Durante la jornada de ayer, un grupo de estudiantes del Instituto Nacional se reunieron con Carlos Siri, dueño de la ex Fuente Alemana, recinto que sufrió múltiples ataques durante el denominado estallido social.
Tras la cita, Alejandro Antilef, vocero de los alumnos, llamó a los chilenos a "dejar atrás el fanatismo de ideologías". Esto, a días de una nueva conmemoración del 18 de octubre.
Antilef planteó que el recinto comercial "fue símbolo de violencia entre chilenos durante el estallido social y que representa a miles de compatriotas que han perdido sus esfuerzos construidos".
Sostuvo que "como parte de una nueva generación de chilenos, exigimos a la clase política gobernante que mire y analice el país que se está construyendo: un país sin cultura real, carente de virtudes y que hoy se desarrolla en valores alejados del bien común".
También fundamentó sus dichos apuntando a que el futuro de las nuevas generaciones "puede estar en peligro", producto de las determinaciones políticas de la "izquierda, de la derecha y el centro, que han demostrado a la vista que este país nunca ha sido de su interés". "Podríamos estar horas en una lista interminable de sectores que no reciben los aportes correspondientes del Estado", lanzó.
Con todo, afirmó que "la problemática de nuestro instituto es el reflejo de la crisis que han generado estos partidos y estas lógicas para gobernar un país".
Llamando a los chilenos a "reflexionar", el vocero pidió a la ciudadanía que "nunca más volvamos a agredirnos entre nosotros". "Llamamos a los chilenos a reencontrarnos en amistad y respeto. Llamamos a los chilenos a dejar atrás el fanatismo de ideologías que no dan respuesta en los hechos", añadió.