Un complejo inicio de año se prevé para el Gobierno en el terreno laboral y social. En materias de Transporte, Educación y Trabajo, hay movilizaciones anunciadas y potenciales protestas que abren un flanco para el Ejecutivo.
En lo más inmediato, la Confederación Nacional del Transporte Mayor y Menor (Confenared), anunció una paralización para la Región Metropolitana para el denominado "súper lunes" -4 de marzo- sobre la base de un petitorio que principalmente apunta a mejorar las condiciones de higiene para los conductores.
Según han indicado las dirigencias de la Confenared, la medida se adoptó por la ruptura de las negociaciones con el Directorio de Transporte Público Metropolitano, y a la acusación de desinterés sobre los requerimientos del gremio. Por lo demás, a esta movilización se sumaría el sindicato de taxistas, donde se acusa que se les niega a participar en las mesas de trabajo.
Otra movilización anunciada es la de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) para el 11 de abril. La multigremial dijo ver "con preocupación la ofensiva derechista y empresarial", que a su juicio, se expresa en la agenda de procrecimiento y de convergencia tributaria con la CPC y "el chantaje y bloqueo a cualquier política social en beneficio de la población".
En eso, la CUT afirmó que "rechazamos la dirección que ha tomado el Gobierno, apartándose del verdadero diálogo con los movimientos sociales organizados y representativos, priorizando el diálogo con los dueños del capital, sometiéndose al chantaje de la derecha".
Pese a que las dirigencias de la Central se reunieron con el Presidente Gabriel Boric en La Moneda el pasado 1 de febrero, la cita no fue suficiente para aplacar la movilización.
"Vamos a reafirmar nuestro llamado a paro el día 11 de abril, el cual creemos que tiene que ser un paro activo, va un paro movilizador, donde hemos invitado a todos los trabajadores y trabajadoras a poder generar acciones para mostrar las preocupaciones que tenemos en torno a la seguridad, al desempleo, pero también por sobre todo, el rol que tienen que jugar tanto los empresarios como los parlamentarios", señaló entonces el presidente de la CUT, David Acuña.
En educación, el conflicto es potencial. En la Región de Atacama se ha denunciado el incumplimiento de las obras prometidas por el Gobierno para mejorar la infraestructura de los recintos educacionales lo que podría impedir el inicio del año escolar fijado para el 5 de marzo.
A raíz de esto, el Colegio de Profesores y Profesoras a no descartar una nueva paralización en la zona para efectos de ejercer presión sobre el Ejecutivo.
En este contexto, el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, reconoció un rezago en el trabajo sobre la infraestructura. "
Estamos con retrasos, por cierto que sí. No me caracterizo por mentir, todo lo contrario, pero nosotros propusimos en la ley de reajuste del sector público nombrar un director ejecutivo suplente, mientras se terminaban las investigaciones y el sumario administrativo y se nombraba uno definitivo, para poder conducir todas estas reparaciones (...) y la respuesta del Parlamento fue rechazarnos esa norma".
Con ello, el secretario de Estado explicó que recién a principios de febrero pudieron contar con el nombramiento de directora ejecutiva, "a pesar de que nosotros presentamos una norma, la ley de reajuste, la cual fue rechazada por el Parlamento y tuvimos que volver a presentar una ley corta que fue aprobada en el mes de enero".
"Eso nos hizo perder un mes completo de trabajo", señaló, indicando que "nosotros esperábamos contar con enero y febrero para el trabajo, lamentablemente hemos tenido que comprimir la agenda a un mes, que dificulta las cosas".
Pero la crisis educacional de Atacama se suma al malestar ciudadano por el cierre de la Fundición Hernán Videla Lira (FHVL) ubicada en la localidad de Paipote. En ese contexto, el próximo martes habrá una manifestación conjunta de profesores y afectados por el cierre de la fundición.
Voz de analistas
Aquilatando el escenario, el académico de la Universidad Central, Marco Moreno, advirtió que "la conflictividad para el mes de marzo está anunciada hace tiempo, no hay sorpresas o situaciones inesperadas".
"La conflictividad para el mes de marzo está anunciada hace tiempo, no hay sorpresas o situaciones inesperadas".
Marco Moreno, analista
"Con ese dato, lo que espera la opinión pública es que el Gobierno tenga un diseño y soluciones para enfrentar los problemas. Si no los enfrenta, con tanto tiempo estando avisado, y procesa adecuadamente
, sería una señal de que está en negación -fenómeno conocido como ceguera situacional- o que está claudicando ante su propia incapacidad", agregó.
En tanto, la politóloga Javiera Arce, consideró que "además de ser principio de año, hay un tema de que los dirigentes sindicales, ya sea trabajadores (CUT), los trabajadores del transporte y los profesores. Como el Gobierno era sensible hacia ellos y habían altas expectativas de mejorar sus condiciones, y ya llevan dos años esperando que esto mejore, medio que agotaron las posibilidades y anuncian su malestar con el Gobierno".
"Esto es súper complejo, porque el Gobierno generó expectativas de diálogo con los diversos grupos sociales y también se planteó como un Gobierno progresista. Por ejemplo, en el tema educativo, considero que es lo más complejo, ya que quienes dirigen el Gobierno vienen del movimiento estudiantil, pero al parecer no les hace mucho sentido más que la educación terciaria, que es la universitaria, y la insistencia de ver vías de financiamiento para la deuda del CAE", sostuvo.
"Es súper complejo, porque el Gobierno generó expectativas de diálogo con los diversos grupos sociales y también se planteó como un Gobierno progresista".
Javiera Arce, politóloga
Y relevó "tampoco están pidiendo mejoras salariales sustantivas, lo que están pidiendo es infraestructura básica para trabajar
y el Gobierno no ha dado respuesta a ello, luego de un paro de más de sesenta días el 2023".
A su vez, el académico de la Universidad San Sebastián, Kenneth Bunker, consideró que estos malestares responden a que "el Gobierno de a poco se ha ido moviendo hacia una posición más pragmática para lidiar con las cosas. Sobre los problemas buscando soluciones menos ideológicas, pero creo ha sido muy poco, y muy tarde en general. Eso se ve desde algunos gremios, probablemente se interpreta como una movida hacia el centro del Gobierno, aunque no necesariamente lo es".
"Lo cierto es que se han sentido por eso, sienten que el Gobierno no lo está representando y más importante, que no hay resultados del Gobierno. En general creo que todo esto indica que el Gobierno está erosionando un poco su base de apoyo con esta estrategia de ser un poquito más moderado, y también refleja lo poco que ha logrado para alguna de sus bases de apoyo".