Una eventual reforma al sistema político ha estado al centro del debate en los últimos días. Las presiones de un año electoral, el desorden en el Congreso Nacional y las dificultades para alcanzar acuerdos en materia previsional y tributaria han puesto al descubierto la necesidad de modificar el sistema político. Y son muchas voces - tanto de oficialismo como de oposición - las que apuntan a hacer los cambios lo antes posible.
Además, se generó más ruido luego de que el Presidente de la República, Gabriel Boric, condicionara avanzar en una reforma al sistema político a zanjar antes la discusión previsional. Dos días después, en un encuentro empresarial, matizó sus dichos y anunció que durante su administración se impulsará un acuerdo para avanzar en la materia.
¿De qué cambios se está hablando? Por una parte, algunos aluden al texto que elaboró la comisión de expertos en el segundo proceso constitucional y que generó un consenso transversal. Allí se impulsó poner fin a la fragmentación política y a la crisis de gobernabilidad de los últimos años.
Este viernes, el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Álvaro Elizalde, planteó que "el acuerdo suscrito en el marco del trabajo de la comisión experta, del segundo proceso constituyente, es una buena base de partida para un acuerdo de reforma del sistema político".
A su juicio, "es fundamental generar desincentivos a la atomización. Hoy día lo que vemos es dispersión, división, muchos proyectos políticos que son de carácter personal y que no responden a miradas de país, a visiones de largo plazo respecto del tipo de sociedad que queremos construir".
¿Qué propuso la comisión experta?
La comisión experta planteó en un articulado que "los partidos políticos que alcancen, al menos, un 5% de los votos válidamente emitidos, a nivel nacional, en la elección de los miembros de la Cámara de Diputados y Diputadas respectiva, tendrán derecho a participar en la distribución de escaños en dicha cámara. El cálculo del porcentaje señalado se hará según el escrutinio general practicado por el Tribunal Calificador de Elecciones”.
Esta regla no se aplicaría "al partido que tenga escaños suficientes para sumar como mínimo ocho parlamentarios en e Congreso Nacional, entre los eventualmente elegidos en dicha elección parlamentaria y los senadores que continúan en ejercicio hasta la siguiente elección". En tanto, los votos obtenidos por las tiendas que no obtengan escaños, "se asignarán a los partidos del pacto que sí cumplan con los requisitos".
Asimismo, se avanzó en otra propuestas que apuntaban al redistritaje, haciendo más pequeños los distritos. Se precisaba así que la Cámara estaría compuesta por "miembros elegidos en en distritos plurinominales. En cada uno de estos distritos se elegirán entre dos y seis escaños, de acuerdo con un sistema previamente establecido por la ley electoral". Además, se eliminaban 17 cupos de los diputados, pasando de 155 a 138.
También, obligaba a los partidos a instalar mecanismos de dirección y supervisión para prevenir infracciones de probidad y transparencia, y el cese de las funciones del diputado o senador que renunciara al partido político que hubiera declarado su candidatura.
Presidente del Senado
El presidente del Senado, José García Ruminot apuntó a avanzar en "cosas bien específicas". Adhirió a la propuesta del umbral de 5% a partir de la próxima elección parlamentaria que será el año 2025 y también a que el parlamentario que renuncia a su partido político pierda el escaño en el Congreso.
En tercer lugar, apuntó a entregarle facultades al Servicio Electoral (Servel) para que puedan "supervisar el cumplimiento de la disciplina partidaria, porque de eso se trata, de que los partidos políticos nos ordenemos, de que se cumplan los acuerdos y que podamos tener más gobernabilidad, porque eso le facilita la tarea a los gobiernos y le facilita también la disciplina. Y también le facilita la tarea al propio Congreso".
Más propuestas
La Democracia Cristiana compartió una propuesta de reforma al sistema electoral y a los partidos políticos, donde se alejan de la idea de establecer un umbral de 5% y para terminar con la fragmentación plantearon dar fin a los pactos electorales. Asimismo, pusieron sobre la mesa la creación de partidos políticos nacionales y la aplicación de sanciones a los parlamentarios que renuncian a su militancia.
Desde el colectivo argumentan que "el problema de fondo, lo que explica la excesiva fragmentación partidaria, son los pactos electorales (y las excesivas facilidades para formar partidos). Si se eliminan dichos pactos, se obtendrá como resultado un número acotado y razonable de partidos con representación parlamentaria, al igual que en los años 60 y 70".
"Estamos en Chile, no en Europa (multipartidismo con parlamentarismo) ni en EE.UU. (presidencialismo con bipartidismo), por lo que estimamos que la prohibición de pactos electorales es una medida perfectamente aplicable a nuestra realidad, sin experimentos políticos que a veces terminan siendo remedios peores que la enfermedad", manifestaron.
Por su parte, la bancada de diputados de la UDI, también presentó una propuesta donde respaldaron lo mencionado anteriormente relacionado con el umbral del 5% y abandonar el escaño en el caso de renunciar al partido.