El porcentaje de hogares que no estarían dispuestos a responder el Censo 2024 es una incipiente preocupación entre los expertos. Según el ultimo reporte del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en las dos primeras semanas de operativo un 6% de las familias "no ha podido o ha optado por no recibir a los censistas" en la primera visita. Cuando el 27,2% del territorio ya ha sido visitado, esto ha levantado alertas, pues son cifras similares a las de la encuesta Cadem del domingo, según la cual un 6% de los consultados no va a responder la encuesta y un 1% no abrió la puerta al censista. "El Mercurio" tuvo acceso a los datos desagregados de la medición (ver infografía) que dan cuenta de que quienes se muestran más reacios son principalmente personas que se consideran de derecha (8%) e independientes (7%), mayores de 55 años (7%) y parte del grupo socioeconómico bajo (7%). La omisión censal es uno de los indicadores clave a la hora de medir el éxito de un operativo. La Cepal recomienda que siempre este por debajo del 5%. Así fue en los censos de 1982 (1,5%), 1992 (1,9%) y 2002 (3,8%). Una de las razones por las que el de 2012 fracaso fue porque un 9,3% de la población no respondió, según un análisis posterior realizado por un grupo externo de expertos liderado por el economista David Bravo. Para el rector de la U. San Sebastián y exministro de Economía (2008 2010), Hugo Lavados, una tasa de respuesta aceptable "depende de si una fuerte tasa de concentración esta en un grupo determinado. Si el 6% está concentrado en un grupo que representa el 10% de la población, podríamos estar hablando de que la mitad de ese grupo no ha respondido".