Acto de estudiantes por Palestina afuera de la Casa Central de la Universidad de Chile.
Aton
Tras dos meses de movilización, terminó el "acampe" de estudiantes en la Casa Central de la Universidad de Chile, que tenía como principal objetivo presionar a la casa de estudios para terminar con los convenios ligados a instituciones israelís.
La rectora de la Universidad, Rosa Devés, en reiteradas oportunidades solicitó el desalojo del lugar, ya que estaban haciendo uso del patio, afectando al resto de los estudiantes y coartando la pluralidad de la Universidad. Asimismo, desde que comenzó la movilización se les informó a los estudiantes que no se daría fin a los convenios, posición que mantiene la casa de estudios hasta el día de hoy.
Asimismo, el 4 de julio la rectoría de la Universidad de Chile retiró los lienzos que estaban en el frontis de la Casa Central, argumentando que la "fachada no puede ser utilizada para expresar exclusivamente las visiones de un grupo en particular".
Con el pasar de los días el "acampe" se estaba desgastando y la participación disminuía. A las asambleas no concurrían más de 20 personas y a dormir no llegaban más de diez. Incluso, se constató la participación de ex estudiantes o alumnos de otras instituciones, como de la Universidad Católica, la Universidad Padre Hurtado o del Duoc UC.
El término del "acampe" no fue negociado con la universidad. Ayer hubo un acto a las afueras de la Casa Central de la Universidad de Chile que contó con la autorización de la Delegación Presidencial de la Región Metropolitana donde participaron cerca de 300 personas.
Fue en ese acto donde los estudiantes movilizados anunciaron el término del "acampe" y que continuarán haciendo campaña para que se lleve a cabo un plebiscito "triestamental y vinculante" para definir si continúan o no los convenios con planteles israelís. Sin embargo, esta opción no está en el reglamento de la institución, por lo que no sería una alternativa viable.
Hasta la fecha, la Universidad de Chile ha oficiado a todas las universidades palestinas para conocer su situación y ofrecer ayuda en lo que requieren, fomentando lazos académicos considerando que son comunidades abatidas por la guerra.
Además, está funcionando una mesa triestamental donde participan equipos de la Rectoría y el Senado Universitario, que incorpora a funcionarios y estudiantes.