Metrópolis diseñadas con espacios urbanos capaces de absorber y reutilizar el agua de las lluvias. Ese es el concepto de las "ciudades esponja", la propuesta a la que diversos especialistas han pedido poner urgencia en Chile como medida para adaptar la infraestructura de las urbes, especialmente Santiago, a los efectos que tienen sobre ellas estos eventos meteorológicos. Y es que, durante el último mes, los intensos sistemas frontales dieron cuenta de las debilidades que tiene la planificación de la capital para enfrentar estos fenómenos y absorber el agua que precipita, con anegamientos en puntos críticos de la ciudad. Así surge esta idea que, según el arquitecto Felipe Arteaga, académico de la U. Finis Terrae, busca "gestionar la capacidad de las ciudades para absorber, de ahí el concepto de esponja, almacenar y reutilizar el agua. No solamente queremos protegernos de los efectos de las inundaciones, sino aprovechar esas aguas para convertirlas en algo positivo". Agrega que "es urgente" avanzar en la generación de este tipo de infraestructura, pero estima que se debe ir más allá de solo crear nuevos planes maestros de aguas lluvias, tal como han hecho algunas autoridades, "pues solo sirven para drenar las aguas". "Este
es un concepto mucho más potente", enfatiza.