César "Rumi" Ahumada debió enfrentar otro proceso judicial en 2009.
Sitio web Manto Wasi
Como
"curandero vegetalista" se autodefine
César "Rumi" Ahumada, de 54 años, el
"chamán" detenido por la muerte de Antonella Canales ocurrida ayer en medio de un "tratamiento de desintoxicación" llevado a cabo al interior del centro terapéutico "Manto Wasi", ubicado en la comuna de Pirque.
La fiscalía lo acusa de tener responsabilidad en el deceso de la mujer, quien habría consumido estupefacientes que le provocaron una descompensación que derivó en su fallecimiento.
Producto de esto, fue aprehendido y puesto a disposición de la justicia, que ordenó ampliar su audiencia de detención hasta el lunes, a fin de efectuar una autopsia a la víctima y recabar mayores antecedentes sobre el hecho.
Sin embargo, esta no es la primera vez que Ahumada es detenido por sus polémicos tratamientos. En 2009, fue aprehendido por la PDI acusado de traficar estupefacientes -particularmente ayahuasca- desde el extranjero con el propósito de suministrar a sus clientes, uno de los cuales habría sufrido una grave descompensación que lo obligó a ser hospitalizado.
Pese a esto, los delitos no pudieron ser acreditados según el tribunal, por lo que fue absuelto del caso.
En parte, de acuerdo al fallo, porque no se pudo determinar el porcentaje y la concentración que tenía de ayahuasca, "por inexistencia de procedimientos y herramientas que permitan tal precisión, de manera que en el estudio de la substancia incautada se ha omitido dar cumplimiento a los estándares que el artículo 43 de la ley 20.000 fija para la determinación de la sustancia incautada, y que impone un análisis químico de ella, en el que además de identificar el producto y señalar su peso o cantidad, debe consignarse su contenido, composición y grado de pureza, aspectos todos que fueron omitidos por las razones expuestas por el señor perito, de manera que el tribunal quedó desprovisto de elementos en la determinación de aspectos que habría sido relevante tener".
Dicho fallo también fue comentado por el centro terapéutico Manso Wasi, que calificó el veredicto como un "acontecimiento histórico para el mundo de la ayahuasca", ya que "por primera vez un tribunal ha reconocido, siguiendo lo dicho por la JIFE, que la ayahuasca no es droga de acuerdo a los Convenios Internacionales, que son los que rigen las políticas de drogas a nivel mundial".
Asimismo, destacó que se "ha reconocido el potencial beneficioso cuando se acompaña de una práctica sensata. A día de hoy no se conoce una sola sentencia judicial en la que la ayahuasca haya salido tan bien reflejada".
