Junto con anunciar la construcción de una nueva cárcel de máxima y alta seguridad, el
Presidente Gabriel Boric informó de la creación de una
Fuerza Especial de Gendarmería para hacerse cargo de controlar el recinto penal.
A través de su sitio web, el Gobierno detalla que esta nueva fuerza será generada "para la gestión del orden de los detenidos en cárceles de máxima seguridad", con personal "que esté capacitado para enfrentar estas amenazas con todo el apoyo del Gobierno y lo mejor de la experiencia internacional".
"Son gendarmes que trabajarán en las cárceles de alta seguridad bajo un régimen especial y estas facultades especiales necesitarán también la venia del Congreso mediante la aprobación de un proyecto de ley", complementa.
El ministro (s) de Justicia, Jaime Gajardo, profundizó en los alcances de la Fuerza Especial de Gendarmería, explicando que "va a tener formación, capacitación, ingreso especializado después del ingreso a la Escuela de Gendarmería. Ingresan por así decirlo a la planta de Gendarmería y una vez ingresado a la planta, tienen que postular al régimen de alta y máxima seguridad".
"Tiene que haber rotación, porque lo que nos dicen las experiencias internacionales es que estas personas no pueden estar permanentemente en los módulos de alta y máxima (seguridad), tienen que ir rotando, tienen que tener una rotación de al menos cada tres años, y vuelven a escalafón general de Gendarmería", agregó, en conversación con CNN Chile.
Además, indicó que "tienen que tener asignaciones especiales. Y eso es lo que hemos conversado también el día de hoy con el Presidente de la República. Tienen que tener unas asignación que les permita también tener un trato distinto al resto de los funcionarios de Gendarmería, para evitar cualquier tipo de corrupción al interior".
Junto con esto, dijo que se está buscando incluir en el proyecto de ley "que existan las medidas de confidencialidad y reserva de la información de las personas que conforman esta unidad especial, y también que esa unidad especial tenga ciertas reservas de información en las compras que realiza, el trabajo que realiza, el personal que tiene, y eso es básicamente para la protección del personal pero también para el resguardo estratégico de estas cárceles".
Dudas de los gendarmes
Sin embargo, el anuncio no dejó del todo conforme a los funcionarios que trabajan en los establecimientos penitenciarios. La Asociación Nacional de Suboficiales de Gendarmería (ANSOG) expresó sus reparos tanto a la construcción de la nueva cárcel como a la creación de la Fuerza Especial.
A juicio del gremio, estos anuncios "hacen evidente la desconexión y falta de conocimiento que existe en las autoridades respecto de nuestra situación actual y de la forma en la cual hoy debe abordarse la dinámica institucional".
"Mientras los anuncios apuntan a aumentar la capacidad de plazas para personas privadas de libertad, esto necesariamente debe ir aparejado de una dotación de funcionarios destinados a cumplir la misión institucional. En la actualidad existen 1.300 cupos de planta autorizada, que no están cubiertos y que, hasta esta fecha, no ha sido abordado con la urgencia e importancia que requiere", cuestionan los funcionarios.
También plantean que "construir un nuevo recinto penitenciario, no resuelve la problemática actual de la institución, la que requiere de medidas inmediatas y no a largo plazo".
"Hoy, la autoridad debe centrar sus esfuerzos en resolver el problema de sobrepoblación o hacinamiento de la población común y no del interno que deba cumplir condenas o prisiones preventivas en recintos especiales, los cuales, cuentan con capacidad actualmente", acota el gremio.
Y complementa: "De esta forma, queda de manifiesto que el problema se centra en una deficiente administración del Sistema Penitenciario el cual no ha logrado satisfacer, de forma integral, los actuales desafíos de seguridad".
