La votación en la Cámara de Diputados sobre el proyecto que propone realizar las próximas elecciones municipales y regionales en dos días sufrió un complejo traspié: Se eliminaron las sanciones relacionadas al voto obligatorio.
Sin una multa para quienes no acudan a las urnas, los comicios serán más bien una instancia voluntaria y no obligatoria como se estipulaba en el proyecto originalmente.
Según algunos parlamentarios esta norma será corregida en el Senado y en la comisión mixta. Pese a los reparos que se pueden hacer en las próximas instancias, se instala un manto de incertidumbre a semanas de que cierren las inscripciones de candidatos.
La propuesta fue rechazada con votos oficialistas y apuntaba a que el elector que no sufragare sería penado con una multa a beneficio municipal de 0,5 a 3 unidades tributarias mensuales; aproximadamente entre $32.000 a $200.000.
El diputado Leonardo Soto (PS) sostuvo que el problema con la sanción que planteaba el proyecto de ley es que "permitía que una persona, un adulto mayor, sea sancionado por no ir a votar con una multa de hasta $200.000, que es el monto de una PGU. Es casi la mitad del sueldo mínimo".
A su juicio, "es una multa evidentemente desproporcionada, gigantesca, que no tiene relación con el poder adquisitivo de los chilenos". Argumento que se repitió entre varias voces oficialistas.
El diputado Eric Aedo (DC) - quien votó a favor de las sanciones propuestas - dijo que "no tengo dudas que esto va a ser corregido una vez que vuelva al Senado (...) yo estoy abierto a una rebaja en la multa". No obstante, recalcó en la importancia del voto obligatorio, "necesitamos que los sectores medios den su opinión política o si no obviamente que esto vamos a volver al pasado y creo que eso nos va a hacer muy mal".
Una visión más fatalista compartió la diputada Joanna Pérez (Demócrata): "Como autora del voto obligatorio me siento defraudada por este gobierno y por el oficialismo", indicó.
Acusó que "lo que hizo el oficialismo, gran parte del Partido Comunista, Frente Amplio, Socialdemócrata, incluso algunos demócratas cristianos que se abstuvieron, creo que no habla bien (...) que lo digan sinceramente, que no quieren tener voto obligatorio y yo creo que la ciudadanía se merece transparentar".
Asimismo, puso en duda que el Partido Socialista fuera a reponer las multas en el Senado o en la comisión mixta, teniendo en cuenta que estaban en contra de la reducción del valor del voto obtenido.
En esa línea, el diputado y presidente de la comisión de Gobierno Interior, Rubén Oyarzo (ex PDG), sostuvo que "lo que pasó ayer fue un bochorno. Los diputados que rechazaron la multa al voto obligatorio, dejaron el voto voluntario y fue totalmente irresponsable. Y aquí hay una estrategia por debajo, y la estrategia es el no rebajar el valor del voto".
