El impacto más grande de la emergencia por incendios forestales es, sin duda -y según han mencionado las propias autoridades-, la cantidad de fallecidos. Se trata de "
la tragedia más grande que hemos vivido como país desde el terremoto del 27-F" dijo ayer el presidente Gabriel Boric y advirtió -luego de informar que en ese momento la cifra estaba en 64- que "
sabemos que va a crecer significativamente".
De acuerdo al último reporte entregado por el Ministerio del Interior y Senapred, son 112 las personas fallecidas a causa de los siniestros. Además, la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, habló de casi 400 desaparecidas.
En conversación con El Mercurio, el ex subdirector de la Onemi Víctor Orellana, abordó algunos de los factores que podrían haber incidido en la alta letalidad.
En primer lugar, afirmó que "estamos teniendo un problema que puede ser tecnológico, que estamos confiando demasiado en el Sistema de Alerta de Emergencias (SAE) y que no está dando el ancho".
Si bien Senapred envió mensajes con avisos de evacuación, Orellana sostuvo que los siniestros, entre otros, también destruyeron antenas, por lo que "el mensaje puede que no le llegue a nadie y confiamos mucho en eso, y el apoyo de organismos de respuesta para acompañar esa evacuación puede haber sido insuficiente".
Además, indicó que "está la confianza de la gente en el sistema de alerta. La gente cuando le lleva la alerta aún ve el incendio lejos, y retrasa la evacuación. Entonces, cuando deciden evacuar, ya es muy tarde".
Uwe Rohwedder, director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Central de Chile añadió a ello que "lo más dramático que hemos visto es que no tenemos cultura cívica y resguardo de cómo actuar en estas situaciones". "Hay casos de personas que murieron atrapadas dentro de sus autos tratando de arrancar. Esto habla de que no hemos sido capaces de trabajar con la gente en terreno, así como lo hemos hecho con los terremotos y los tsunamis, donde la mayoría de la gente sabe cómo actuar", enfatizó.
En eso coincide Horacio Gilabert, académico UC y miembro del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres, quien acotó que "tenemos una cultura de terremoto. Si estás en la costa y te dicen que tienes que evacuar porque viene un tsunami, nadie se detiene a pensar. Tenemos que crear una cultura de incendios, porque este es un fenómeno que nos va a acompañar siempre. Hay que generar la consciencia en la gente de que si te dicen que hay que evacuar de un incendio, hay que irse, porque hay una amenaza de muerte inminente. La gente no debe pensar dos veces".
En cuanto a cuáles son los factores que hacen que esta emergencia esté teniendo consecuencias históricas, Orellana también mencionó que el siniestro "se inició en una condición muy extrema de temperatura, viendo y humedad, que facilitan la propagación de cualquier incendio".
Rohwedder, sumó a eso que "hemos seguido construyendo en laderas y sobre los cerros, en zonas muy vulnerables". En tanto, Gilabert apuntó a que "la zona de Valparaíso y toda la cordillera de la costa es una zona de alto riesgo, simplemente porque hay una alta densidad poblacional. Si juntas mucha gente, mala accesibilidad, con una condición de vegetación muy seca, con una topografía muy difícil de trabajar, mucha quebrada, mucho cerro, y sumado al viento, se obtiene un poco la explicación de que esto haya sido tan dramático".