El escándalo que protagoniza el expresidente de Argentina, Alberto Fernández, ha comenzado a tener ribetes en el territorio nacional. Parlamentarios de bancadas del oficialismo y la oposición han condenado las acusaciones de violencia de género que la exprimera dama, Fabiola Yáñez, dirigió al otrora Mandatario trasandino, exhortando a reprocharlas en público y sometiendo a presión al Gobierno.
A esto se suma la publicación de videos en que se identifica a Fernández sosteniendo una conversación íntima con la conocida columnista trasandina de streaming, radio y televisión Tamara Pettinato, mientras toman cerveza en la Casa Rosada.
Cabe descatar que la exvicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández (CFK), rompió el silencio sobre las denuncias de Yáñez, criticando a su compañero de fórmuña. "
La misoginia, el machismo y la hipocresía, pilares en los que se asienta la violencia verbal o física contra la mujer, no tienen bandera partidaria y atraviesan a la sociedad en todos sus estamentos", aseveró. En tanto, las autoridades de Gobierno, afines a Fernández, han mantenido el hermetismo.
En ese contexto, parlamentarios que pertenecen al Grupo de Puebla -colectivo de líderes de la izquierda latinoamericana y europea, del cual Fernández es fundador- han condenado las presuntas agresiones del expresidente.
Así fue en el caso de la presidenta de la Cámara, Karol Cariola, quien sostuvo que "las imágenes que hemos visto en estas últimas horas son profundamente dolorosas y totalmente aberrantes, es una situación que nos genera rabia, que nos genera impotencia, porque cada vez que un hombre decide pegarle a una mujer, agredirla, sobrepasar su indemnidad física, es algo que debe ser totalmente condenado y que espero que la justicia actúe lo más pronto posibles".
En tanto, la diputada de la bancada PPD e Independientes, Camila Musante, afirmó que "las denuncias realizadas por la esposa del expresidente Alberto Fernández son gravísimas y requieren que la justicia actúe con brevedad, para que se tomen todas las medidas de protección a la víctima, y que ésta no pueda volver a ser sujeto de estas agresiones".
"Las mujeres en el mundo condenamos la violencia que se comete contra las mujeres, no importa desde el lugar de donde venga ni el color político que se represente. En esto alzamos la voz porque no queremos ni una mujer menos", agregó.
Desde la vereda de la oposición, el jefe de bancada de diputados UDI, Gustavo Benavente, se mostró crítico con el sector. "La verdad es que a la izquierda latinoamericana se le están cayendo todos sus ídolos. Primero, el proceso chavista y personificado ahora por Maduro ya ha demostrado que es un dictador sin dobles lecturas. También tenemos el caso de Lula que estuvo preso por corrupción a pesar de haber sido elegido presidente nuevamente, pero ya no es una persona inmaculada", comentó.
"Ahora tenemos el caso de Alberto Fernández", agregó, "quien se decía, al igual que el gobierno de Chile, que tenía una gestión marcadamente feminista. Y resulta que los hechos fueron más poderosos que sus palabras cuando se ha demostrado que ejercía violencia intrafamiliar".
Por su parte, el diputado del Partido Socialista, Tomás de Rementería, descartó que el Gobierno deba pronunciarse por este hecho.
Si bien afirmó que "encuentro que el caso de Alberto Fernández es grave, que un expresidente haya ejercido violencia de género contra la primera dama siendo Presidente, es especialmente grave, cualquier caso de violencia de género lo es, pero este es especialmente delicado", acotó que la trama "no es un problema diplomático de Chile con Argentina"
"Más allá de las opiniones personales que puedan tener, he visto que la Presidenta de la Cámara de Diputados y otros personeros han condenado los hechos y la actitud violenta y delictual de Alberto Fernández, me parece que eso es la dirección correcta, pero no genera y no es ningún problema diplomático de Gobierno a Gobierno con Argentina, por eso es un problema político que cada personero deberá ver", añadió.
Contraria se mostró la diputada de Renovación Nacional, Camila Flores. "Han pasado días de las evidencias evidentes respecto de los abusos y sobre todo de la violencia de género por parte del expresidente Fernández", señaló, aseverando que "este tipo verdaderamente es un cobarde y a mí me parece francamente inaceptable que el Gobierno de manera oficial no haya tenido hasta esta altura una condena a estos hechos que se han conocido".
"Han guardado un silencio cómplice absoluto. Este es el Gobierno feminista de Gabriel Boric, uno donde la voltereta es lo que más vale, donde un día dicen una cosa, pero a la hora de demostrar con hechos concretos que realmente esas banderas que dicen defender no son tal" sentenció.