Un nuevo derrotero se abre para el crimen organizado a raíz de la crisis sociopolítica de Venezuela. El Tren del Llano -una de las megabandas del país caribeño dedicadas al secuestro, sicariato y extorsión- desafió al régimen de Nicolás Maduro. En plena ola de protestas por la polémica reelección del sucesor de Hugo Chávez, uno de los líderes de la organización criminal advirtió a través de un video: "Vamos a usar todo lo que tenemos. No toquen al pueblo", según informó el portal Perú 21.
En paralelo, el Gobierno del Presidente Gabriel Boric expresó preocupación ante una eventual nueva ola migratoria que se podría desencadenar producto de la crisis venezolana. De hecho, la ministra del Interior, Carolina Tohá, dijo en calidad de vicepresidenta que "ciertamente hay una preocupación" de que se intensifiquen la migración irregular a territorio nacional. Por lo mismo, el subsecretario de la cartera, Manuel Monsalve, viajó el pasado jueves a la comuna de Colchane -Región de Tarapacá- y anunció medidas para reforzar el control fronterizo.
Sin embargo, expertos advierten que el crimen organizado podría posar sus ojos en este flanco, por lo que extendería sus tentáculos en territorio nacional y permitiría instalar aún más bases de operaciones.
O por el contrario: las células de las organizaciones criminales podrían tomar las declaraciones de los líderes como una oportunidad para desprenderse de sus matrices, generando así nuevos episodios de conflictos entre criminales.
Es más, un episodio de estas características ya se vivió en Chile. Según estableció el fallo contra los miembros del Tren del Coro, los imputados se separaron de Los Gallegos por divisiones al interior del grupo criminal. De hecho, según estableció la investigación, una de las políticas al interior de Los Gallegos era eliminar a quienes protagonizaban conflictos al interior del grupo criminal.
El fraccionamiento de los grupos criminales puede ocurrir por diversos motivos, como conflictos internos, explotación de nuevos mercados ilícitos, o el rechazo de los criminales a los líderes de la organización criminal.
Antecedentes de sublevación
Arica es el escenario y la fecha 19 de junio de 2024. La fiscalía regional consiguió distintas penas que suman 34 años de presidio efectivo contra tres miembros de la organización criminal denominada Tren del Coro, acusados por su responsabilidad en delitos violentos y de drogas, entre otros ilícitos.
La investigación estableció que el Tren del Coro estaba integrado por miembros descolgados de Los Gallegos, brazo operativo del Tren de Aragua, comenzando a operar en Arica el año 2022, dedicándose a la venta de drogas específicamente en el Parque Diego Portales. Los grupos criminales libraron una especie de guerra sin cuartel.
El conflicto escaló a tal punto que los asesinatos influyeron en el alza de los crímenes registrados en la región durante el 2022: los homicidios de ese año alcanzaron la cifra de 46, lo que posicionó a Arica como la ciudad con la tasa de homicidios más alta a nivel nacional, con 17,1 crímenes por cada 100.000 habitantes.
La Fiscalía Regional de Arica también llevó a juicio a los miembros de Los Gallegos. El Ministerio Público solicita once penas de presidio perpetuo para igual número de acusados, además de otras que suman más de 200 años de presidio para los restantes. Cabe señalar, que 34 son extranjeros, en su mayoría venezolanos, y 4 chilenos.
Visión de expertos
El académico y ex director de Seguridad Pública en el Gobierno de Michelle Bachelet, Jorge Araya, entrega su visión a Emol y considera que "existe un peligro" de que las células de las bandas criminales, que operan en distintos puntos, opten por desprenderse de la organización criminal matriz al distanciarse de la posición que toman los líderes de las organizaciones criminales en torno a la situación venezolana, lo que podría provocar conflictos entre las bandas delictivas.
Eso sí, el experto asegura que los pronunciamientos de los líderes de las bandas criminales son un método más para acrecentar sus influencias. "Ellos tienen que dar el mensaje de que son poderosos, que pueden tener más incidencia en los gobiernos y en las empresas".
Por su parte, Alejandra Márquez, especialista en política internacional y académica de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Talca, sostuvo que "los pronunciamientos de líderes de bandas de crimen organizado de Venezuela pueden tener un efecto en los países donde puedan encontrarse células o coordinación directa con ellas. Dichos grupos pueden mantener una línea directa con la banda en general, pero también pueden aprovechar el contexto de cada zona para efectuar actos delictivos con objetivos propios".
En tanto, Pablo Zeballos, experto en crimen organizado, sostiene que "en los modelos actuales de criminalidad organizada el fenómeno del fraccionamiento de estructuras delincuenciales es muy posible y se genera por la neutralización o surgimiento de nuevos liderazgos, vacíos de poder y cambios situacionales en el control de territorios o mercados ilícitos que dan lugar a luchas violentas de facciones, algo que en Chile ya esta pasando".
En ese sentido, agregó que "la crisis en Venezuela y una eventual nueva ola migratoria podrían ser aprovechadas por esta u otras bandas del crimen organizado para expandirse a Chile. La inestabilidad y la necesidad de los migrantes irregulares proporcionan un ecosistema de economías ilícitas ideales para que estas organizaciones criminales extiendan sus operaciones y consoliden su presencia en nuevos territorios".
Araya completa esa postura indicando que para los líderes del crimen organizado se les podría estar haciendo cada vez menos atractivos el mercado venezolano, a raíz de la profunda crisis económica del país caribeño.
