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¿Qué no se aprendió?: A un año del "desborde sanitario" que le costó el cargo al ex subsecretario de Redes Asistenciales

Expertos apuntan a falta de planificación por parte de la autoridad sanitaria, pese a las tempranas proyecciones del adelanto del peak de enfermedades respiratorias, tal como ocurrió en 2023.

25 de Mayo de 2024 | 07:08 | Redactado por Daniela Toro, Emol.
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Esta semana, la crisis ha estado concentrada en Ñuble, producto de los contagios por influenza.

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El pasado 13 de marzo comenzó la campaña de vacunación contra la influenza encabezada por el Ministerio de Salud (Minsal), y se esperaba que terminara el 15 de mayo, o hasta que se cumpla la meta del 85% de cobertura a nivel nacional.

Han pasado 73 días desde que se inició el proceso, y la cobertura, de acuerdo a los datos del Departamento de Estadística e Información en Salud (DEIS) llega a un 63,04%, con 5,9 millones de vacunados. En tanto, grupos como niños de los 6 meses a los 5 años llegan al 58,49%; personas de 60 años o más, al 51,33%; embarazadas, un 40,30%; y personas pertenecientes a la estrategia capullo, un 30%.

Para presionar el avance del proceso, el jueves el Minsal lanzó un convenio con Metro de Santiago, para comenzar a inocular en distintas estaciones. No obstante, no son pocas las voces que afirman que medidas de este tipo "llegan tarde", en vista de la alta circulación viral que se registra en varias zonas del país y que desató la crisis en el Ñuble, con cinco muertes en sólo dos días.

Para Paula Daza, directora ejecutiva de CIPS-UDD y ex subsecretaria de Salud Pública, "la Subsecretaría de Salud Pública es la responsable de la vacunación. Acá se llegó tarde y la cobertura es baja habiendo advertido la triple epidemia de covid-19, VRS e influenza del hemisferio norte".

Por su parte, el presidente del Colegio Médico de Valparaíso, doctor Ignacio de la Torre, comentó que "hemos visto una campaña que ha sido lenta y reactiva. En otras palabras, ahora que estamos viendo una altísima circulación viral de influenza, nunca antes vista, las autoridades sanitaria, a nivel nacional y regional, empiezan a priorizar la vacunación dedicándole la energía que ésta amerita".

Asimismo, llamó a las autoridades sanitarias a "transparentar los casos graves y las muertes que se han ido produciendo, de tal manera que las personas sepan que sepan que la vacuna salva vidas y vean la gravedad de la condición que, de alguna forma, queremos revertir".

El "desborde sanitario" de 2023


Las alertas que elevan los expertos no distan, en el fondo, del escenario que se presentó en 2023, año que se preveía complejo incluso desde los primeros meses. En febrero, Jaime Rodríguez, entonces presidente del Comité Asesor en Vacunas y Estrategias de Inmunización (Cavei), alertaba que "hay bastantes pronósticos que nos dicen que, probablemente, nuestro año, a partir de marzo, va a ser bastante intenso en enfermedades respiratorias".

Por su parte, el 25 de mayo, el presidente del Colegio Médico de Concepción, Germán Acuña, adviertió que "la situación es crítica, tenemos los hospitales que ya sobrepasaron el nivel del colapso. ¿Vamos a tener que esperar que mueran niños para que entiendan que tienen que adelantar las vacaciones?".

Por ahora, y de acuerdo a lo que comentó la semana pasada el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, a 24 horas, no se ha cambiado la decisión de que las vacaciones comiencen a fines de junio -y no en julio-, aunque sería un tema en permanente evaluación.

El año pasado, la crisis sanitaria le costó el cargo al entonces subsecretario de Redes Asistenciales, Fernando Araos. Su salida se concretó el 13 de junio, producto de las críticas que surgieron en torno a la muerte de la lactante Mía Olivares y el que no se llamara a la Clínica Las Condes (CLC) para gestionar una cama para ella, pese a que Araos había dicho ante los medios que sí se estaban derivando pacientes a ese recinto asistencial.

Por esos días, era el virus sincicial el que había desatado la crisis, acumulando críticas desde distintos frentes respecto a la preparación de las autoridades sanitarias frente a un peak que se visualizaba como uno de los más importantes del último tiempo.

Cuando se comenzaban a conocer algunos decesos producto de esta enfermedad que afecta esencialmente a lactantes, el ex ministro de Salud, Jaime Mañalich comentó que "se pudo haber hecho un mejor trabajo, el esfuerzo de invierno era predecible y desafortunadamente las señales de advertencias no fueron dimensionadas y es esencial corregir rápido el rumbo".

Lo que no se aprendió


Ahora que la crisis está centrada en Ñuble, este año, a raíz de los virus respiratorios por influenza, distintos expertos analizan las posibles causas para llegar a este punto y las lecciones "no aprendidas" del desborde sanitario del año pasado.

El epidemiólogo de la U. de Talca, Daniel Jiménez, comenta que "conociendo que íbamos a tener una mayor circulación de virus respiratorios, la medidas fueron insuficientes (por ejemplo, adelantar las vacaciones de los colegios) ya que no se privilegió todo lo relacionado a la vacunación que sabemos que es clave en esta prevención".

"Vimos que el jueves lanzaron una campaña de vacunarse en el Metro, pero ésta se realizó tardía y dura tan solo una semana. ¿Es esa una buena estrategia? Creo que debe mejorarse".

Paula Daza, directora ejecutiva CIPS-UDD
"Hoy estamos muy bajo de los objetivos del 80-85% de los grupos de riesgo. Es clave el acceso y oportunidad de vacunación junto al manejo de la percepción de riesgo", acota.

Por su parte, el epidemiólogo de la UV, Rodrigo Cruz, remarca que "las infecciones virales, año tras años, nos van a estar golpeando en nuestro servicio sanitario, y por lo tanto tenemos que tener una muy buena planificación como país".

"Tenemos un agotamiento en las personas que están reacias a vacunarse porque durante la pandemia se vacunaron mucho, era necesario, pero ha habido un agotamiento en relación a ese tema y por lo tanto se tiene que montar una campaña fuerte, precoz, para que tengamos el objetivo que es sobre un 80% de la población objetiva vacunada, y además, eventualmente vacunar universalmente, es decir, a todas aquellas personas que tienen o que están en los grupos de riesgo", agregó.

En la misma línea, Paula Daza, plantea que "teniendo una campaña de invierno que cuenta con recursos no hemos visto las medidas a las necesidades urgentes y graves que se está viendo. Una vez más se está llegando tarde y no se saben las estrategias que tomarán para hacerse cargo de la población que está en riego y no está vacunada y, por otro lado, quienes no son población objetivo pero pueden enfermarse gravemente".

La también ex subsecretaria de Salud Pública comenta que se necesita hacer una focalización de grupos objetivos, regiones y comunas donde hay más baja vacunación y las SSP, junto con las seremías deben apoyar a los municipios para vacunar. "Esto se tendría que haber hecho desde el principio de la campaña. Conociendo la aversión que hay por vacunarse, es clave las estrategias que faciliten a la población su proceso de vacunación, de forma que sea expedita y eficiente".

"Vimos que el jueves lanzaron una campaña de vacunarse en el Metro, pero ésta se realizó tardía y dura tan solo una semana. ¿Es esa una buena estrategia? Creo que debe mejorarse", precisó.

Daza también llama a que el foco de la inoculación esté también en las embarazadas, en los adultos mayores de 60 años que siempre son más reacios a vacunarse que otros grupos de personas mayores, "porque son más joviales y tienen una vida más activa, sobre todo de trabajo o cuidado de padres o nietos". En las regiones, añade, "hay que concentrarse en el Norte Grande y en Los Ríos. En definitiva, es partir desde el comienzo de las campañas con estrategias concretas".
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