El siniestro consumió toda la estructura de la Parroquia, la que estaba construida principalmente de madera.
Emol.
Completamente envuelta en llamas, lo que provocaron su destrucción total. Ese fue el escenario que dejó la histórica
Parroquia Convento San Antonio de Padua de Iquique -también conocida como San Francisco-, luego del incendio que se desató esta tarde.
"La destrucción es total, es una catástrofe para la región", dijo esta tarde el delegado presidencial de la Región de Tarapacá, Daniel Quinteros, a 24 Horas, para dar cuenta de la magnitud de lo ocurrido.
Pese a que no hubo vidas que lamentar, el escenario para la comuna es desalentador, puesto que se trataba de un monumento histórico, bajo ese rótulo desde el 25 de octubre de 1994.
La construcción, que data a partir de 1899 y se extendió hasta 1904, se pensó a partir de la llegada de misioneros franciscanos a la ciudad, y su estructura era principalmente de madera.
De acuerdo a Monumentos Nacionales, la Parroquia de san Antonio de Padua y Convento Franciscano de Iquique "son un claro ejemplo de esta arquitectura que privilegiaba "la onstrucción en fachada continua, la verticalidad y liviandad de la vivienda, la organización de los espacios en torno a un núcleo central, la presencia del vestíbulo, el uso de veranda, la presencia de lucarnas o linternas, el uso de torres miradores y el techo aéreo o sombreado sobre la azotea".
Todo ello, con "rasgos historicistas del Renacimiento y del Románico, con gran presencia volumétrica en el barrio, destacándose sus armoniosos perfiles a la distancia".
El 16 de enero de 1909, el entonces Vicario Apostólico don Martín Rücher transfirió la propiedad del convento a los franciscanos. En tanto, en septiembre de 1923 se firma un contrato entre la Vicaría Apostólica de Tarapacá y los reverendos padres franciscanos para la Parroquia de San Antonio de Padua de Iquique.
En mayo de 2021 se realizó una conmemoración de los 120 años de la bendición a la primera piedra del templo. Esto, pues basándose en los archivos históricos, se detalla que el 7 de mayo de 1899, se organizó una "comisión de fábrica" para la obra del templo franciscano de San Antonio de Padua, cuya primera piedra se bendijo y se puso en Iquique.
