Dispares sensación dejó en el Senado la reciente aprobación de la acusación constitucional en contra del
ministro Sergio Muñoz, hecho por el cual fue destituido de la Corte Suprema.
Mientras en la oposición justificaron la decisión de inhabilitarlo, en el oficialismo acusaron una "artimaña" de parte de la centroderecha para sacar a Muñoz del máximo tribunal debido a sus fallos.
Al respecto, el senador del Partido Social Cristiano, Rojo Edwards, aseguró que los hechos por los que Muñoz fue acusado suponen "una causa grave y por tanto hemos creído que es una causal válida para efectos de aprobar la acusación constitucional".
Consultado por si habría una especie de "venganza" en contra de Muñoz por sus fallos en materia de derechos humanos y contra las isapres, Edwards contestó que "yo creo que esa es básicamente una forma de cambiar la atención, una especie de cortina de humo para no analizar el fondo, de que el juez Muñoz entregó información privilegiada a su hija para efectos de vender rápidamente un departamento, porque sabia que su precio iba a bajar".
En tanto, el presidente de RN, senador Rodrigo Galilea, reflexionó que "este no es un día de alegría, es un día triste para la Corte Suprema del país, es un día triste porque se ha formado la convicción el Senado de que dos de sus integrantes, adelantado la votación que pasará con la ministra Vivanco, no han cumplido con sus deberes y por lo tanto esperamos que todos tomemos nota de esto, todos aprendamos de este trago amargo que son las acusaciones constitucionales y que de ahora en adelante todos los ministros de corte, ya sea Suprema o de Apelaciones, los jueces de Garantía, también vale para los partidos políticos, que debemos comportarnos a la altura de lo que la ciudadanía espera de nosotros".
Asimismo, destacó que hubo "una mayoría absoluta de 27 votos, y en el Senado es muy difícil de lograr (ese quórum) en cualquier materia, por tanto eso habla por sí solo del nivel de convicción que se formó el Senado de la República respecto de la acusación constitucional contra el ministro Sergio Muñoz".
Mientras que la senadora Ximena Rincón (Demócratas), cuyo voto fue clave para inclinar la balanza a favor de la acusación, resaltó que "todas y todos tiene la misma vara para ser medidos. No puede ser que porque era su hija él no hizo lo que debía hacer".
"Creo que es importante que esto quede así de claro, porque cuando una persona pasa a tomar tal poder en las instituciones no da lo mismo lo que haga, no da lo mismo lo que decida, no da lo mismo cómo se beneficia o no beneficia a un pariente. Las instituciones se socavan y esto creo que es una señal importante y clara para la ciudadanía", complementó.
Oficialismo acusa trampa
Desde el oficialismo, en tanto, el senador PC Daniel Núñez lamentó la aprobación de la AC y calificó los argumentos esgrimidos en la Cámara Alta como "extremadamente débiles, por no decir que artificiales".
A su juicio, "lo que el Senado hace es un acto de corrupción". "Se está castigando de parte de los senadores de derecha al juez Muñoz por sus fallos, como las cuentas de Pinochet en el banco Riggs, o cuando determinó que las isapres debían devolver las platas mal cobradas a los usuarios", acusó.
Misma postura que manifestó su par del PS, Alfonso de Urresti, quien expresó que "creo que aquí claramente hay un abuso por parte de la destitución de este ministro. Conocemos la trayectoria del ministro Muñoz, un ministro que ha sido claro por una serie de normas, que se la ha jugado por los derechos humanos".
"La derecha, los violadores de derechos humanos, las isapres y otras instituciones están celebrando que sacan un juez que durante mucho tiempo ha llevado las banderas del progresismo, de expandir derechos. Podrá haber reproches, pero ya habían sido abordados de manera interna", puntualizó el legislador socialista.
