La idea es que el uso de uniforme parta en los penales más grandes del país.
El Mercurio (archivo)
El diputado de Renovación Nacional, Eduardo Durán, presentará este martes en la Cámara de Diputados un proyecto cuyo objetivo es que los más de 50 mil presos del país usen uniforme al interior de los recintos y terminar de este modo las categorías que entregan las vestimentas entre la población carcelaria.
"Me ha tocado hacer un par de visitas a algunos recintos del país y los propios gendarmes me han dicho que sería una buena idea. Ellos hacen notar que los capos al interior del recinto usan ropa de marca y con eso suben un par de escalones respecto al resto de la población penitenciaria. Terminar con el tema de las categorías es muy importante porque los que tienen más recursos suelen ejercer control sobre el resto. No puede haber status diferenciados y eso es lo primero que me mueve a presentar este proyecto", explicó Durán.
Según el diputado, hay una segunda razón y se relaciona con el ingreso de ropa a los recintos, que lleva aparejada la entrada de otros elementos como celulares y armas. "Son tantos los fardos de ropa que envían las familias, que ahí se produce el paso de armas, droga, celulares y aparatos tecnológicos que los presos teóricamente no deberían tener, pero que todos sabemos están al interior de estos establecimientos. El control a veces es más difícil, porque es muy compleja la detección de chips. También el exceso de ropa entrante es una invitación a que algunos gendarmes hagan vista gorda cuando tienen una colusión con presos del interior", sostuvo el diputado.
El parlamentario estimó que el mayor problema para aplicar este tipo de medidas es el Instituto Nacional de Derechos Humanos, que, según dijo, considera estas medidas como atentatorias contra la dignidad de los detenidos, cosa que según el diputado no es cierta. "Acá no es un tema de dignidad ni de pasar a llevar los derechos humanos, sino que es una manera de ordenar los recintos y darle seguridad también a los propios internos. Para mí lo principal es quitarles poder a los líderes de las cárceles, que hoy hacen lo que quieren y se sienten a sus anchas en los recintos. No en vano las cárceles hoy son conocidas como playas en el mundo delictual".
Según Durán, se podría partir con esta medida en las cárceles más grandes, de alta seguridad y luego de su evaluación continuar con el resto de los recintos del país. Además, destacó que estos uniformes no deberán llevar bolsillos para evitar que oculten ahí elementos ilegales dentro de los penales.