Este martes el Gobierno ingresó el proyecto de ley que pone
fin al Crédito con Aval del Estado (CAE), y que adicionalmente crea un nuevo sistema de Financiamiento Público para la Educación Superior (FES).
En cadena nacional, el Presidente Gabriel Boric anunció anoche que el objetivo central del proyecto es "ofrecer una solución concreta a miles de jóvenes y familias que están endeudados", puesto que "hoy el CAE es un problema para todo Chile; para quienes con mucho esfuerzo mes a mes lo pagan, para quienes no han podido hacerlo, para aquellos que nisiquiera pudieron terminar sus estudios y aún así están endeudados, y también lo es para las arcas fiscales".
De acuerdo a los datos que entregó el propio Mandatario, más de 1,5 millones de personas en el país tienen deudas por estudiar, y de ellos,
el CAE es el instrumento más significativo, con 1,2 millones de deudores. En tanto, a la fecha, el Estado ha debido desembolsar más de
US$9 mil millones para poder financiarlo.
Se trata de un anuncio que se esperaba para septiembre, puesto que formaba parte del "nuevo impulso legislativo" que instruyó el Presidente. No obstante, una serie de elementos, como la propia agenda legislativa y las Fiestas Patrias, permitieron que recién ayer se concretara el anuncio oficial.
De lo que sí habían certezas hace un buen tiempo, es que la oposición levantó tempranamente críticas por la cercanía del anuncio con las elecciones, e incluso, acusaron de que no era una de las urgencias de la ciudadanía, al menos no por sobre la crisis de seguridad que atraviesa el país.
El proyecto finalmente ingresará a la Cámara de Diputados, con urgencia simple, y busca, de paso, concretar la promesa de campaña del Mandatario. Eso sí, con varias diferencias respecto a la forma en que se enarbolaba en 2021.
Universalidad
Una de las diferencias más evidentes entre la propuesta del programa de Gobierno del entonces candidato presidencial, Gabriel Boric, versus la actual, es la universalidad de la condonación.
De hecho, el título de la propuesta en esta materia era "condonación universal de las deudas estudiantiles". En ese ítem, se explicaba que "el endeudamiento estudiantil, junto con dinamizar la mercantilización y privatización de la educación superior, es una pesada mochila para las y los deudores educativos, y una alta carga para el Estado, el que a la fecha ya ha recomprado más de la mitad de los créditos cursados".
La propuesta del Ejecutivo apunta a condonar "parte de las deudas educativas", beneficio que dependerá del comportamiento de pago de los deudores, si egresó o no de su carrera, y será para quienes se adscriban voluntariamente.
Gradualidad soportada por instituciones financieras
La propuesta de 2021 también apuntaba como mecanismo de condonación universal un esquema de pagos a largo plazo por parte del Estado, donde la gradualidad sea soportada por las instituciones financieras y no por las personas endeudadas".
Ahora, el proyecto del Gobierno apunta no sólo a que no habrá universalidad, sino que se reorganizará la deuda. Para ello, se propone pagar el 75% del saldo restante o, de lo contrario, reprogramar las cuotas proporcionales a los ingresos, con un tramo exento de pago, y cuotas que "serán más bajas que las que actualmente pagan".
En tanto, para quienes ya pagaron el CAE, el proyecto presentado este martes al Congreso consigna otorgarles beneficios tributarios.
Sistema de financiamiento
La propuesta del 2021 continuaba de la siguiente forma: "Pondremos fin al CAE y crearemos un nuevo sistema único de créditos que será transitorio, hasta alcanzar la gratuidad universal. Será público, solidario, sin interés, sin participación de los bancos y no reproducirá los
abusos del CAE".
En este punto, y en concordancia con lo que hasta ahora se conoce del proyecto del Gobierno, hay algunas diferencias y otros aspectos que se conservaron.
Esto, porque el anuncio de ayer contempla que el nuevo sistema será el Financiamiento Público para la Educación Superior (FES), el que consiste en que quienes comiencen a estudiar lo harán sin pagar aranceles y sólo podrá existir un copago para aquellos que estén en el 10% mayores ingresos.
Esto, de paso, cumple con la promesa de dejar fuera a la banca del financiamiento y, a su vez, crear un sistema de financiamiento público. No obstante, el FES es uno de los aspectos que más dudas ha generado, puesto que aún se desconoce si el Gobierno creará efectivamente un nuevo sistema de créditos -como lo enunciaba en 2021-, o si se creará un impuesto al trabajo de los graduados, o una alternativa en esa línea.
