"Operación Gladius". Así se llama el operativo llevado acabo por la Fiscalía Metropolitana Occidente y la PDi y que permitió desbaratar a una banda dedicada a la modificación y venta ilegal de armas.
Hubo allanamientos en las regiones de Valparaíso y Metropolitana, que terminaron con nueve sujetos detenidos.
El subdirector de Investigación de Policía y Criminalística de la PDI, prefecto general
Hugo Haeger, relató que la organización criminal "se dedicaba a modificar, comercializar armas de fuego, ya sea armas de fuego convencionales como también de fogueo, que quedaban aptas para el disparo".
"Además, confeccionaban de manera artesanal de igual forma la munición que se utilizaba para estas armas de fuego", agregó.
La policía civil allanó tres inmuebles, dejando un total de nueve sujetos detenidos, todos de nacionalidad chilena. Haeger destacó que "dentro de los detenidos, (...) hay tres personas que cumplieron la labor de armeros".
También subrayó que "se han recuperado armas de fuego convencionales, artesanales o de fogueo que quedaron aptas para el disparo, además de munición y los elementos que utilizaban estas personas para generar y confeccionar estas armas de fuego".
La fiscal SACFI Occidente, Tania Mora, explicó que "esta es una banda que se dedicaba a proveer armas de origen artesanal a distintas bandas delictuales que principalmente operaban en la comuna de San Bernardo".
La organización delictual fue detectada por el Ministerio Público, luego de la detención de quienes comercializaban los armamentos artesanales, según explicó Mora, agregando que la estructura criminal expandió sus negocios, ya que también comercializaban los elementos en las comunas de Quilicura y Estación Central, de la Región Metropolitana.
Mora, a su vez, aseguró que "el valor de un arma adaptada de estas características oscilaba entre los 300 mil a los 500 mil pesos. Y la caja con 50 municiones (costaba) entre 120 y 300 mil pesos, todas modificadas".
Por su parte, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, señaló que "se ha eliminado un proveedor de armas para otras organizaciones criminales, que se dedican a delitos como el tráfico de drogas".
El Fiscal Regional Metropolitana Occidente, Marcos Pasten, añadió que "la fabricación de armas, en particular, está íntimamente ligada con el crimen organizado y con estas bandas que necesitan precisamente hacerse de este tipo de elementos para la comisión de sus delitos".
Finalmente, el subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, sostuvo que "el balance preliminar a la fecha es que las denuncias anónimas por ley de armas han aumentado en el país en un 37%".
Los imputados serán formalizados por el Ministerio Público por delitos de la Ley de Control de Armas.
Cómo operaban
El grupo era integrado por dos "armeros" principales (J.A.B.F y M.E.V.S), quienes de acuerdo a fiscalía tenían gran conocimiento de las características y funcionamiento de las armas de fuego.
Las intervenciones incluyen modificaciones de armas de fogueo, fabricación de munición artesanal, así como la reparación de distinto tipo de armamento apto para su uso.
El armero principal (J.A.B.F., de 29 años) vive en la comuna de Llay-Llay y, además de adaptar armas a fogueo, modifica municiones y repara armas. Asimismo, existe un tercer sujeto, hermano del armero principal, quien también realiza modificaciones
La agrupación incluye además a otros seis integrantes que realizan funciones de vendedores y son quienes ofertan a terceros las armas adaptadas o modificadas.
