Durante la madrugada de este viernes, un niño de 12 años fue
asesinado en la comuna de Pudahuel, mientras que otro adolescente de 15 años
recibió un disparo en San Bernardo.
El homicidio sucedió luego de que el menor acompañó a su tío a comprar drogas, momento en que se produjo una discusión entre quien aparentemente vendía las sustancias con el familiar del niño.
En ese momento, inició una balacera en la que el menor recibió una impacto en la cabeza, mientras se encontraba al interior del vehículo, volviendo a abrir el debate sobre la triste tendencia que ha marcado las últimas semanas, donde niños o adolescentes han sido víctimas fatales de agresiones con armas de fuego.
Cifras preocupantes
Este es nada menos que el séptimo caso desde diciembre a la fecha en la que un niño pierde la vida bajo contextos delictivos. De hecho, y de acuerdo al último Boletín Estadístico del Ministerio Púbico -al cual tuvo acceso El Mercurio-, esto se enmarca en preocupantes cifras en materia de seguridad, considerando que el año pasado hubo un total de 3.864 víctimas de homicidio en grado de consumado, frustrado y tentado, siendo este el con mayores cifras de la última década.
Esto significó un aumento del 5% en relación a 2022, y si bien el sistema no permite saber con certeza si la víctima perdió la vida o no en dichos casos, expertos y autoridades indican que es una muestra de la crisis de delincuencia en el país.
En referencia a lo anterior, el
gobernador de la región Metropolitana, Claudio Orrego, aseguró que "hay que considerar los homicidios consumados y frustrados, porque ambos representan una violencia extrema y ambos generan el efecto de
gran temor en la gente".
Dentro de estos mismos datos, de las 3.864 víctimas, 279 casos fueron niños y adolescentes. Eso significó un aumento del 14% en comparación del año anterior, donde se registraron 244.
En la misma línea, el Observatorio de Derechos, la Defensoría de la Niñez reveló durante esta semana que 38 niños, niñas y adolescentes fallecieron mediante armas de fuego el año pasado. Por otro lado, también detallaron que en 2021 esta cifra fue de 20, mientras que para 2022, aumentó a 49.
De acuerdo a los mismos datos, la región Metropolitana es la que acumula más casos, con
58 defunciones entre 2021 y 2023, seguido por la región del Biobío con 14. Sin embargo, el estudio hace énfasis en la región de Tarapacá, la cual contiene la
mayor tasa con respecto a su población, con un total de nueve casos y una tasa de
8,61 por cada 100.000 habitantes.
En términos de comunas, Iquique sería la con mayores cifras, con siete casos y una tasa de 13,16, seguido por San Bernardo y Renca, con seis y cinco casos, respectivamente, y una tasa de 6,81 y 12,48. Tras eso, las comunas que registraron 4 casos fueron Ñuñoa, La Pintana, Temuco y Viña del Mar.
Finalmente, el año pasado la Defensoría de la Niñez también reveló que entre 2019 y 2022, aumentó en un 173% la cantidad de casos policiales por uso de armas en establecimientos educacionales.