Se estima la llegada de las armas no letales en los próximos 2 a 3 meses, para luego iniciar un período de capacitación técnica.
Captura.
Gendarmería de Chile contará con pistolas eléctricas marca taser, las que serán implementadas en el Recinto Especial Penitenciario de Alta Seguridad (REPAS), y en procedimientos del grupo especial de Traslado de Alto Riesgo (TAR).
Así fue confirmado este viernes en la Escuela de Gendarmería, hasta donde llegó el subsecretario de Justicia, Jaime Gajardo, junto al gobernador regional metropolitano, Claudio Orrego, y el director nacional de Gendarmería de Chile, Sebastián Urra, al presentar el arma no letal para control de disturbios.
Se trata de un plan piloto que involucra una inversión de más de 211 millones de pesos, recursos que serán aportados por el Gobierno Regional Metropolitano, y que, en primera instancia,
incluirá la adquisición de 20 pistolas eléctricas.
El proyecto incluye accesorios, como cámaras corporales, y entrenamiento profesional para el personal de la institución, quienes luego deberán capacitar a los funcionarios a cargo del uso y manejo de estos elementos.
El subsecretario de Justicia, Jaime Gajardo Falcón, destacó que, "nuestro país tiene el control de los establecimientos penitenciarios. Gendarmería de Chile puede dar la tranquilidad a todas las personas, a nivel nacional, de que tiene el control de los establecimientos penitenciarios. Sin embargo, las amenazas y los desafíos que tenemos son importantes. No nos puede ocurrir lo que ha ocurrido en otros países de la región, y para eso estamos trabajando o fuertemente para fortalecer nuestro sistema penitenciario".
El gobernador de Santiago, Claudio Orrego, enfatizó que "si queremos ganarle al crimen organizado en las calles, tenemos que partir por dominar lo que pasa en las cárceles".
Además, detalló que la iniciativa contempla la compra de 20 dispositivos no letales, los que estarán disponibles en los próximos meses. "Estas herramientas se suman a las que ya tienen los gendarmes, con las cuales se logrará proteger la vida e integridad de los funcionarios, disuadir al que intenta agredir o cometer un delito, reducir los reclamos por uso abusivo de la fuerza, entre otros".
El director nacional de Gendarmería, Sebastián Urra Palma, valoró el aporte de la Gobernación, y enfatizó que, "hoy, Gendarmería cumple un rol clave en materia de seguridad pública y en el combate al crimen organizado, por lo que, la adquisición de este tipo de armamento será un refuerzo en contextos y situaciones específicas, mediante un control efectivo y que minimiza el contacto físico ante eventuales situaciones, brindando, además, mayor seguridad para nuestros funcionarios".
Se estima la llegada de esta adquisición en los próximos 2 a 3 meses, para luego iniciar un período de capacitación técnica, previa a su implementación, la que está prevista para el primer trimestre de 2025.
