes "ridiculizaron" la instalación de un altavoz en la frontera de Colchane, "solo se quedaron con lo que convenía para el objetivo político".
Con la presentación del proyecto, Bellolio acusó que el Gobierno "está en modo campaña" para que se mantenga la actual Constitución y que lo que ha hecho "respecto a la crisis de seguridad, va en esa línea".
Esto porque sobre la Defensoría de la Víctimas, adujo el exministro, "se presentó un proyecto de ley durante la administración del Presidente Piñera, a la oposición de ese entonces no le gustaba la idea y de hecho, sacaron el proyecto una vez que entraron al Gobierno"
"Hay ciertas cosas que comunicacionalmente sólo puedo entender que es por la cercanía de las elecciones, por la crisis de seguridad y por intentar evadir su propia responsabilidad", sentenció.
Lo anterior fue rebatido por la propia ministra del Interior, Carolina Tohá. "Este compromiso es previo a que se elaborara el texto constitucional. Entonces ¿Cuál es el afán? Estamos cumpliendo con la palabra que tomamos entre todos de sacar esta ley, Entonces, en lugar de eso deberíamos ponernos a trabajar", sostuvo también en Universo.
De hecho, la ministra retrucó a raíz del mismo plebiscito. "Son estrategias propias de las dinámicas electorales", afirmó, apuntando a una "estrategia" de la oposición para "armar diferencias dentro del equipo de Interior".
Quien también discutió la teoría de Bellolio desde la vereda del oficialismo fue el timonel del Partido Comunista, Lautaro Carmona. "Alguien podría decir a confesión de parte, relevo de prueba. Si él hizo ese método, que no se lo adjudique a otro. Asúmalo dentro de su Gobierno", señaló.
Y criticó: "Acá uno podría decir palos porque abogas, palos porque no abogas. Si el Gobierno no se preocupa, no se mete más en detalle, no hace una profundización, no implementa todos los temas que sean vinculados a una política de Estado en el tema de seguridad, tendríamos la crítica".
"Si lo hace, está interviniendo con otro efecto. Entonces, tomemos las cosas tal como es el mensaje a la población", agregó.
Voz de analistas
En conversación con Emol, el académico de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno,
relacionó el despliegue del Gobierno por seguridad con los comicios de fin de año, pero observándolo como una medida reactiva a la arremetida opositora.
"El Gobierno no quiere que este sea un plebiscito sobre la gestión del Gobierno y menos en temas de seguridad, de orden público, como ocurrió en la elección del Consejo Constitucional en mayo. Por eso es que el Gobierno está evitando que esto se transforme en un argumento de la oposición o de los que están A favor para convertir este problema en un tema de campaña".
De tal manera, Moreno indicó que el Ejecutivo "se muestra más proactivo, se muestra tratando de resolver el problema, haciendo acciones, haciendo ofertas a los ciudadanos
para evitar que la oposición convierta esto en un tema de campaña y lo transforme en una evaluación sobre la gestión del Gobierno. En este caso, sobre los temas de orden público y seguridad".
A su vez, el académico de la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián, Kenneth Bunker, consideró que el despliegue en seguridad del Gobierno ocurre por dos razones: Por la efectiva agudización de la crisis y para dar una alternativa al "A favor".
"Efectivamente el Gobierno sí ha endurecido el tono. Ha sido algo paulatino. Ha incrementado un poco más la dureza, hay más medidas, hay un poco más de cobertura mediática impulsada por el Gobierno tratando de instalar esta agenda y creo que se debe a dos factores: Primero, porque efectivamente viene un plebiscito y el Gobierno entiende que son los factores que con contextuales o los factores que son coyunturales los que están dominando la preocupación de los ciudadanos, así temas como la economía y la crisis de seguridad".
"No es solo estrategia política, pero es algo importante", agregó, apuntando que "también lo vimos con la Defensoría de la Ciudadanía. Eso está dentro de la Constitución y el Gobierno aplica algo como un espejo. Está tratando de mostrar que no es necesaria una nueva Constitución, sino que las cosas se pueden arreglar vía reforma".
Dicho eso, Bunker añadió que el despliegue en orden público se hace porque el Gobierno "simplemente no puede hacer otra cosa. El Presidente pasó de acusar que había 'cherry picking', de que eran los críticos y los medios los que estaban poniendo los temas sobre la agenda, a finalmente aceptar de que la delincuencia va en aumento, de que hay una tendencia y de que hay que hacerse cargo".
En esa línea, el académico de la Universidad de Talca, Mario Herrera, afirmó que "el tono del Gobierno es la contraoferta a la opción "A favor" del plebiscito. El tema es qué tan creíble es la contraoferta del Gobierno. Ideas como la deportación de migrantes o la Defensoría de las Víctimas no formaron parte del programa de Gobierno y, en su oportunidad, fueron discutidas por el Presidente y su coalición".
"Aún cuando la seguridad ocupa una de las primeras posiciones de las demandas de las ciudadanías, el tema no formó parte de la prioridad del Gobierno ni de su coalición. Si la preocupación por la seguridad fuese genuina, el Gobierno habría adelantado este paquete de medidas y no realizarlo a menos de un mes del plebiscito", agregó.