Los inéditos 55 minutos en los que el presidente Gabriel Boric respondió las preguntas de la prensa sobre el caso del exsubsecretario del Interior,
Manuel Monsalve -denunciado por violación por una funcionaria de la misma cartera-, el viernes,
siguen generando repercusiones.
Esa misma jornada el Mandatario se llenó de críticas, porque además de mostrar diferencias con su propio equipo de comunicaciones -la directora Nicole Vergara le advirtió en un momento que era "suficiente" con lo que había respondido, pero él continuó sin considerar aquello-, develó posibles infracciones a la ley al confirmar, por ejemplo, que la exautoridad había revisado las cámaras de seguridad del hotel donde habría ocurrido el delito sexual, aún estando en el cargo.
Este fin de semana, y en diálogo con El Mercurio, el experto en comunicación política Gonzalo Cordero analizó la situación asegurando que demuestra "una gran falta de manejo, de metodología".
"Me resulta imposible que sea el Presidente de la República el que se exponga a casi una hora de interrogatorio periodístico, dando cuenta de hechos y no sólo para fijar la posición oficial del Gobierno. El Presidente incluso saca su teléfono celular, empieza a ver mensajes... Está el momento en que le llama la atención a la jefa de prensa. Todo me parece de una falta de profesionalismo y que, al mismo tiempo, no se condice con la jerarquía del cargo", aseveró el también abogado militante de la UDI y agregó que "es evidente que el Gobierno entre más explica, más se complica".
El presidente de dicho partido, Guillermo Ramírez, también criticó lo ocurrido señalando que hubo una "improvisación" y que "hay una descoordinación brutal al interior del Gobierno, que es algo que yo venía diciendo hace mucho tiempo: lo más importante para este Gobierno ha sido siempre cómo quedan ellos comunicacionalmente, siempre les ha importado más la imagen que termina proyectando el Gobierno cuando se presentan desafíos o problemas que resolver, que el problema mismo".
"Tengo la impresión de que aquí a nadie le importó la víctima, de que aquí a nadie le importó hacer lo correcto, ni activar los protocolos. Nadie le pidió inmediatamente la renuncia al subsecretario Monsalve. El Presidente no le dijo, hasta donde yo sé, 'oye esas imágenes que tú tienes en tu poder, llévaselas al Ministerio Público'. O sea, nadie hizo lo correcto, la única preocupación era 'cómo hacemos para que esto nos pegue lo menos posible' y creo que en una situación de emergencia el presidente Boric estimó que él, con su experiencia y su porte, era la persona indicada para salir a hablar y tratar de contener esto lo más posible", puntualizó.
Quien también se refirió a este hecho, en conversación 24 horas, fue Marco Moreno, académico de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central. A su juicio, el Gobierno "tendría que haber tenido más previsión, tendría que haber actuado con más racionalidad y tendría que haber actuado con más política, porque la política es lo opuesto a la improvisación, la política es racionalidad, la política es buscar los elementos, buscar las frases adecuadas, ¿no es cierto? Y eso es lo que no observamos, porque lo que observamos acá fue mucha improvisación, probablemente, por este sentido de tratar de ser transparente, pero que evidentemente se dificulta cuando tú no transmites bien el mensaje".
FA y bancada Ind-PPD
Los cuestionamientos no solo surgieron en la oposición. De hecho, el diputado Raúl Soto (PPD) aseveró el sábado en entrevista con Cooperativa que "el peor enemigo del Gobierno y del Presidente Boric, hoy es el propio Presidente Boric". Asimismo, reconoció que "la conferencia de prensa" del Mandatario fue, "sinceramente, la más desastrosa que he visto de parte de un Presidente de la República en Chile".
Ahora bien, diputadas del Frente Amplio salieron a rechazar esas declaraciones y a respaldar al jefe de Estado. La congresista Maite Orsini utilizó su red social de X para aseverar que al diputado Soto "le haría bien recordar que no está en campaña, que es parte de una coalición de Gobierno y que resulta asqueroso, bajísimo y repulsivo intentar sacar provecho personal de una denuncia de violación a un subsecretario de la cartera liderada por su partido".
La parlamentaria Emilia Schneider también usó esa plataforma para expresar que "el diputado Soto acostumbra golpear al Gobierno para buscar titulares. Ahora cruza todo límite, culpando al Presidente de una denuncia de violación de un militante de Socialismo Democrático. Son ellos quienes deben responder y hacerse cargo. Un clásico de un personaje sin ningún pudor para figurar".
En la misma línea la diputada Camila Rojas escribió que "el peor enemigo de un Gobierno son los parlamentarios oficialistas cuando comienzan a buscar ganancias personales por sobre los temas de fondo. En este caso, sacar provecho de una denuncia de violación contra un miembro de tu coalición y subordinado de la ministra de tu partido".
Este domingo, a través de un comunicado, la bancada Ind-PPD salió a condenar "la respuesta destemplada y con descalificaciones personales de diputadas y diputados del Frente Amplio hacia nuestro colega Raúl Soto, quien hizo una crítica política legítima frente al actuar del Presidente de la República".
"Nos resulta preocupante que las declaraciones de este grupo de diputados del Frente Amplio desvíen el foco de atención hacia el diputado Soto, a quién respaldamos, y no hacia las responsabilidades del Gobierno, que conformamos Socialismo Democrático y Frente Amplio en unidad", agrega la misiva.
También dice que "sin embargo, parece que cuando existen problemas se olvidan de que somos un conglomerado, desligando responsabilidades sólo hacia nuestro sector político. Creemos que la construcción de una alianza de Gobierno se produce aceptando las legítimas diferencias, y no cancelando personalmente a otro compañero de coalición".
Cartas a El Mercurio
Mediante cartas enviadas a El Mercurio, otros personeros expresaron sus opiniones. Jaime Undurraga Matta, abogado de la Universidad de Chile con estudios de Ciencias Políticas en la Universidad de North Carolina, cree que la conferencia de prensa del Presidente del día de viernes "será materia de estudio en las facultades de comunicación, pero quiero destacar otro aspecto normalmente olvidado en estos casos. Uno de los riesgos del asesor de comunicaciones de la máxima cabeza de una organización es convencerlo de mantener la disciplina comunicacional y la cabeza fría. Y si el número uno va a dar una conferencia de prensa, debe ser por algo extraordinario, bien preparada y para aclarar las cosas, algo totalmente contrario a lo que ocurrió".
"Por lo general, cuando lo anterior no funciona bien, suele culparse al asesor de comunicaciones. En este caso, me alegro de que la señora Vergara no podrá ser sindicada como culpable de lo ocurrido, ya que fue públicamente desautorizada por su jefe, pese a sus reiteradas recomendaciones de terminar la conferencia", agregó.
Daniel Burgos Bravo, licenciado en Gobierno y Gestión Pública, expresó por su parte: "¿Qué debería esperarse de un Gobierno ante una denuncia tan grave como la presentada contra el exsubsecretario Monsalve? La respuesta es clara: protección y apoyo a quien denuncia; celeridad en la toma de decisiones, coherencia en los discursos de sus representantes y, por encima de todo, total veracidad en el relato de los hechos".
No obstante, precisó que "lo que hemos presenciado dista mucho de lo esperado. Las últimas jornadas han estado marcadas por decisiones tardías, mensajes descoordinados, medias verdades y un intento evidente de minimizar el impacto político de un asunto serio, todo ello por la proximidad de un proceso electoral".
